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Cádiz

STOP, es un bulo

  • Policía y organismos públicos advierten que la difusión de noticias falsas crea una alarma social que puede ser constitutiva de delito Remiten siempre a fuentes oficiales

La tortilla con salmonela no ha originado únicamente una intoxicación alimentaria con más de un centenar de afectados, también ha sido el foco de una serie de bulos que se han expandido por las redes sociales y la mensajería instantánea de una manera asombrosa. A medida que el número de afectados subía, la rumorología alimentaba el tamaño de leyendas que se han propagado rápidamente por móviles y el mundo virtual, siempre amparados por el anonimato.

Varias mentiras salieron disparadas en este nuevo boca a boca a través de aparatos electrónicos, dejando un segundo fallecimiento por salmonelosis, la denuncia de unas urgencias colapsadas por el incesante goteo de nuevos intoxicados o la noticia de que la partida entera de huevos estaba contaminada y no se debían consumir por precaución. Falsas informaciones insufladas por la alarma social que crea un caso de salud pública.

Desde la Delegación de Salud apelan a la responsabilidad social, tanto de los medios de comunicación, como de la propia administración y de la ciudadanía para evitar estos contagios informativos que tratan de manipular la realidad. En definitiva, recomiendan pararse un segundo antes de continuar con la difusión de estos mensajes y contrastar la información con fuentes oficiales. El delegado agradeció esta semana el trato informativo de los medios ante la intoxicación alimentaria. Aportar todos los datos posibles y actualizar las noticias es el mejor método de lucha ante la alarma que generan los bulos.

Si hubiese una alerta sanitaria o en materia de seguridad, la Policía Nacional o el órgano público vinculado sería el primero en informar a la ciudadanía, explican fuentes policiales. Inciden en la necesidad de contrastar las informaciones con las fuentes oficiales y responden tajantes que el bulo se puede frenar si no se reenvía. La cuenta en redes sociales de la Policía trabaja en desmentir informaciones falsas en cuanto estas se expanden por el universo mediático, pero reconocen que es imposible contrarrestarlas una por una. El hashtag #stopbulos es un buen ejemplo de este intento de freno.

Desde las delegaciones territoriales de la Junta explican que el principal elemento de prevención y el mejor cortafuegos en caso de aparición de un bulo es la información. Así lo confirman desde la Delegación del Gobierno, que en cuanto detectaron que los rumores vertidos por redes sociales en relación con la intoxicación alimentaria de la famosa tortilla no paraban de extenderse, decidieron actuar para frenar la alarma. Además de la comunicación habitual entre estos organismos y los medios de comunicación, en estos casos se intenta mantener un canal abierto continuo de modo que la información fluya clara, transparente y didáctica, explican desde el organismo autonómico. De ahí que se hayan ido actualizando los datos dos veces al día. "Si nos escondemos alimentamos el bulo", argumentan, sobre todo en una fiesta como el carnaval en la que hay mucha gente en la ciudad. Se facilitan datos e información técnica sobre la enfermedad para acotar la rumorología y la invención.

Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea tienen un papel clave en la difusión de los bulos. Por tanto, la batalla contra la propagación de estas difamaciones o mentiras también hay que enfrentarla en el mismo terreno. La administración, a través de sus cuentas oficiales en las redes sociales, aportan algún dato, comparten información y, en la última semana, han reiterado los llamamientos a la calma. La repercusión de la tortilla contaminada con la bacteria de salmonela ha provocado una petición continua por parte de los organismos a que solo se dé credibilidad a la información proveniente de fuentes oficiales. Esta campaña la han realizado a través de las redes sociales de las propias administraciones públicas y con el apoyo de colaboradores y voluntarios digitales (Policía, Guardia Civil, Emergencias 112 o Protección Civil).

Una de las cuentas que han ayudado a difundir información y a frenar los bulos en twitter ha sido la de Vost Andalucía. Se trata de un equipo de voluntarios digitales en emergencias que han hecho frente a las mentiras denunciando públicamente las malas prácticas de algunas cuentas: "No entendemos las ganas de crear alerta en algunos individuos", adjuntando tuits en los que se difunden bulos y mostrando un claro rechazo a ese proceder.

En cuanto a las consecuencias legales de la difusión de bulos, desde la Delegación del Gobierno andaluz explican que prefieren usar la disuasión que la denuncia. La Policía advierte que la difusión de alertas falsas puede constituir una práctica delictiva al crear alarma social. Normalmente, para actuar debe haber un delito privado, es decir, que se produzca calumnia o injuria contra alguien y el afectado presente una querella. En ese caso se rastrea el origen en busca de un responsable. Cuando el perjudicado es un estamento público suele ser el Ministerio Fiscal el que actúa de oficio. Lo usual es que la indeterminación de la víctima y la dificultad de hallar el origen dejen sin consecuencias la creación y difusión de bulos. Ángeles Ayuso, fiscal jefe de Cádiz, acota las actuaciones de Fiscalía a la comisión de un delito, ya sea por la provocación de desordenes públicos o a la difusión de calumnias e injurias. La Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía es la encargada de investigar y obtener las pruebas para presentarlas ante el juez.

Un antecedente que guarda similitudes con la intoxicación alimentaria y que acarreó denuncia fue la broma de un hombre en Puerto Real que activó todo el protocolo contra el ébola al avisar de su posible contagio. Ahora se enfrenta a un proceso judicial acusado de falsa alarma -delito tipificado en el Código Penal con penas que oscilan entre los tres meses y un año de prisión- y el Ministerio Público solicita que sea condenado al pago de unos 10.000 euros entre la sanción y el reintegro de los costes del operativo de seguridad sanitaria que puso en marcha la Delegación de Salud. En ambos casos, intoxicación masiva y riesgo de contagio de enfermedad potencialmente mortal, hacen saltar las alarmas por cuestiones de salud pública.

Entre los bulos recientes a los que han tenido que enfrentarse los organismos públicos en Cádiz citan la supuesta existencia de un tornado por la que quedaban suspendidas las clases en los centros educativos de la ciudad, la liberación de un pederasta que se encontraba en las inmediaciones de la avenida o la crisis del agua sufrida en Loreto con un corte que se alargó durante dos semanas y que suministró rumores para todos los gustos.

La Policía destaca que los grupos de whatsapp, sobre todo los creados entre padres y madres de alumnos de los centros educativos, se han convertido en los grandes altavoces de los bulos, que en muchas ocasiones son versiones adaptadas a los nuevos formatos de mentiras antiguas.

La finalidad de esta difusión suele ser la de generar inseguridad, miedo, duda o confusión, por el ego creador del que la genera o por conseguir una base de datos de direcciones de correo electrónico cuando se trata de peticiones de reenvío por mail. El objetivo no suele ser lucrativo.

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