El aumento de urgencias psiquiátricas en menores de edad y el riesgo que existe de psiquiatrizar situaciones que no pertenecen a este ámbito, la necesidad de luchar contra la estigmatización de la enfermedad mental y para que estos pacientes sean atendidos como cualquier otro, el incremento de suicidios debido a la crisis o la necesidad de realizar protocolos y acuerdos ante el internamiento involuntario de pacientes, que está regulado en el artículo 763 del Código Civil, son algunos de los temas que motivaron la creación de la Sociedad Española de Urgencias Psiquiátricas (SEDUP) hace dos años y que se tratarán este fin de semana en Cádiz, en las Segundas Jornadas Nacionales de SEDUP.

En concreto, este congreso tendrá lugar los días 17 y 18 de junio en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras. Está dirigido a todos los profesionales y agentes de salud que intervienen en una urgencia psiquiátrica, como psiquiatras, psicólogos, médicos de urgencias, médicos de familia, abogados o fiscales, entre otros, además de a psicólogos en formación y toda persona interesada en la salud mental en general y en las urgencias psiquiátricas en particular, según explica Jesús Salomón Martínez, presidente del comité organizador, que es psiquiatra de la Unidad de Salud Mental Comunitaria de Villamartín y responsable del Programa TIC (Tratamiento Intensivo Comunitario) en la zona de la Sierra de Cádiz, todo ello perteneciente a la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital de Jerez.

Jesús Salomón señala que acudirán más de 200 congresistas de toda España. La mayoría de los que han confirmado su asistencia son psiquiatras, pero también hay enfermeros, psicólogos y trabajadores sociales.

Entre los temas que se tratarán, destaca la evaluación de la capacidad, "que muchas veces es un reto para el clínico", y la voluntad anticipada en salud mental, algo que "se ha demostrado que si se hace bien, se evitan muchos problemas con los pacientes", según Salomón.

Los objetivos de estas jornadas son "formar al personal que interviene en estas urgencias para mejorar la calidad asistencial en sus actuaciones médicas y no médicas a la hora de atender a los pacientes que acuden de forma urgente con problemas relacionados con salud mental; la concienciación del aumento del número de urgencias que se atienden y de la necesidad de crear protocolos específicos para la atención de las mismas; y también contribuir a la desestigmatización de los pacientes con problemas de salud mental además de terminar con los mitos de la agresividad, violencia y peligrosidad, ya que no son pacientes especialmente violentos", indica el presidente del comité organizador.

Salomón comenta que los principales motivos de urgencias psiquiátricas son la agitación psicomotriz, intentos de autolisis (suicidio), crisis de ansiedad e intoxicaciones por sustancias tóxicas, como alcohol y drogas.

Un aspecto preocupante que señala es que se está produciendo un aumento de incidencias de problemas de salud mental, tanto de forma urgente como ordinaria, en la población infanto juvenil. En opinión de este médico, las circunstancias sociales, económicas y educacionales actuales pueden influir en el desarrollo psicoemocional del niño, poniendo como ejemplo la mayor desigualdad social que existe hoy en día, los cambios en el sistema educativo, la mayor incidencia de desestructuración familiar, la rapidez de la sociedad actual y el aumento del consumo de tóxicos (incluido el alcohol).

En el folleto de presentación de las jornadas, los organizadores destacan que la práctica clínica "es cada día más compleja y tenemos que afrontar nuevas y mayores demandas. El presente y el futuro de la atención a las urgencias psiquiátricas pasan por adaptarse a esas nuevas necesidades y escenarios en continuo cambio". Jesús Salomón explica que en estos nuevos escenarios se encuentran el aumento de adolescentes con problemas psiquiátricos, las incapacitaciones, la nueva problemática social o los asuntos de género, "aunque debemos destacar el riesgo de psiquiatrizar el sufrimiento cotidiano, dado que muchas de las problemáticas sociales, personales y económicas no están relacionadas con cuadros psicopatológicos que requieran atención en salud mental. Por eso, tenemos que adaptarnos y tener buenos protocolos para que los profesionales sepan qué hacer en cada momento y cuándo hay que derivar o no a salud mental. La coordinación entre servicios es una pieza clave", concluye.