Cádiz

La voz de Javier Ruibal arrima Cádiz a Costa Rica

  • El cantautor portuense participa en el Festival de las Artes de San José con un concierto donde muestra su mestizaje

La Sabana arropaba su canciones bañadas en mil mares. La voz trasatlántica de Javier Ruibal rajaba la noche josefina como un relámpago cargado de lluvia que se espera. Como agua de mayo. O de abril, ese abril que se esconde, que se revuelve en sus composiciones mestizas que viajan desde Cádiz hasta Costa Rica dando un rodeo por África.

Era la primera vez que el cantautor portuense actuaba en el país centroamericano. "Un honor", bautizaba la ocasión que le brindaba el Festival de las Artes del país unas horas antes del concierto que cerró la noche del jueves.

"Me siento en la gloria", se sinceraba, todo de blanco, al igual que en el recital donde daría un repaso a buena parte de su producción musical acompañado por Javi Ruibal, a la percusión, Antonio Gómez, a las guitarras, Laura Furci, al piano, y Jesús Díaz, en el sonido.

Una trayectoria que siempre tiene parada "en Cádiz, en la música árabe, en el jazz, en la tradición andaluza", definía el compositor que cree que "en estas tierras" (Iberoamérica) hay "mucho donde nutrirse". "Al fin y al cabo yo me dedico a eso, a hacer con la música un punto de encuentro de diferentes culturas y tradiciones", relataba.

De esta forma, Ruibal proseguirá su camino por el territorio con actuaciones en otros países "como Panamá y Puerto Rico", apuntó el artista que, además, participará en el Festival de la Guitarra de Córdoba el próximo 15 de julio, con un espectáculo con la Orquesta Sinfónica de la ciudad junto a la que interpretará sus canciones con la dirección musical de Oliver Martínez.

"Es la ventaja de hacer una música tan variopinta, que te invitan a festivales tan diversos como de jazz, de fusión, de autor... Es algo muy agradable".

Un bagaje dentro y fuera del continente americano que puede resultar interesante de cara al Doce. "Lo que espero es llegar vivo", bromeaba el artista que espera de la celebración del Bicentenario que "por fin nos demos cuenta" que "nadie es más que nadie", que "Cervantes es equiparable a Rubén Darío y que éste lo es a García Márquez".

"Lo que quiero decir es que más que logros políticos, lo que tiene que traer el Doce es una introspección, una reflexión interior de cada uno de nosotros y que tengamos respeto y afecto a estos pueblos", anheló. En esta tarea la música y la cultura juegan un papel fundamental.

"A nosotros nos toca la parte más agradecida, la que siempre hemos hecho los músicos, la de crear puentes. Los músicos viajamos con equipaje ligero, una muda, nada más. Los políticos tienen que cargar con una maleta más grande", valoró entre bromas e ironías.

Lo que sí dijo alto y claro fue el deseo que tendría para la celebración del Bicentenario en Cádiz.

"A mí lo que me gustaría de verdad es montar un gran concierto con músicos representativos de la tradición musical de su país, que estuvieran los pilares fundamentales de esa herencia, los pilares de la sabiduría".

¿Nombres? "Pues Pablo Milanés, Ruben Blades...", comienza a enumerar una buena lista que sólo corta cuando se lanza con otra idea.

"También estaría bien hacer un concierto de mujeres representativas de la música de esos países para celebrar lo ganado en estos doscientos años.

Un concierto dedicado no sólo a la mujer trabajadora sino a la mujer. Y ahí pues podrían estar intérpretes como Martirio o Carmen París.

"Estarían bien esos dos conciertos...", imaginaba el artista que arroja el guante por si alguien gusta de recogerlo. Gusta de asirlos tal y como se reciben sus canciones. Como sucedió en la noche del pasado jueves. En el lago de la Sabana. Dejando bañar la piel.

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