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Luis Manuel Rivero Ramos. autor de carnaval, cofrade y profesor

"Soy una persona lanzada porque me creo las cosas"

  • "Considerar si una letra tiene calidad o no dependiendo de si comparto el mensaje, no me parece bien"

LUIS Rivero tiene conversación para rato. En el bar Mary y José, enfrente del colegio Salesianos donde se encuentra la hermandad del Despojado, transcurre esta entrevista.

 

-A usted se le puede abordar desde múltiples facetas. Empecemos por el Carnaval, que fue por lo primero que le conoció la gente. ¿Cómo llega a este mundo? 

 

-Mi madre la verdad es que nos apuntaba en todo y yo estaba en el Conservatorio, en fútbol, baloncesto... Uno de mis compañeros de clase en el colegio de San Felipe del centro era Álex Monzón, que estaba en una chirigota infantil de la Peña Nuestra Andalucía. Necesitaban a un guitarra y yo llevaba un año dando clases, así que entré. Tengo que decir que eso era una chirigota y yo era el más serio de todos. El año anterior ellos habían ganado el primer premio con 'Los pilotos del azafrán Aeroplano' y en 1989 conmigo fuimos 'Los vizkingos', que conseguimos el tercer premio. Éramos una chirigota demasiado bien cantada, de manera que al año siguiente pasamos a comparsas y conseguimos numerosos primeros premios.

 

-Dejó la comparsa y se pasó al coro. ¿Está más tranquilo en esta modalidad que no es tan mediática y tan dada al estrellato como la otra?

 

-Quizás no he terminado de explotar en el coro como en la comparsa pero ahora me siento muy a gusto y siento menos presión, aunque evidentemente quieres ganar como todos los demás. Con lo del estrellato yo nunca tuve problemas y he tenido grupos competentes con gente que hoy son estrellas absolutas del Carnaval. Lo que pasó es que por el motivo que sea hubo un momento en el que no llegaba a estar al nivel que yo quería. Pasábamos a semifinales pero no para ganar. Eso ocurrió durante varios años seguidos y ya no me sentí motivado.

 

-Ganó muy joven el primer premio de comparsas con 'Guadalupe' en 2003. Eso le generó una presión y unas expectativas muy grandes para los años venideros.

 

-Efectivamente éramos muy jóvenes pero la presión no la sentimos en un principio. Al año siguiente, con 'Gaditanos', estaba convencido de que éramos mejor comparsa  que la anterior. Sin embargo no convencimos. Ya no cuentas con el factor sorpresa y si no tienes eso, ya no ganas. Durante el concurso de aquel año sí que ya empecé a sentir la presión. Antes estaba en una nube, pero cuando después del primer día empiezan a llegar los palos, aprendes de que esto va así. Planteamos una comparsa que era muy buena pero quedamos sextos a 30 puntos del quinto.

 

-¿Uno puede correr peligro de endiosarse?

 

-Claro que sí, pero para eso es muy importante que la gente que está a tu alrededor te baje de la nube.

 

-Usted es una persona religiosa y ha tocado temas desde un punto de vista distinto al de otros muchos autores. Se supone que la libertad y el Carnaval van acompañados de la mano pero a usted le han llovido críticas e incluso insultos por ello.

 

-Considerar que una letra tiene calidad o no según si comparto el mensaje o no, no me parece bien. Conforme he ido escribiendo sobre determinados temas me han llegado a tachar hasta de facha cuando he cantado letras con mensajes más revolucionarios. Por ejemplo varias veces contra la pena de muerte, cuando a otros ni se les ha escuchado. Lo que siempre he tratado es de mantener el mismo discurso y siempre lo hago con lo que pienso. He hablado del matrimonio en un momento en el que se huye del compromiso, del aborto o de la religión, que es el que ha tenido más descargas en Youtube. Lo único que pido es que respeten lo que yo digo.

 

-¿Lleva mal las críticas?

 

-Cada vez mejor pero cuando era más joven las llevaba mal. Cuando llegaba el Carnaval, si alguien de la prensa, por ejemplo, ponía algo, te molestaba, pero cuando pasa el tiempo se relativizan las cosas. Creo que se hace una crítica de un concurso amateur como si se tratara de uno profesional. Creo que deberíamos disfrutarlo más. Desgraciadamente en esta sociedad se ha instalado el síndrome de Risto Mejide. La inmensa mayoría de las agrupaciones han trabajado mucho pero como no lleguen a las expectativas, hay que echarse a temblar.

 

-Un familiar madrileño que tuvo su primer acercamiento al Carnaval hace pocos años y ahora es un gran picado, me dijo que lo que más le llamó la atención de las agrupaciones es la calidad musical.

