Cádiz

El limbo de los proyectos turísticos

  • Los ocho planes más importantes de la década en Cádiz apenas pasan hoy de ser documentos de grandes expectativas y escasas realidades a causa de la burocracia

Cientos de segundas residencias y otras tantas lujosas habitaciones de hotel; lucrativas y masivas reclasificaciones de suelo; inversiones espaciales; máquinas de generar empleo; poderosas cementeras; fértiles promesas electorales; y, sobre todo, pura carne de burocracia. El guión de cualidades es compartido por los ocho planes turísticos más importantes de Cádiz. Ocho gigantes históricos que llegan al final de la década sin pasar del papel en el que fueron redactados, en una suerte de limbo de los eternos proyectos, de las grandes expectativas y las escasas realidades. Los cambios en las normas urbanísticas, las dificultades financieras y, sobre todo, unas embarradas tramitaciones, explican el fenómeno.

la ciudad del caballo de vejer

El histórico proyecto de ampliación de Montenmedio -el centro hípico, deportivo y turístico de Vejer- sigue paralizado por la Junta de Andalucía después de una penosa disputa judicial que se prolonga desde principios de la década. La iniciativa del empresario Antonio Blázquez fue paralizada en 2001 por la Administración regional, que determinó que la opción de explotar una cantera que existe en la zona debía prevalecer, en favor del interés público, sobre su clasificación como suelo turístico, hotelero y residencial.

El Ayuntamiento vejeriego y la promotora Ibercompra presentaron un recurso en favor de la Ciudad del Caballo y, en enero de 2006, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) les dio la razón y obligó a la Junta a rectificar y admitir el proyecto.

Blázquez preparaba su inversión multimillonaria y buscaba el respaldo de firmas hoteleras de primer nivel mundial cuando la Junta, en febrero de este año, volvió a paralizar el plan al conocer que la empresa arenera que explotaba la cantera había recurrido la sentencia del TSJA ante el Tribunal Supremo. El plan está parado desde entonces.

La exclusiva Ciudad del Caballo debe "marcar un antes y un después" en el turismo de la provincia, según ha defendido Blázquez, que mantiene su apuesta por el proyecto pese al obligado derribo de la casa club de Montenmedio. Cuatro hoteles y 51 viviendas de máximo lujo, un campo de golf, una playa artificial y pistas hípicas completarían la oferta del complejo actual, que ya recibe 20.000 visitantes anuales y acoge el Circuito del Sol, una de las competiciones hípicas más importantes del mundo.

las ampliaciones de atlanterra

Tarifa sigue pendiente de cobrar los últimos réditos urbanísticos del Plan General de 1990 en el complejo turístico de Atlanterra, consolidado como uno de los peores desarrollos urbanísticos de la provincia después de tres décadas de construcción de bloques junto al mar. El obsoleto planeamiento declara urbanizable una amplia parcela en la segunda línea de Atlanterra, en la que un proyecto para construir un millar de viviendas, 1.300 plazas hoteleras y un campo de golf aguarda el visto bueno de la Junta de Andalucía.

El plan SA-1 Cabo de Plata, promovido por Grupo Q, tiene su origen en el mandato local del PP entre 1999 y 2003, con el supuesto objetivo de dotar de infraestructuras turísticas a Atlanterra. En 2007 fue paralizado por la Comisión Provincial de Obras Públicas en una resolución que ahondaba en las deficiencias de servicios e infraestructuras que siempre han caracterizado al complejo.

En mayo, el Consistorio, dirigido por Miguel Manella (PSOE), volvió a aprobar el proyecto tras corregir estos defectos. Ahora le quedan meses en los despachos.

El plan Cabo de Plata no es el único existente en la costa tarifeña, ni el único bloqueado. El actual equipo de Gobierno y la promotora Grupo Veintidós firmaron en 2004 un convenio para la construcción de otro macrocomplejo turístico y residencial con campos de golf en el Cortijo del Moro, a la espalda de Atlanterra y de las lujosas residencias de Cabo de Plata. La inmobiliaria promociona el proyecto en su página web como "una de las actuaciones turístico-urbanísticas más importantes del litoral andaluz".

