Turismo

Una visita guiada muy dinámica

  • Las Bicis Naranjas ofrece rutas diferentes, económicas y divertidas hasta cualquier rincón de la ciudad y con la opción de personalizarlas.

Un paseo ameno, dinámico, divertido y diferente, resaltando las muchas curiosidades y pequeñas historias que posee esta ciudad a golpe de pedal. Deborah Ribalta explica en qué consisten las rutas guiadas en bicicleta con la ilusión de haber mimado sus productos. Las bicis naranjas sobre las que se realizan las visitas están creadas a conciencia, adaptadas a rodar por la ciudad y revisadas semanalmente.

El sueño es vincular las bicicletas naranjas al turismo gaditano como las vespas al romano. La ciudad anima a usar este tipo de transporte por la ausencia de desniveles importantes y por una temperatura acorde la mayor parte del año. De ahí que esta emprendedora se animara a ofrecer un servicio a los turistas para conocer la ciudad de un modo diferente y con múltiples posibilidades.

La ruta estándar dura alrededor de tres horas. Un titulado en Turismo realiza la guía, en bicicleta por supuesto, explicando la historia y los monumentos de la ciudad, pero también las curiosidades y leyendas que en Cádiz abundan. La idea que quieren explotar es la de un paseo divertido y diferente al circuito turístico más típico. Esto incluiría una parada durante la etapa ciclista para el avituallamiento, con bebida y tapa en algún rincón de la ciudad.

Normalmente ofrecen una visita por los lugares más míticos. Salida de Plaza España -la tienda está situada en Antonio López- y recorrido por Alameda Apodaca, Parque Genovés, plaza del Falla, Castillo de Santa Catalina, La Caleta, Castillo de San Sebastián, Campo del Sur, Plaza de la Libertad, Plaza de las Flores, Catedral y San Juan de Dios. El Paseo Marítimo depende del tiempo transcurrido durante la ruta y del arrojo del grupo que la contrate. Pero Las Bicis Naranjas tiene un concepto que tiende a huir del mero papel de guía turístico, de modo que está abierto a rutas temáticas personalizadas. Visitas enfocadas a los artistas en la fotografía o para los buscadores de la esencia de la ciudad tienen perfecta cabida. De hecho, las opciones para realizar rutas más allá del asfalto urbano están abiertas, puesto que también existen las naranjas en versión mountain bike para salir al Parque Natural de la Bahía. Llegar a Los Toruños o a la Punta del Boquerón con guía también es posible.

Las rutas suelen realizarse en grupos muy reducidos y a velocidad paseo. Nada de esprint. Cádiz es llana pero no siempre tiene una infraestructura amable para la bicicleta. A falta de una red adecuada de carriles específicos, Las Bicis Naranjas suele evitar los horarios y las calles con más bullicio. Tranquilidad en el recorrido y respeto mutuo con los peatones es la filosofía.

El perfil mayoritario que pilota una bici naranja es el de una pareja, aunque tampoco faltan las familias -estas generalmente extranjeras-. Suelen ser jóvenes pero con un importante tirón en el tramo entre los treinta y tantos y los cincuenta y tantos. El crucerista no es el público principal, la bici naranja es más del gusto del que se aloja en un hotel o apartamento por unos días y dedica el día o una parte del mismo a hacer una ruta, ya sea para tener una visión general o un apartado más concreto de la ciudad. Pero como toda regla necesita de su excepción para ser confirmada, todavía se recuerda en Antonio López al serbio que llegó solo y con más de ochenta años, que se bajó de un crucero y se subió en una de las naranjas para salir disparado.

Las rutas en bicicleta llevan alrededor de un año de paseo por Cádiz pero a ritmo de iniciación. En estos meses se ha aprovechado para ir engrasando el camino, probando los gustos, para ofrecer ahora un recorrido afinado y trabajado. Los senderos urbanos descubiertos hasta ahora los ofrecen en una App de descarga gratuita en ifenicia, que los turistas pueden utilizar si prefieren realizar el recorrido por libre -pueden alquilar solo las bicis naranjas con su soporte para móvil en el manillar, por ejemplo- . Las opciones son múltiples ya que se trata no solo de una tienda de alquiler, sino que dispone de taller y de servicio de venta -todo tipo de bicicletas y accesorios para personalizarlas-.

Deborah destaca que las rutas de sus bicis naranjas se caracterizan por ser baratas, diferentes y divertidas. Y hace hincapié en las sinergias con el tejido comercial gaditano, presentar al cliente un valor añadido en el que cada miembro sume una pedalada, de modo que juntos avancen hacia la excelencia. Las Bicis Naranjas tiende puentes con comercios hosteleros, con negocios del sector turístico para ofrecer un plus al visitante, con empresas colaboracionistas como la escuela de idiomas con la que tiene conveniado rutas para sus alumnos...

Las bicis cuentan con elementos pensados con cariño y dedicación para la mejor adaptación, con un tipo de sillín cómodo para el paseo, ruedas de un grosor adecuado para los adoquines, posibilidad de incluir sillas portabebés, iluminación, cadenas antirrobo, cesta... En definitiva, todo lo necesario para transportar al turista de una forma cómoda para que se dedique a disfrutar de las metas que Cádiz ofrece.

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