El Ayuntamiento de Cádiz tiene mañana, el miércoles y el jueves un doble reto: lograr que la mayoría de los 15.000 cruceristas que arribarán a la ciudad no se marchen en excursiones a Sevilla o Jerez y luego, que los que se queden en los barcos bajen del mismo a conocer la Tacita, ya que en muchos casos, al tener el almuerzo a hora temprana prefieren permanecer a bordo. A todo esto, una vez que los turistas pisen suelo gaditano, tendrán por delante escasas horas -hasta que los buques zarpen cayendo la tarde- para ver y disfrutar de todo lo posible. No se escatimará en cantidad de actividades para ofrecer. Desde las tiendas y los bares y restaurantes abiertos a la hora de comer hasta museos, monumentos, salas de exposiciones, yacimientos, iglesias, pasando por los encantos naturales a los que se puede acceder sin necesidad de traspasar el umbral de una puerta o pagar una entrada.

Que los tres días de esperado maná caigan entre semana ayuda a que los cruceristas se encuentren con museos e iglesias abiertas, en algunos casos sin interrupción entre la mañana y la tarde. En una ciudad que se despereza no antes de las diez de la mañana, la oficina de recepción a los turistas del Paseo de Canalejas abrirá sus puertas a las ocho y en los mismos barcos habrá técnicos de la Delegación de Turismo invitando al pasaje a quedarse en Cádiz, en lo que viene a llamarse 'Hospitality'. Los pasajeros acostumbran a madrugar. Será una buena manera de hacer tiempo hasta encontrarse con las excelencias propias de esta ciudad.

Básicamente, los cruceristas recorrerán el casco antiguo. Las incursiones al Cádiz moderno se resumirán en las visitas a El Corte Inglés como gran centro comercial de referencia y en lo que puedan ver a bordo de los autobuses turísticos, que reforzarán para la ocasión su frecuencia de paso por las distintas paradas habituales. Temprano, los pasajeros pueden disfrutar miércoles y jueves desde las nueve del Museo Provincial de la plaza de Mina, pero el martes su horario es de 14.30 a 20.30. La iglesia de Santo Domingo abre a las 9.45 y las diez se antoja como la hora clave dentro del amplio abanico de posibilidades. En cuanto a iglesias, desde la Catedral, que no cierra hasta las seis y media, hasta la Santa Cueva, pasando por la capilla del Pópulo o la iglesia de Santa Cruz. La Torre de Tavira mostrará una panorámica aérea de la ciudad y otros destinos obligados pueden ser el paseo Cádiz Virtual del torreón de las Puertas de Tierra o el museo de vinos y toros de la calle Feduchy. El castillo de Santa Catalina abre todo el día al igual que el yacimiento de la Casa del Obispo. Imprescindibles el Teatro Romano, gratuito, y el monumento a las Cortes de 1812.

Para las compras, unas 200 tiendas. La novedad será la apertura de los pequeños comercios, ya que las franquicias, principalmente de ropa, acostumbran a abrir en horas de almuerzo. Lo festivo lo pone la taberna flamenca La Cava, en la calle Antonio López, que acogerá martes y miércoles a excursiones ya organizadas previamente por los touroperadores. Allí, los visitantes disfrutarán de tapas, vinos y flamenco, grandes activos del turismo andaluz para un espectáculo en el que este establecimiento tiene bastante experiencia. "Siempre funciona y los cruceristas salen contentos", explica Álvaro González, gerente de La Cava. Para andar y empaparse de la historia de Cádiz están las tradicionales rutas de la Delegación de Turismo: Castillos y Baluartes, Constitución Gaditana, Medieval y Puertas de Tierra, Cargadores de Indias y Medioambiental.

Será una carrera contrarreloj que acabará a la hora de zarpar con destino a otro puerto. Por oferta no va a quedar. Todo sea por complacer a ese 65-70% de media de cruceristas que eligen quedarse en la ciudad y no viajar a otras poblaciones. Mr. Marshall viene en barco. Otra cosa será que este 'señor' opte por gastar dinero en lugar de mirar y hacer fotos.