Cádiz

Lucy acepta 17 años de prisión

  • La condenada por el crimen de Guillén Moreno evitó el juicio y se benefició de una ligera rebaja en la petición de cárcel del fiscal

Lucy, la vecina de Guillén Moreno que asfixió a una anciana de 91 años hasta causarle la muerte para robarle dinero y joyas, aceptó ayer la pena de 17 años de prisión, 15 por el delito de asesinato y dos por el de robo con violencia en casa habitada.

La ahora condenada vio ligeramente rebajada la pena de cárcel a la que se enfrentaba, toda vez que las partes personadas en el procedimiento llegaron a un acuerdo. Así, Lucy evitó el juicio -que se hubiese celebrado con jurado- y mostró su conformidad respecto al relato de los hechos que formuló el fiscal.

El Ministerio Público, por su parte, planteó una ligera reducción de las penas solicitadas en sus conclusiones provisionales, de tal forma que pidió 15 años en lugar de 16 por el delito de asesinato (como hizo inicialmente), al concurrir la atenuante de adicción a sustancias estupefacientes; y por el delito de robo propuso una pena de dos años de prisión en lugar de tres y medio al considerar, no sólo la atenuante de adicción, sino también la reparación del daño.

Dado que todas las partes alcanzaron un acuerdo en sala, Lucy fue condenada en firme ayer por el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz a 17 años de prisión, dos años y medio menos de lo que en un principio requirió la Fiscalía.

Las conclusiones exponen que Emilio Fernández, una persona transexual conocida entre sus allegados como Lucy, tenía conocimiento de que María Soto Macías, de 91 años, y Josefa Soto Macías, de 90, vecinas de la misma zona donde residía -la barriada de Guillén Moreno-, guardaban en la vivienda una considerable cantidad de dinero. Lucy decidió sustraer el referido montante y para ello se apoderó de la llave de la puerta de acceso al domicilio de las hermanas Soto en una visita que les hizo.

El escrito de calificación expone que en la madrugada del 29 de julio de 2014 Lucy fue a la casa de las ancianas y, tras lograr que algún vecino le franquease la puerta de entrada al bloque, se dirigió a la vivienda de aquellas, abriendo la puerta con la llave que había sustraído. Una vez en el interior, mientras que las moradoras se encontraban dormidas, la ahora condenada registró muebles y cajones hasta encontrar el lugar donde estaba el dinero. Se hizo con 18.313,40 euros y con varias joyas.

A continuación y, probablemente, al ser sorprendida por María Soto, Lucy decidió quitarle la vida. Aprovechó que la anciana estaba acostada e indefensa en su cama para abalanzarse sobre ella y colocarle en la cabeza una bolsa de plástico que le impedía respirar. Y ello, especifica el fiscal, apretando con fuerza el cuello de la víctima y permaneciendo así hasta que la dueña del inmueble falleció. Una vez que la asesina comprobó que María Soto había dejado de respirar, se marchó de la vivienda con el dinero y las joyas, no sin antes subir la persiana de una de las ventanas para dar apariencia de que el autor del crimen había entrado por ella.

Durante el tiempo que Lucy estuvo en el inmueble de las ancianas, Josefa Soto, hermana de la víctima, se quedó en su dormitorio sin que conste si se percató de lo que ocurría al estar aquejada de Alzheimer en estado avanzado.

De otra parte, tras las primeras gestiones practicadas por la Policía, se identificó a Lucy como la persona que pudiera estar implicada en el crimen de la anciana. De ahí que varios agentes se personasen en su domicilio, si bien ella no respondió a las llamadas. Sin embargo, sabiéndose buscada por la Policía, la asesina decidió entregarse. Sobre las 3:00 horas del día siguiente (30 de julio), se personó en la Comisaría de Cádiz manifestando que era la autora de la muerte de María Soto. Además, hizo entrega de la totalidad del dinero robado y de las joyas.

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