Cádiz

¡Atención, se ha perdido un niño!

  • Existen novedosas fórmulas para evitar los tensos momentos que cada día se viven en las playas.

“¡Atención. Se ha perdido un niño de seis años de edad. Viste bañador rojo de Patrulla Canina”. Es el anuncio  estrella del servicio de megafonía. Acude fiel a cada jornada playera, cada día del verano, para pavor de sus padres, que cuando viven la experiencia se sumergen en un escenario repleto de nervios, estrés y tensión cuando transcurridos los primeros minutos empiezan a imaginarse lo peor. 

Lo normal es que todo acabe en final feliz, un mero susto, otra anécdota para contar, pero cada día son numerosas las familias que dejan de disfrutar de un apacible día de sol y mar. Para evitarlo hay una serie de consejos a seguir, protocolos activados y se han ideado varios sistemas que reducen considerablemente el tiempo de la búsqueda gracias a las nuevas tecnologías o a sistemas más rudimentarios pero igualmente eficaces como la simple pulsera identificativa. En las playas gaditanas destaca la iniciativa que se ha puesto en marcha en Chiclana, en la que Cruz Roja Española ha rotulado las torres de vigilancia y los botiquines con originales dibujos de animales, además de repartir pulseras identificativas. 

Una estrella de mar, una ballena, un cangrejo, un delfín, un caballito de mar y una tortuga guían los caminos de regreso a la sombrilla familiar de cada niño en las playas chiclaneras.  Son los dibujos de animales que en colores vistosos ya asoman de cada una de las seis torres vigías que se reparten en sus playas. Además, en los botiquines de Sancti Petri y de la Loma del Puerco, se ha dibujado a una socorrista con una niña pequeña de la mano. Es la iniciativa que junto al reparto de pulseras identificativas han ideado desde Cruz Roja en el municipio para evitar el fenómeno del niño perdido. Uno de los pocos lugares de la provincia donde se han ideado estas fórmulas inteligentes para evitar estos momentos de tensión.

En este mismo escenario, el de los niños extraviados, también ha irrumpido apps, tablets y smartphones entre ingeniosas soluciones técnicas.  De hecho, ya se comercializan todo tipo de pulseras electrónicas, geolocalizadores y artículos con códigos QR que permiten a cualquier otro bañista obtener el teléfono móvil de los padres escaneando la pulsera con cualquier Smartphone. Sistemas que no se dejan ver mucho nuestras orillas, también es cierto. Aunque todo se andará.

Lo normal, una vez que el tutor de un pequeño acude al puesto de socorristas para anunciar una desaparición, el procedimiento es  recoger todos los datos del menor. A continuación se utiliza la megafonía para comunicarlos y rápidamente se activan los efectivos de Cruz Roja en coordinación con la Polocía Local. ¿El resultado?suele ser una media hora de búsqueda, no mucho más.

El periodista Antonio Casals ha publicado que en las playas más bulliciosas pueden llegar a concentrarse más de 4.000 bañistas en menos de 3 kilómetros en un país, España, en el que más de 1.000.000 de ciudadanos se viajan a las playas en los días punta de verano. La Cruz Roja registra cada temporada 2.500 desapariciones pero el dato global podría ascender a más de 10.000 al año ya que la vigilancia de cada playa corre a cargo de distintas organizaciones y entes locales. En algunas comunidades se pierden hasta 4 niños al día mientras que en zonas de gran afluencia, la cifra supera con facilidad los 10 niños cada 24 horas. 

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