Javier Porras, Jordi Villa, Manuel Maye y José Marchante han vivido, a su corta edad, una experiencia única: convertirse en subcampeones de España en la competición más importante sobre seguridad informática celebrada hasta ahora en nuestro país, CyberOlympics.

Este certamen, en el que han participado 110 centros, proponía en su última fase una serie de retos con los que, a lo largo de cuatro horas, estos estudiantes del Instituto de Enseñanza Secundaria Rafael Alberti debían demostrar sus habilidades técnicas en distintos campos de la seguridad en Internet y las nuevas tecnologías.

Antes de llegar a esa gran final, que tuvo lugar el 28 de noviembre, los jóvenes superaron una serie de pruebas que comenzaron el pasado mes de septiembre. "Se trataba de una convocatoria a nivel nacional del Ministerio de Industria", aclara José Manuel González, profesor del Departamento de Informática, que buscaba "fomentar que los alumnos se decidan a estudiar seguridad informática, pues un informe del Ministerio detecta que en 2017 harán falta profesionales en este sector", mantiene Manuel Rivas, también docente de este departamento.

En esa primera fase pasaron siete pruebas sobre seguridad en aplicaciones web o informática forense (estudio de los ataques a webs a posteriori) en solo cuatro días, a pesar de que se les daba un plazo de 15. Por todo ello quedaron segundos en la clasificación general y viajaron hasta el Barclayd Center de Madrid los cuatro alumnos y los dos profesores.

"Íbamos un poco en desventaja porque los grupos podían ser hasta de ocho personas y ellos solo eran cuatro", subraya Manuel Rivas. Tuvieron que resolver 15 retos que ofrecían una puntuación diferente dependiendo de la dificultad. Además, cada reto tenía unas pistas y según cuántas utilizara cada equipo, se iban descontando puntos.

Manuel Maye recuerda que "estábamos bastante nerviosos", a lo que Jordi Villa añade que "ahí fue donde se notó quien había participado ya en eventos de este tipo, como los ganadores".

Manuel Rivas explica que "empezaron muy bien. El primer reto lo hicieron en 30 segundos, pero en el segundo malinterpretaron un dato, un número del enunciado, y estuvieron 1 hora y 40 minutos. Ya pensábamos que no íbamos a hacer nada porque caímos hasta la séptima posición. Pero cuando se dieron cuenta del error empezaron a subir, subir y subir y casi ganamos".

Por si fuera poco, tuvieron un problema añadido. "En los últimos 30 minutos nos dió un fallo la plataforma y no sabíamos por dónde tirar", comenta Javier Porras. No obstante, salvaron todos los obstáculos y quedaron segundos, una impresionante posición para ser novatos.

"La gente los felicitaba por su gran trabajo. Ha sido una experiencia enriquecedora para ellos y para nosotros. Han contactado con compañeros y con empresas del sector, lo que es muy interesante para su futuro", afirma Manuel Rivas.

El docente proclama que a pesar de su juventud, "ya llevan en el currículum una cosa muy importante" y agrega que sus alumnos destacan por "su constancia, ganas de aprender, de formarse y su capacidad de improvisación". José Manuel González cree que también lo hacen por "tener paciencia, inquietudes y ser curiosos".