Confiesa que el nombramiento de Ángel Gabilondo como ministro de Educación no le ha sorprendido en demasía. Diego Sales, rector de la Universidad de Cádiz (UCA), considera que la cartera que recientemente se le ha otorgado al hasta ahora rector de la Universidad de Autónoma de Madrid y presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas está hecha a su medida.

A la medida de "un hombre de ideas muy abiertas". A la medida de "un gran conocedor de las universidades españolas en su contexto europeo". Y a la medida de "una persona de gran talante".

La amistad les une desde hace algo más de cinco años, justo cuando ambos fueron nombrados rectores. Recuerda Sales que Gabilondo, como máximo responsable de la Autónoma de Madrid, visitó en varias ocasiones la UCA para impartir conferencias y mantener reuniones con estudiantes. Y resalta también su pasión por los estudios constitucionales, de ahí que el pasado junio celebrara encontrarse en el Oratorio de San Felipe Neri, donde se desarrolló la octava edición de Encuentro de Rectores Cubanos y Españoles.

Insiste el rector de la UCA en la capacidad de gestión del ministro, "que va a minimizar los problemas que plantea el Plan Bolonia y va a eliminar toda aquella concepción que se pueda pretender de mercantilización de la universidad".

Con buenos ojos ve también el regreso de las universidades al Ministerio de Educación, justo un año después de su traslado al Ministerio de Ciencia e Innovación. "Es un acierto que se apueste por un ministerio abierto a toda la enseñanza a lo largo del ciclo de la vida. Significa una apuesta firme por el desarrollo de la persona en su concepción integral". No obstante, considera "fundamental" que existan "nexos de unión" entre ambos ministerios y que trabajen conjuntamente por el bien de las universidades, que no sólo deben formar, sino también investigar.

Sales, que tras conocer el nombramiento de Ángel Gabilondo le felicitó a través de un mensaje de móvil que fue agradecido "de forma muy cariñosa", aprovecha estas líneas para lanzarle dos peticiones: "Lo único que le pido es que una el mundo de la Educación Secundaria con el de la Universidad. Que los vuelva a unir. Y que el máster que va a sustituir al CAP sea un máster de capacitación que posibilite la formación de buenos profesores de enseñanza a todos los niveles".

"Con Gabilondo, no estamos en buenas manos sólo, sino en manos completas. El cambio es excelente", concluye.