El problema que padece la iglesia de San Pablo no se ve desde el interior de la iglesia. No es localizable a pie de altar, ni entre los bancos, ni debajo del coro. Para ver dónde está el peligro que ha llevado a cerrar la iglesia de la calle Ancha hay que subir por encima del techo de la única nave del templo, en ese espacio mágico que separa las bóvedas de las cubiertas de las iglesias y cuyo acceso siempre es enrevesado y, sobre todo, muy limitado.

En el caso de San Pablo, ese espacio entrebovedado (al que ha accedido este periódico) está cubierto por un entramado de vigas de madera de considerable grosor que cruzan el espacio de manera perpendicular a la nave. Es ahí, precisamente, en esas vigas de madera, donde radica el problema de San Pablo.

Algunas de esas vigas presentan un mal estado de conservación en las cabezas, fruto de la humedad localizada en esa zona y -según los técnicos del Obispado- el efecto de los xilófagos. Realmente son dos o tres vigas, al parecer; coincidiendo la zona con un bajante de aguas pluviales que pasa desde la azotea del edificio.

El rector del templo de la calle Ancha, Manuel de la Puente; y el hermano mayor de la cofradía, Ramón Sánchez Heredia, mantuvieron en el día de ayer una reunión con miembros del Obispado para abordar posibles soluciones que puedan dar lugar a la reapertura del templo lo antes posible. "Vamos a tratar por todos los medios que San Pablo se arregle", indicaba ayer Sánchez Heredia.

Para hacer esto posible, la cofradía va a estudiar posibles soluciones que pueda tener el problema actualmente localizado y trasladarlos posteriormente a los técnicos del Obispado para que den su aprobación. Para ello, Ecce-Homo cuenta con hermanos capacitados (un arquitecto y un arquitecto técnico) que van a trabajar en este asunto de manera desinteresada. Y cuando esta solución sea aprobada por el Obispado, se buscará la actuación por la vía más rápida, si hubiera posibilidad de financiación, para evitar que el cierre se demore en exceso en el tiempo.

Y es que la hermandad del Ecce-Homo juega en su contra con las fechas actuales, a pocos días de comenzar la Cuaresma y con la Semana Santa a la vuelta de la esquina. "Todo tiene que ser inmediatamente, porque las fechas están ahí", indica al respecto el hermano mayor, que sigue apostando firmemente porque la hermandad pueda realizar la estación de penitencia desde San Pablo este Martes Santo. Aunque como puntualiza también Ramón Sánchez, "lo que está claro es que tiene que haber una seguridad de que no haya ningún percance".

"Que se arreglen los posibles peligros; eso es lo prioritario, para que no haya ninguna desgracia. Y ya luego que se vaya haciendo un plan más amplio, con los presupuestos que se manejen, y que se vaya interviniendo poco a poco. Y que no se tarde mucho, claro", espera De la Puente para el futuro próximo de San Pablo. Y de hecho, en el día de ayer estaba previsto que comenzara el Obispado una actuación de emergencia en la espadaña de la iglesia, que ante su mal estado de conservación amenazaba incluso con algún posible desprendimiento.

San Pablo necesita, en definitiva, una importante actuación que conlleve su íntegra rehabilitación. Y ante esta señal de emergencia, el Obispado (propietario del templo) y la cofradía de Ecce-Homo han dado ya los primeros pasos.