El alcalde ha insistido en que hay muchas posibilidades de que las nuevas normativas urbanísticas de Andalucía, que obligaron a cambiar el avance del Plan General de 2004, dejen fuera del nuevo planeamiento la ambiciosa reclasificación del Cortijo del Moro.

Golf resort espera y golf resort bornos

Dos grandes planes turísticos y residenciales para dos pequeños y empobrecidos pueblos del antiguo PER (Plan de Empleo Rural). Los alcaldes de Bornos y Espera, Fernando García (PP) y Pedro Romero (IU), presentaron hace más de tres años planes vinculados al golf como "esperanza" para la economía de sus vecinos y para la supervivencia de sus municipios, cada vez más despoblados y menos abonados para las inversiones, de ningún tipo.

La promotora española Armoniza lideraba ambas iniciativas con el objetivo de impulsar un destino turístico en el triángulo Bornos, Espera y Arcos, a base de golf de primera categoría y amplias urbanizaciones que atrajeran a residentes y a turistas tanto españoles como extranjeros.

Los ayuntamientos de Bornos y Espera y los propios empresarios solicitaron el respaldo de la Junta de Andalucía en la gestión de sus iniciativas. Sin embargo, se toparon con una oleada normativa más restrictiva con los desarrollos urbanísticos en la región, y con una moratoria de hecho aplicada a los proyectos de estas características por la propia Administración para controlar el segmento del golf residencial tras los desmanes de la Costa del Sol.

La congelación de la tramitación de estos proyectos durante los dos últimos años ha desanimado a Armoniza, que está ahora concentrada en nuevas actuaciones en Panamá a la espera de que se desbloquee el sector. "Seguimos interesados en Cádiz, pero nuestros planes están igual que hace cinco años, o hasta peor", declaró en junio Isidro Martín, vicepresidente de Armoniza.

el plan hotelero de trafalgar

Las cadenas hoteleras Hipotels y Robinson Club (TUI) firmaron en 2002 un convenio urbanístico con el Ayuntamiento de Barbate para construir un complejo hotelero junto al faro de Trafalgar. Este proyecto se convirtió en la esperanza de futuro para un pueblo derrotado por una profunda crisis pesquera, económica y social. Seis años después, los hoteles no han dejado de ser aquel eterno documento, convertidos ahora en un ejemplo de politización del urbanismo, de lentitud burocrática, de contratiempos y de desencuentros.

El Consistorio barbateño (PP) tardó hasta cinco años en conseguir el visto bueno de la Junta de Andalucía (PSOE) en una tramitación que se convirtió en una disputa política. La aprobación definitiva, en noviembre de 2007, terminó reduciendo un tercio las dimensiones del plan, de las 900 habitaciones previstas a un máximo de 600, pese al disgusto de los empresarios, que insistieron en que la iniciativa no era viable con esas condiciones aunque decidieron seguir adelante.

Cuando el plan hotelero parecía tener vía libre, alejado ya de los despachos de la Administración, surgió un conflicto entre los hoteleros y los propietarios de la parcela sobre las condiciones de la compraventa del suelo. La disputa ha mantenido bloqueado el proyecto durante casi dos años. En este periodo, la inversión hotelera de Trafalgar ha perdido valor y la iniciativa se ha ido enfriando hasta chocar con la actual crisis financiera y económica.

El alcalde de Barbate, Rafael Quirós (PSOE), ha anunciado que comenzará a desarrollar el plan parcial de la ensenada de Trafalgar -que regula la construcción de los hoteles- sin contar con los empresarios ni con los propietarios del suelo con el objetivo de que el municipio pueda beneficiarse de unos terrenos cuyo uso turístico ya está avalado por la Administración regional.

Medina Village resort

En la finca Pocasangre de Medina -en la salida del municipio hacia Chiclana- habrían comenzado ya las obras de dos campos de golf, más de 2.000 viviendas, tres hoteles, un centro hípico y una escuela internacional si hubiesen prosperado los planes del Ayuntamiento y la promotora Malvern States.

