La nueva etapa de la Escuela de Hostelería de Cádiz comenzó ayer con sentimientos encontrados. Ilusión por volver a convertirse en un centro de referencia en la formación profesional. Cautela ante el inicio de un curso en el que aún quedan algunos interrogantes por resolver. Y escepticismo como bagaje de una situación rocambolesca que ha durado más de tres años.

Todo ello se mezcló con la decepción de un grupo de alumnas de la 17ª promoción que en la puerta denunciaban sentirse "olvidadas por la Junta", ya que tras matricularse en el primer curso en 2013 y realizar prácticas "nos quedamos a la mitad. En agosto nos comunicaron que debíamos hacer la preinscripción de nuevo y pasar dos pruebas para entrar otra vez en primero, lo que creemos que no es la solución que nos merecemos. Nos hemos quedado sin certificado ni titulación", señalaba Vanesa Sibón, representante de los 38 alumnos afectados.

El problema estriba en que la Escuela ha pasado de formar parte de un consorcio a depender del Servicio Andaluz de Empleo. Esto supone que los aspirantes deben ser demandantes de empleo y los estudios se enmarcan en la Formación Profesional para el Empleo y se rigen por un nuevo decreto ministerial, por lo que las enseñanzas no se pueden adaptar ni convalidar.

No obstante, la delegada territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Gema Pérez, charló con las afectadas y les mostró su disposición a volver a atenderlas en su despacho para examinar detenidamente el caso.

De los 30 estudiantes que este año formarán parte de la Escuela, cuatro son antiguos alumnos que sí han decidido volver a cursar el primer año. Uno de ellos es José Antonio Romero, quien comentaba que había padecido "un gran sufrimiento" durante estos tres años, que considera "perdidos", porque "no sabía si la escuela abriría de nuevo". Como antiguo alumno, José Antonio ha conocido "el calvario que ha pasado la plantilla" y por ello se mostraba cauto sobre el futuro.

En el otro extremo se encontraban Alfredo Bernardo y María José Flores, estudiantes de nuevo ingreso. El primero se mostraba "muy ilusionado por esta etapa". Su sueño siempre ha sido convertirse en cocinero, por ello ha esperado con ganas este día. Para María "es un reto volver a estudiar con 44 años", pero cree que es una oportunidad única "para formarme en una profesión que tiene un abanico de salidas laborales muy amplio".

Esa fue una de las ideas en las que ahondó la delegada de Innovación ayer, quien apuntó que el objetivo de la escuela es "volver a tener las altas tasas de inserción laboral que siempre ha tenido". Gema Pérez sostuvo que el mensaje que quiere transmitir la Junta con esta reapertura es "de ilusión. La escuela ha pasado un proceso difícil hasta integrarse en el SAE, pero hoy comenzamos un nuevo ciclo".

Pérez afirmó que las instalaciones están preparadas para el comienzo de las clases y que éstas comenzarán con total normalidad el próximo lunes a pesar de que faltan cinco docentes, concretamente de cocina, de sala, de repostería, de francés y de informática. Al respecto, la delegada aclaró que "se sacarán vacantes para cocina y sala y hay un proceso de promoción interna abierto. La vacante de informática se cubrirá con personal del SAE".

Además, explicó que la primera semana se impartirá un curso de manipulador de alimentos por parte de una empresa externa y en octubre la plantilla estará completa. "Con total seguridad la Escuela de Hostelería comenzará su actividad con normalidad".

En total, se impartirán 3.000 horas de formación, 1.500 entre cada especialidad de cocina y sala. Se ha apostado en esta ocasión por la paridad, por lo que hay 50% de alumnas y 50% de alumnos con edades comprendidas entre los 19 y los 55 años.

A esta jornada estaba invitado el chef Ángel León, quien subrayó que era "una alegría muy bestia que la escuela se abra de nuevo". El jefe de cocina del restaurante Aponiente afirmó que "necesitamos profesionales de la hostelería de la provincia" y anunció que cuatro alumnos (dos de cocina y dos de sala) podrán realizar prácticas en su local durante este curso.

Sobre el restaurante de la propia escuela, la delegada explicó que volverá a estar en funcionamiento de cara al público cuando la dirección del centro considere que los alumnos están suficientemente formados.