Era previsible que sería un juez el que acabaría diciendo si los quioscos de Varela y La Caleta son legales, como dice el Ayuntamiento, o ilegales, como mantiene la Junta. Al final el tema irá al Contencioso-Administrativo, un proceso que no parece asustar a un gobierno local que en el último mes ha concedido las licencias de apertura a los dos establecimientos, uno de los cuales (el de Varela) está funcionando desde el día 11 de noviembre.

La Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio envió el pasado 18 de agosto al Ayuntamiento la solicitud de que anulara las licencias de obras concedidas a ambos establecimientos por considerar que no se ajustaban a las normas del Plan General de Ordenación Urbana. Previamente, a principios de ese mismo mes, técnicos de la consejería habían inspeccionado ambos establecimientos y comprobado que "dichas instalaciones incumplían las condiciones impuestas por el planeamiento vigente en Cádiz". Siguiendo este razonamiento, las licencias que amparaban la construcción eran nulas.

El Ayuntamiento acordó el pasado 24 de octubre no admitir a trámite la solicitud de la Junta "y por ello, para restituir la legalidad urbanística, la administración de la Comunidad Autónoma decide interponer Recurso Contencioso-Administrativo en orden a que sean los órganos judiciales los que determinen". El gobierno local gaditano ya ha hecho pública su postura: los ya famosos quioscos-restaurantes son legales porque son "equipamientos dotacionales culturales" y por ello pueden ocupar hasta el 20% de la superficie de los jardines.

"Tienen un uso terciario o comercial no admitido dentro de la consideración de equipamiento dotacional ligado a actividades de ocio o relación", responde la Junta ante esta consideración. Para el gobierno andaluz está bastante claro que no se cumple la normativa urbanística: según la Junta, para que fueran legales habrían de ser desmontables fácilmente, y ocupar hasta 20 metros cuadrados y 4,5 de altura.

"Estas circunstancias no concurren en los aludidos establecimientos, pues tienen cerca de 100 metros cuadrados y más de 200 respectivamente, superan la altura máxima prevista, no son provisionales ni fácilmente desmontables" y, "sobre todo", no son equipamientos.

Las licencias de obra que les amparan son "contrarias al ordenamiento jurídico urbanístico y resultan nulas de pleno derecho pues las licencias, como actos rigurosamente reglados sólo pueden otorgarse cuando las peticiones de las mismas reúnen las condiciones fijadas por la norma para la actividad solicitada", la administración "sólo puede hacer aquello para lo que se encuentra legalmente habilitada" y también son nulas "las licencias que se otorguen para amparar actuaciones que se encuentran localizadas en áreas destinadas a parques, jardines y espacios libres, cual son los casos que nos ocupan", dice la Junta.

El próximo PGOU, según ha anunciado el gobierno local, sí amparará la creación de estos quioscos, aunque la normativa según habrá que juzgarlos será la que había cuando se dieron las licencias. Estos quioscos no son de iniciativa privada, sino del propio Ayuntamiento, quien ha dado concesiones administrativas a empresas que se encargarán de construir el edificio y explotarlo durante varios años. Después tendrán que entregar el inmueble al municipio.