LA magia de la música estriba, entre otras cosas, en la riqueza que puede guardar un simple trozo de papel. Cinco líneas horizontales, una clave, varias notas y unos músicos que interpreten esas partituras con los instrumentos adecuados pueden hacer destapar los sentimientos más variados.

Muchas de estas partituras se conservaban guardadas, silenciadas, olvidadas por el paso de los años, en el Archivo Histórico Municipal de Cádiz. Demasiados años de silencio para unas partituras. Por eso, un grupo de gaditanos iniciaron una investigación que ha dado sus frutos y que ha permitido recuperar composiciones de destacados autores del siglo XIX dedicadas a la Semana Santa. Ahora sólo queda transformar el papel en música y conseguir que esas marchas procesionales vuelvan a sonar como lo hicieron hace mas de un siglo.

LAS PARTITURAS. Los responsables de que la música de compositores como Eduardo López Juarranz, Ramón Roig o Damián López Sánchez (destacados autores que dirigían las bandas militares a finales del XIX) haya vuelto a ver la luz son los gaditanos José Manuel Ruiz García y Juan José López Camacho, este último director de la banda de música Julián Cerdán.

En sus investigaciones han encontrado, entre otras muchas partituras, marchas procesionales de las que en algunos casos ni siquiera se conocía su existencia y en otros sí se tenía conocimiento pero no se sabía su paradero. Entre ellas, José Manuel Ruiz destaca Fe, Esperanza y Caridad, "dedicada a las tres virtudes teologales", o Ha muerto!, "que está dedicada a la jornada del Viernes Santo". De López Juarranz han aparecido también La santa Cruz y una serie de Marchas Fúnebres. También se han rescatado dos composiciones, una dedicada al Nazareno de Santa María, Saeta, que supuso el nombramiento de su autor, Damián López, como hermano honorífico, y otra a la Magdalena de esta cofradía.

Todas estas partituras se han conservado gracias a la figura de José Pérez, fallecido en la década de 1920 y que era el propietario de todos esos documentos.

EL GRAN PROYECTO. El trabajo de investigación de Ruiz y López Camacho no tendrá su verdadero valor hasta que las notas escritas a mano por estos autores del XIX vuelvan a sonar en los instrumentos de los músicos actuales. Y ese es el proyecto en el que trabajan ahora estos gaditanos con ayuda de José Manuel García Pulido, que está preparando las obras para que las pueda la banda de Julián Cerdán.

La intención es celebrar un concierto en Cuaresma en el Gran Teatro Falla, escenario ideal para un acto de la importancia de este, en el que se interpreten las marchas procesionales más destacadas que se han encontrado (Ruiz García asegura que puede haber entre 20 y 30 composiciones semanasanteras). Sus promotores aseguran contar con el compromiso de Canal Sur de grabar un CD con estas marchas inéditas, cuyos fondos se destinarían a una obra social.

Para hacer realidad este proyecto, sólo queda el visto bueno del Ayuntamiento para la cesión del Falla. Será entonces cuando el largo silencio al que ha sido sometido estas partituras se rompa y la mejor música del siglo XIX vuelva a sonar en la ciudad que fue referencia por aquel entonces.

Si sale adelante, podría haber más conciertos y CDs con nuevas marchas procesionales del pasado.