Consistorio y empresarios firmaron en 2004 el convenio para desarrollar Medina Village Resort, la mayor operación urbanística y turística del interior. Dos años después de aquella rúbrica, los promotores británicos anularon el convenio desesperados por los retrasos en su planificación y por los movimientos normativos de la Junta para controlar el desarrollo de golf y la expansión urbanística de los municipios.

Malvern States insistió en su interés en el Medina pese a haber acabado con su convenio e incluso elaboró un nuevo borrador de su plan en el que reducía el número de casas previstas. Hoy la promotora sólo conserva una opción de compra sobre la finca Pocasangre. Está centrada en un proyecto turístico-residencial en Marruecos y las posibilidades de que invierta en Cádiz son remotas.

costa ballena en Chipiona

A principios de los noventa Rota tomó la delantera a Chipiona en la construcción del complejo de Costa Ballena, una experiencia turística "modélica" impulsada por la Junta justo en medio de los dos municipios. Dos décadas después Rota está culminando su desarrollo mientras que Chipiona apenas lo ha comenzado. Las dificultades técnicas, la burocracia y el escaso interés de la mayor parte de los inversores retrasaron años la ejecución de las obras de Costa Ballena Chipiona, actuación aprobada desde 2003.

En estos momentos la urbanización del complejo está prácticamente finalizada y las primeras de sus 1.700 casas previstas están a la venta. Los cuatro proyectos hoteleros que ocuparán la primera línea del litoral chipionero, sin embargo, aún no han empezado a construirse y acumulan varios años de retrasos. Sólo la cadena Best Hotels ha mostrado interés en iniciar las obras de su primer hotel que suma 500 de las 1.300 habitaciones de cuatro y cinco estrellas planificadas en Chipiona.

El Palmar gran resort

El proyecto hotelero de la playa de El Palmar, que ocupa un lugar destacado en la cartera de eternos proyectos de la provincia, ha sido el más perjudicado por el cambio de ciclo económico. La cadena Riera Marsá estaba preparada para construir dos apartahoteles con casi 700 habitaciones en el litoral de Vejer en el año 2001, cuando presentó su proyecto, en plena eclosión de la Costa de la Luz y de las inversiones turísticas.

La Administración regional amasó el documento durante seis años, con retrasos y constantes puntualizaciones técnicas. Cuando por fin ofreció su aprobación al documento, Riera Marsá chocó de frente con la crisis económica y con el cierre del grifo financiero.

Durante el último año y medio, la empresa ha buscado sin éxito respaldo económico para iniciar las obras en Vejer.

GOlf en Trebujena

Hace cinco años, el empresario Bernard Devos, propietario de Benalup Golf Resort, y el alcalde de Espera, Manuel Cárdenas (IU), proyectaron la construcción de un complejo turístico de lujo en Trebujena, en las marinas de Gabela Honda, a cinco kilómetros del pueblo, junto al Guadalquivir y con vistas Doñana. El plan atravesó durante cuatro años una dificultosa tramitación hasta que recibió su aprobación definitiva por parte de la Junta finales de 2007.

Aquel visto bueno de Comisión Provincial de Urbanismo tuvo un alto coste para el documento: la Administración eliminó el uso residencial del plan (unas 400 viviendas) por incumplir la LOUA (Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía) y sólo aceptó la construcción de varios hoteles (hasta 80.000 metros cuadrados de superficie total), un campo de golf y un centro hípico.

Las cuentas de Devos se tambalearon con los cambios pero, entusiasmado por "el paraje inigualable de Gabela Honda", el empresario belga decidió seguir adelante con la iniciativa. Durante los últimos meses ha buscado el apoyo de cadenas hoteleras de primer nivel mundial para financiar el complejo al mismo tiempo que elabora el plan parcial de Gabela.

Devos destaca que ya "se ha acostumbrado a esperar" y prevé que las obras junto a las marismas trebujeneras puedan comenzar a finales de 2009, seis años después de su presentación, y "siempre que no haya más contratiempos, claro".

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