 

-Estoy de acuerdo. Hay agrupaciones que están por encima de la capacidad de los que tienen que valorar. Hay gente que está en el jurado y que no tiene capacidad para valorar eso. Se trata de que gane el mejor en un todo y eso en los coros es donde más trabajo cuesta porque el argumento es "el tango es que...".

-Pasemos a las cofradías. Usted fue uno de los fundadores y el primer hermano mayor de la nueva cofradía del Despojado. ¿Se dan cuenta de lo que han conseguido en tan pocos años?

 

-Si yo la tuviera que fundar ahora quizás me lo pensaría más. Tan joven quizás me hacía ser más lanzado e idealista. Mi madre siempre me enseñó que si quería llegar aquí, tenía que apuntar más arriba. El proyecto me ilusionaba mucho y conseguimos ilusionar a los demás. Eso fue fundamental.

 

-¿Pensaba que podía llegar a tanto?

 

-Yo estaba convencido. Tenemos un colegio de más de mil alumnos, hasta ahora sin cofradías alrededor, con una feligresía muy activa y mucha gente joven. El proyecto tenía que funcionar.

 

-Lo clavaron hasta con la imagen y el misterio.

 

-Los compañeros del coro Medea siempre hablaron de Romero Zafra. Decidimos hablar con él y fuimos diez o doce personas a Córdoba. Nos dijo que la agenda la tenía ocupada hasta 2012 pero se ilusionó tanto por el proyecto que lo convencimos. Hay que tener en cuenta que cuando hablamos con él todavía ni éramos hermandad.

Queríamos un autor que no tuviera nada en la Semana Santa de Cádiz y eso también era una motivación extra para él. Con el misterio también había que buscar uno que no saliera aquí. Se barajaron algunos como el Desprecio de Herodes, pero lo dejamos porque podría crear polémica y que la gente creyera lo que no era. Finalmente fue el Despojado, que curiosamente coincide con el primer misterio que vi en Sevilla.

 

-¿Qué siente cuando uno ve por primera vez la imagen?

 

-Más que con la imagen fue cuando vimos el boceto en barro. Superó todas las expectativas. Cuando fuimos a recoger la imagen a Córdoba, la transportamos en una furgoneta y yo tuve que dejar de conducir a mitad de camino porque sentía que era una gran responsabilidad.

 

-¿No le da pena que con lo que se ha conseguido, con el cortejo que se pone en la calle y con la buena cofradía que se ha creado, la gente se quede con la manera de llevar el paso o el doble paso?

 

-Al principio me entristecía y me frustraba. Más adelante decidí no darle importancia. Muchos de los que deciden criticar sólo se plantean hablar de cofradías en Semana Santa. Eso no quiere decir que a todo el mundo le deba gustar lo que se hace pero lo que no debe faltar es el respeto.

 

-Pero a usted le han dicho de todo en la procesión.

 

-Pero en el cortejo estás más preparado. A mí lo que me da miedo es la gente de la hermandad o la familia que no están en el mismo. A veces son insultos sin sentido. La gente cuando no está intoxicada y disfruta de lo que ve no hay problemas. Vimos que se le podía sacar partido a esa forma de andar y deberían estar agradecidos a que se ha buscado la forma de llevarlo a hombro.

 

-Usted es profesor de música. ¿Ha sido algo vocacional?

 

-Vocacional fue la música pero la profesión no tanto, aunque con el paso del tiempo me ha encantado.

 

-Su nombre siempre ha salido en las quinielas de los equipos que tenía que montar el PP para cada municipales.

 

-La política siempre me ha atraído y guardo vinculación con el Partido Popular, teniendo amistad con gente como Bruno García o Mercedes Colombo. Por diversas circunstancias no se ha dado hasta ahora la ocasión y no sé si en el futuro se dará.

 

-Pero usted fue llamado a filas en su momento.

 

-(Se lo piensa). No se ha dado la ocasión y no he llegado a estar nunca en una lista. Pero repito que es algo que me encantaría hacer en mi vida.

 

-¿Cómo ha podido llevar tantas cosas para adelante?

-Soy una persona inquieta y también una persona muy lanzada porque me creo las cosas. Lo que implica sobre todo es tener compromiso. Digamos que a la hora de la verdad alguien tiene que asumir la responsabilidad y eso nunca me ha importado.

 

-¿Eso lo define como un líder?

-La clave está en los que van contigo, porque uno solo no consigue nada. A veces tú puedes ser el idóneo para dar la cara pero hay gente detrás que son los que sirven para formar equipo.

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