Los conductores de autobuses de Transportes Generales Comes, en las líneas que cubren la capital gaditana con Chiclana y Puerto Real, han mostrado su malestar ante la "prematura" puesta en funcionamiento de la estación provisional junto a los terrenos de Renfe. Los empleados de esta empresa critican la ausencia de servicios e infraestructuras básicas con las que desempeñar con normalidad su profesión transcurridos dos días desde que comenzara a funcionar la estación. En palabras de Pedro Vázquez, miembro del comité de empresa encargado de Salud Laboral, se quejan los conductores de que el cambio "se ha realizado a prisa y corriendo cuando se podría haber hecho en condiciones".

Vázquez indica que desde Comes han informado al comité que ha sido el Ayuntamiento de Cádiz quien ha dado la orden de poner en marcha "cuanto antes" la estación provisional. A juicio del comité, "si lo hacen para retomar pronto las obras del aparcamiento subterráneo del paseo de Canalejas ya puestos se podría haber esperado un poco más, teniendo en cuenta que la obra lleva un tiempo parada, y tener así una estación digna, con sus casetas, señalizaciones y servicios correspondientes".

La ausencia de urinarios hace que tanto viajeros como conductores se vean obligados a trasladarse a la estación de trenes para realizar sus necesidades. "Esto supone que haya usuarios que mientras van y vienen, puedan perder el autobús o que los conductores deban dejar el coche, llevándose encima a veces el dinero recaudado para no dejarlo en el vehículo", declara Vázquez. De la misma manera, los conductores no tienen, como ocurre en la estación de Comes, la posibilidad de cambiar dinero en el caso de necesitarlo. "No hay a mano ni donde comprar una botella de agua ahora que viene el calor", señala el representante del comité.

Los usuarios, molestos, se "desahogan" con los conductores. "Somos los que menos culpa tenemos, pero recibimos al día muchas quejas", dice Pedro Vázquez.