El anuncio de que el futuro Plan General de Ordenación Urbana contemplará la construcción de quioscos en los espacios libres desató ayer diversas reacciones. La primera, la de la Junta, que en septiembre pidió al Ayuntamiento que anulara las licencias de obras de los establecimientos en Varela y La Caleta por considerar que incumplen el actual PGOU.

A falta de pocos días para que termine el plazo dado al gobierno local para responder, ningún papel ha llegado a la Delegación de Vivienda y Ordenación del Territorio, explicaba ayer su titular, Gabriel Almagro, mientras que el delegado de Gobierno, José Antonio Gómez Periñán, se preguntaban si la respuesta la habían enviado "en Pony Express vía Albacete". Y es que hace ya más de un mes que el gobierno local dio a conocer a través de los medios de comunicación su respuesta a la petición del gobierno andaluz: los quioscos son legales porque son equipamientos culturales.

La Junta decidirá, una vez agotado el plazo, si recurre o no a los tribunales para anular esas licencias. Y en nada influye que lo que el futuro PGOU determine. Serían en ese caso los tribunales los que deberán decidir qué es lo que se hace con esos establecimientos, señaló Almagro, aunque él tiene muy claro que no son legales y mostró su convicción en la importancia de los espacios libres públicos para la vida ciudadana.

La concejala socialista Natalia Álvarez interpretó ayer que el anuncio realizado por la alcaldesa, Teófila Martínez, refleja un "reconocimiento implícito de que la normativa vigente en los espacios públicos no permite los quioscos construidos y por tanto ambos se encuentran fuera de la legalidad vigente".

Álvarez se pregunta si la alcaldesa "le ha preguntado a los gaditanos" si quieren que se dé cobertura legal a los quioscos o equipamientos "en los pocos espacios libres que quedan en la ciudad, o simplemente esto lo hace por despecho porque no se le ha dejado hacer lo que quería". También dijo estar segura de que el gobierno local espera al nuevo Plan para hacer en Santa María del Mar un restaurante de más de 200 metros "como ella quería".

El teniente de alcaldesa delegado de Urbanismo, Ignacio Romaní, tachó esta interpretación de "infantil y ridícula", reiteró que los quioscos son legales según el Plan vigente y que si no hubiera sido así lo habrían modificado. El gobierno local no "reconoce nada", critica a la edil -"que podría ejercer su labor de oposición sin faltar a la verdad y trabajando por la calidad de vida de los gaditanos"- y le reprocha que no haya dicho nada sobre el resto de medidas que contempla la nueva normativa urbanística.