Si el término Halloween es una alteración del americano "all hallows' day" (día de todos los santos), el Obispado apuesta por darle otra vuelta al término y promocionar el Holywins (que traducido viene a decir "la santidad vence". Con este juego de palabras, la Iglesia de Cádiz le ha declarado la guerra de manera definitiva a la fiesta americana que en los últimos años viene cobrando fuerza en la noche del 31 de octubre. Así, frente a calabazas, muertos vivientes y otros disfraces y caracterizaciones un tanto funestas, se invita a que los pequeños se vistan de santos para celebrar la fiesta que, ciertamente, conmemora la Iglesia el 1 de noviembre (Todos los Santos).

El Obispado ha lanzado así una campaña en la que invita a las parroquias a celebrar esta fiesta de Holywins. "Esta celebración no pretende ser un 'contra Halloween', a pesar de que éste ha eclipsado lo que verdaderamente se celebra ese día. Es un modo de que nuestros niños católicos, y los no tan niños, podamos celebrar esta fiesta con todo su sentido", se señala desde el Obispado en referencia a la iniciativa, que va dirigida especialmente "a todos los niños de catequesis infantil y confirmación, alumnos de nuestros colegios, movimientos laicales, cofradías, asociaciones apostólicas, jóvenes, y a sus familias".

Y para promocionar este Holywin, la Delegación de Juventud de la diócesis de Cádiz y Ceuta ha preparado incluso una propuesta para las parroquias con diverso material que ha puesto a disposición en su página web. Allí se explica con detalle el por qué se lanza esta iniciativa, se plantean algunas temáticas que podrían abordarse en las catequesis de los pequeños los días previos y el propio 31 de octubre y llegan a plantearse también una fiesta tipo y una serie de caracterizaciones posibles.

La fiesta prototipo que se propone desde el Obispado mezcla la diversión con un acto religioso. Así, se plantea comenzar la fiesta a las cinco de la tarde, con la presentación y una serie de juegos (entre otras propuestas que también se ponen a disposición de las parroquias) que darían paso a una catequesis acerca de la santidad, un concurso de disfraces, una merienda, la entrega de premios y un acto de adoración al Santísimo. La idea es que poco después de las ocho se ponga fin al evento.

Y con respecto a los disfraces y caracterizaciones, también propone diferentes ideas la Delegación de Juventud para que los pequeños vayan de "Virgencitas", de ángeles, de apóstoles -"San Pedro con las llaves, San Pablo con la espada, Santiago con la concha de vieira al cuello, con cayado y calabaza", precisa la propuesta; o de santos carmelitas y franciscanos, entre otras opciones que se plantean a modo de ejemplos.

Esta fiesta que pretende competir con Halloween en la última noche de octubre comenzó a celebrarse en París en el año 2002 -allí acuden miles de niños cada año- y se ha ido extendiendo por otros rincones en estos años. De hecho, ya en la diócesis se ha celebrado en los últimos años en algunas parroquias de Chiclana. Y en este 2016, el Obispado ha lanzado esta acción para que la celebración se extienda a todas las parroquias de la diócesis.

Con esta iniciativa, la Iglesia gaditana confirma su disposición a luchar contra la celebración de Halloween. En este sentido, conviene recordar que ya el año pasado intervino -en este caso el Secretariado de Hermandades y Cofradías- para prohibir la celebración de dos fiestas relacionadas con Halloween que estaban organizando dos hermandades de la ciudad. Y en aquella ocasión ya se advertía que bajo la apariencia de una especie de "carnaval de otoño" en realidad se estaba celebrando "la fiesta más señalada del calendario satánico". "Los cristianos celebramos la Vida, somos hijos de la luz. Y no podemos por tanto ser partícipes de una fiesta frente a los santos, que propone monstruos y ese tipo de caracterizaciones", defendía entonces el sacerdote Juan Enrique Sánchez, delegado de Hermandades.

La rivalidad entre Halloween y Todos los Santos también tuvo un episodio en la diócesis el pasado año en San Fernando, donde la hermandad del Patrón (San José) se vio obligada a suspender un rosario público que venía celebrando desde 2006 al verse las calles del recorrido afectadas por la fiesta importada de América y entenderse que no era el ambiente propicio para llevar a cabo el acto religioso.