Sacar el máximo partido posible a los templos significativos del casco histórico. Abrir la Iglesia a la sociedad. Y convertir el patrimonio religioso en un atractivo cultural y turístico, de forma que sirva también de motor económico para Cádiz. Estas son algunas de las convicciones que desde hace años marca la línea de actuación del Obispado en sus intervenciones relacionadas con el patrimonio. Y una clara muestra es su último proyecto: convertir la calle Sagasta y Hospital de Mujeres en un eje cultural y patrimonial.

Varios elementos son los que llevan a la Iglesia a plantearse este espacio cultural: la figura de Lorenzo Armengual de la Mota, que fuera obispo de Cádiz y que se encargó de la construcción del Hospitalito -actual sede del Obispado- y de la iglesia de San Lorenzo; la presencia también en la calle Sagasta de la iglesia de La Pastora -que el gerente diocesano de Patrimonio, José Carlos García Solano, califica utilizando palabras del historiador Lorenzo Alonso de la Sierra como "el elemento más significativo del rococó de Cádiz"-; y la cercanía del Oratorio de San Felipe Neri, que está siendo rehabilitado y que a partir de 2012 será monumento de referencia para los visitantes por su relación con la Constitución de 1812.

El responsable del patrimonio de la Iglesia gaditana destaca que el eje de por sí ya está creado. Es decir, que las iglesias, altares y obras de arte ya existen; están ahí. Por lo tanto, lo único que hay que hacer es potenciar su utilidad y su actividad. En este sentido, se explica desde el Obispado que la sede de Hospital de Mujeres "ya tiene mucha vida", recibiendo numerosas visitas diariamente y habiéndose ya abierto a conciertos y actos culturales. En San Lorenzo, la llegada del nuevo párroco (Jesús García Cornejo) también ha propiciado la apertura de la iglesia a visitas y la promoción de actividades culturales -como el ciclo de conferencias sobre este templo, Armengual de la Mota y La Pastora que comenzara la semana pasada-.

Es decir, que además de la actividad cultural propia de una iglesia, y de la parroquial que se desarrolla en San Lorenzo, se pretende abrir las iglesias para que puedan ser visitadas y conocidas por la sociedad, tanto gaditana como de fuera de la ciudad; y programar también conciertos, actos culturales, conferencias,... que se celebren en su interior. En definitiva, se trata de dar más vida a estos templos. "Pero siempre con la idea del arte para llegar a Dios", defiende José Carlos García Solano.

Y la intención del Obispado es ir creciendo y potenciando este carácter artístico, cultural y patrimonial del conjunto que conformarían estos edificios religiosos de Sagasta y Hospital de Mujeres. Según precisa García Solano, "con estos monumentos se pone también de manifiesto cómo era entonces la ciudad, cómo se compone, cómo la sociedad era más adinerada y se volcaba con la Iglesia". Es decir, que es otra manera de comprender el Cádiz del siglo XVIII. "Hay que entender también que no había suelo, que no se podían hacer grandes iglesias. Y por eso, las que se hacían eran de una gran riqueza", añade el responsable de Patrimonio diocesano, convencido de que todo ello queda claramente reflejado en este eje cultural y patrimonial que conforma Sagasta y Hospital de Mujeres.

Para llevar a buen puerto esta iniciativa, es fundamental la rehabilitación y puesta en valor de la iglesia de La Pastora, cerrada al culto desde hace casi dos años. En ello está trabajando tanto el Obispado como el párroco de San Lorenzo para buscar la financiación necesaria con la que llevar a cabo las actuaciones pendientes en este templo sumamente destacado pero quizá muy desconocido en la ciudad. "La Pastora, junto a Hospital de Mujeres, es la mayor explosión de arte de Cádiz. Son pequeños espacios ocupados totalmente por arte. Y no lo digo yo, lo dicen los expertos en Arte", afirma al respecto García Solano.

Este templo presentaba una más que negativa patología, según explican desde Patrimonio: la cúpula es posterior a la construcción de la iglesia, y la base de la estructura no soportaba el peso de la misma. Por este motivo, la cúpula ha quebrado y ha desencadenado el problema posterior, que no era otro que el peligro de derrumbe de la Pastora. Sobre este problema es el que se ha actuado -merced al convenio del Obispado con la Junta de Andalucía y con Cajasol, que han financiado el proyecto al 50%-, consiguiendo que la cúpula ya no descanse sobre los mismos puntos que antes y asegurando la estabilidad del edificio de cara al futuro.

Ahora, el empeño del Obispado y del párroco García Cornejo es restaurar el templo, que pese a la solución dada a la cúpula seguirá sin poder abrir al culto.

Pero para hacer realidad esta pretensión, es necesario antes arreglar los locales anexos a la iglesia, que actualmente están apuntalados. "El proyecto sería similar al de Beato Diego: arreglar primero la casa y después el templo", precisa García Solano.

Esta intervención sería fundamental para el eje cultural de Sagasta y Hospital de Mujeres, ya que la rehabilitación del edificio anexo permitiría a la parroquia recuperar espacios y, por tanto, habilitar espacios museísticos en San Lorenzo donde mostrar el rico patrimonio (cuadros, piezas de plata y orfebrería, bordados,...) que posee el templo y que actualmente no puede mostrarse al público por estos impedimentos físicos.

En todo ello trabajan desde el Obispado, en comunión con el párroco de San Lorenzo y La Pastora, para dotar a toda esa zona de un atractivo cultural que potencie la utilización de los edificios religiosos y que, a su vez, sirva de motor económico para la ciudad.