En enero de 2011, otro suceso en el mismo edificio de la calle Columela alteró la vida de esta céntrica vía. En este caso, un incendio que se produjo en la vivienda del tercer piso le costó la vida a Antonio Alonso Gómez, de 53 años de edad, primo de Pilar Manzano Gómez.

El fuego tuvo lugar el 24 de enero, una fecha que coincide en el tiempo con la horquilla fijada en la investigación que realiza la Policía Nacional, ya que en ese mes se realizó el corte de los servicios de luz y agua al hogar de la segunda planta, en la que se halló el cuerpo de Pilar.

En el caso del incendio de 2011, pudo estar originado, tal y como constata la información publicada por Diario de Cádiz al día siguiente del suceso, por una colilla. De hecho, el cuerpo apareció totalmente calcinado, así como un sillón automático que pudo prender por culpa de este cigarro.

Esta víctima padecía esclerosis múltiple, lo que hizo que fuera perdiendo la movilidad mientras que avanzaba su enfermedad, lo que no le permitió poder escapar de las llamas que se propagaron por la vivienda.

Antonio era soltero y tenía dos hermanas y varios sobrinos. La familia había contratado los servicios de un cuidador permanente para que lo atendiera durante las 24 horas del día.

Sin embargo, en el momento en el que se declaró el incendio, esta persona se encontraba fuera del domicilio, ya que había acudido al médico para recoger unas medicinas.

El suceso se produjo sobre las 12 horas. El fuego se inició en el salón de la vivienda y la alerta la dieron dos personas que vieron salir el humo por los balcones.

La gran humareda provocada por las llamas hizo que la intervención de los bomberos fuera muy complicada, ya que prácticamente tuvieron que entrar reptando al hogar.

A la vuelta del cuidador a la vivienda, tras haber recogido las medicinas de Antonio, tuvo que ser retenido por los miembros de los cuerpos de seguridad al intentar acceder al interior de la casa mientras que se estaba produciendo la intervención para apagar las llamas.

Dos tristes sucesos que, prácticamente, han coincidido en el tiempo y que relacionan a dos personas cercanas con el mismo final. Sin embargo, y a la espera de conocerse cuándo se produjo el fallecimiento de Pilar, nada hacía presagiar durante el incendio en el tercer piso del 33 de la calle Columela lo que podía suceder solo unos cuantos escalones más abajo.