Cádiz

El velo destapa incertidumbres

  • Directores de varios institutos públicos reconocen no saber qué decisión tomarían si alguna alumna acudiera a clase con un hiyab · Hay quien pide que la solución "nos venga dada desde fuera"

El hiyab de la adolescente Najwa Malha ha abierto el debate. Un enmarañado y complejo debate que va más allá de si los alumnos pueden o no entrar en las aulas con la cabeza cubierta. Esa polémica es sólo la punta del iceberg de una controversia mucho más profunda, con enrevesadas raíces que se alimentan del principio de la libertad ideológica, religiosa y de culto, del derecho a la educación, de la laicidad, de la igualdad entre hombres y mujeres, de la integración...

Un debate que, según el director del Instituto público Bahía de Cádiz, Fernando Aguilar, no debería abandonarse ahora que la joven española de origen musulmán va a poder seguir llevando el velo en clase, aunque no en su hasta hace unos días instituto, sino en otro también público de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. No debería dejarse morir sin extraer de él conclusiones porque, ¿y si la historia vuelve a repetirse? "Es necesario que este asunto se afronte y se discuta en los foros en los que corresponda con el fin de establecer una norma al respecto. Preferiríamos que la solución nos viniera dada desde fuera, porque si el caso de Najwa Malha se diera en mi centro, no sé qué ocurriría", reconoce Aguilar.

El reglamento interno del Bahía de Cádiz no hace ninguna referencia a cómo deben ir vestidos los estudiantes ni si pueden o no llevar la cabeza cubierta. Tampoco incluye nada al respecto el reglamento del IES de titularidad pública La Caleta, "así que esa chica o cualquier otra con velo podría venir a este instituto perfectamente", se apresura a contestar su director, Miguel Ángel García Mercado. Este docente recuerda que en un centro de Puerto Real donde impartió clases acudía una joven con un velo "discreto, no muy largo" y se le permitía llevarlo en clase. 

De todas formas, considera que esta cuestión es "difícil" dada sus dos caras: "las decisiones personales" y "el desprecio hacia la mujer". "Pero en el caso de Najwa es ella quien quiere ir al centro con la cabeza cubierta, no lo interpreta como un menosprecio sino que su decisión está fundamentada en una creencia personal, religiosa", apostilla.

García Mercado entiende el debate, pero recuerda que en los centros educativos "estamos para cosas más importantes que para eso".

Al alumnado del instituto público Cornelio Balbo no se le permite entrar en el aula con la cabeza cubierta. Esa norma, comenta la directora, Lola Esteban, no está plasmada en ningún papel, "pero los profesores velamos por su cumplimiento porque es un signo de respeto descubrirse la cabeza en un lugar cerrado". Que el alumno acuda a clase con una gorra "por una cuestión de moda o porque le guste es una cosa y otra bien distinta es el caso de Najwa Malha, porque estamos hablando de motivos religiosos y de un pañuelo que no impide identificar a su propietaria puesto que lleva la cara al descubierto". "En nuestro instituto si alguien va con una medalla o un crucifijo no le pedimos que se lo quite", añade.

Estaban nunca ha tenido que enfrentarse a este problema, pero le pedimos que se imagine envuelta en él. Sin embargo, prefiere no adelantar posibles acontecimientos: "Si en el centro una estudiante acudiera con un hiyab por motivos religiosos y se presentara una queja formal por parte del profesorado o de los padres... ya se vería". 

El director del instituto Rafael Alberti, Juan Francisco Barcala, sí lo tiene claro: "Sería el Consejo Escolar el que tendría que decidir, que tomar una decisión al respecto". El reglamento interno de este centro público no recoge la palabra velo, pero sí especifica que los estudiantes no pueden llevar la cabeza cubierta.

No obstante, le parece "injusto" que "se le esté dando tanta importancia al velo. No se habla, por ejemplo, de crucifijos". Y concluye: "Me da igual que sea una persona musulmana, cristiana... pero eso no debe interferir en clase".

El centro Celestino Mutis no es un instituto, sino un colegio. El colegio de la capital gaditana con mayor número de escolares inmigrantes. "Aquí tenemos un número significativo de alumnos marroquíes -comenta su director, Antonio Maura- pero nunca nos hemos planteado el asunto del velo porque las niñas no lo llevan. En nuestro reglamento no está contemplado este tema, así que si pasara algo así en nuestro centro, si se planteara ese debate, tendríamos que analizarlo, pues no tenemos tomada una decisión previa".

La Asociación de Directores de Institutos de Andalucía tampoco señala hacia una dirección porque, como reconoce su coordinador provincial, Juan Luis Belizón, "no nos lo hemos planteado". Eso sí, tiene claro que a este asunto es preciso aplicarle "sentido común".

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