Un paseo por la ciudad más poblada y motor económico de Galicia. El pintor gaditano Cecilio Chaves, conocido como el pintor de azoteas alaba la ciudad que le acoge hace más de 15 años en sus retiros fuera de Puerta Tierra, Vigo. La ciudad que los romanos bautizaron como Vicus, aldea en latín, dejó de ser un pequeño núcleo urbano para convertirse en la urbe gallega de mayor relevancia comercial. El artista Cecilio Chaves tiene a esta ciudad como musa de inspiración en sus nuevas creaciones pictóricas, creando un vínculo artístico entre los tejados vigueses y gaditanos.

Cómo llegar "Aún habiendo las facilidades para viajar de las comunicaciones aéreas y ferroviarias, no dudo en agarrar el coche y tirar para el norte. El coche es imprescindible para conocer y ver Galicia a fondo", explica el pintor. A pesar de pasar la mayor parte de su estancia gallega en la ciudad, cree que el encanto que tiene los municipios como Tomiño, las parroquias casi despobladas y entornos naturales "frondosamente verdes", son de visita obligada para quién desee conocer Galicia de verdad. "Además, la zona fronteriza, con Portugal, tanto marítima, La Guardia, como por tierra, Tuy, son zonas de las que disfruto con frecuencia".

Inspiración portuaria

A pesar del gris ambiental y arquitectura digna de un contexto de novela negra que posee la ciudad, el pintor tiene un prisma diferente desde la cima de los edificios con solera de la ciudad. A diferencia de las azoteas dedicadas a Cádiz, Vigo le incita a dibujar su zona portuaria-industrial. En su colección titulada Luces atlánticas se valió del barco de un amigo, donde pasó gran parte del verano, recordando los tiempos de la Boheme de los años 30, para captar desde un prisma diverso su conjunto urbano.

para comer

Galicia en su conjunto posee lugares de culto para comer sus delicias de mar, más conocido como marisco. Para el pintor es de digno peregrinaje el restaurante El Candil en la portuaria, principalmente de barcos de recreo, ciudad de Baiona.

Zonas naturales

"Las Rías Baixas son para verlas y admirarlas desde el mar", dice, así como el novelista Thomas Mann hablaba de que la entrada en Venecia si no era en vaporetto era por la puerta de atrás. La zona de Vigo y su entorno posee espacios naturales privilegiados. Las islas Cíes actúan de modelo a las puestas de sol atlánticas. La playa de Concheira es para el pintor su playa fetiche en la que echar la toalla. "Aquí no siempre hace buen tiempo pero es una particularidad que me atrae de estas tierras". La temperatura es una motivación extra del norte, "también es de valorar el paseo de media tarde sin el calor de levantera que en el sur tenemos, te deja pensar con más soltura", valora. A pesar de la belleza natural de la zona, el pintor suele pasar más tiempo en la urbe debido a su actividad y visitas por las galerías donde dice "pasar gran parte de su estancia gallega" y, de ese modo, crear lazos para situar sus pinturas de los cielos gaditanos en tierras del norte. "El negocio del arte en el norte peninsular tiene los mismos inconvenientes ecónomicos que en el sur, se valora y respeta pero la actividad económica es difícil". El pintor gaditano, además de pintar entornos urbanos (principalmente azoteas de su Cádiz natal), ilustró el cartel del Festival de Teatro Iberoamericano de hace unos años (FIT), además del cartel del Carnaval del año 2015 con su visión panorámica de la Catedral desde una azotea del centro histórico. Cecilio Chaves, que actualmente tiene un estudio junto al artista Julián Delgado en la calle Cristóbal Colón, es, sin duda, un pintor con visión panorámica.