Llegó el día. La escala de buque portacontenedores Andrea será la última visita que la naviera OPDR protagonizará en Cádiz después de 123 años de muy buenas relaciones con el puerto gaditano. Sigue sin llegar una confirmación oficial pero tras propagarse la mala nueva a través de las páginas de Diario de Cádiz, medios especializados del sector de la logística y el transporte contactaron con sus fuentes y ha quedado ya más que patente que OPDR no cuenta con Cádiz.

Así, el actual puerto de contenedores de la Bahía de Cádiz que se ubica en el Muelle Reina Sofía de la dársena comercial de la capital ha quedado tan sólo para las dos escalas que hacen casi todas las semanas los buques de MSC.

Lo que aún quedaba en el aire era qué otro puerto estaba detrás de este cambio de estrategias por parte de la naviera alemana OPDR. Se dijo inicialmente que era el de Algeciras el nuevo muelle elegido por los alemanes, pero los cuadrantes de la propia naviera recién adquirida por la francesa CMA-CGM demuestran que no es Algeciras sino Huelva la que ahora disfrutará de los contenedores que llegaban semanalmente al puerto gaditano.

Hasta ahora, Cádiz estaba incluida en el servicio que conecta el norte de Europa, las islas Canarias y el sur de España. Sin embargo, esta escala de Cádiz ya no figura en el cuadrante al que se puede acceder desde la propia página web de la naviera. En su lugar figura el puerto de Huelva.

Así, el buque Las Palmas, ya escaló en su nueva ruta en Huelva el pasado domingo 1 de noviembre. Una semana más tarde, el día 8, hará lo mismo el también portacontenedores Alida.

Los motivos de este cambio de rutas no han sido aclarados por CMA-CGM pero es evidente que se trata de una modificación basada en la idea de que los alemanes han dejado de considerar estratégica esa escala en Cádiz.

El principio de no competencia sino más bien de complementariedad que debe rezar entre los puertos que conviven en una misma cornisa se vino hace tiempo al traste. Desde hace muchos meses, el puerto de Huelva está haciendo lo indecible por aumentar sus tráficos, no generando nuevos movimientos, que no los hay, sino más bien llevándose tráficos de puertos colindantes como Sevilla, Cádiz o Málaga.

En lo que respecta a Cádiz, en enero de 2011 ya publicaba este periódico unas declaraciones del entonces presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), Rafael Barra, que criticó al puerto de Huelva de llevar a cabo una competencia "desleal" con Cádiz y Sevilla después de anunciar la inminente puesta en funcionamiento de una línea mixta de carga y pasaje con Canarias. La línea a seguir era ya más que evidente. Cádiz, que hasta ahora era la reina de los tráficos entre la península y Canarias comparte ahora lecho con Sevilla y con Huelva, lo que influye no sólo en la posibilidad de prever una disminución en los movimientos con las Islas Afortunadas sino que podrían hacer temblar las ayudas públicas que Trasmediterránea recibe del Estado, sin las que el idilio de la 'Trasme' y Cádiz podría irse también al garete.

A los contenedores y a la lucha por poner la pica en Canarias se unen ahora otros tráficos que parece que habrá que acostumbrase ahora a compartir con los onubenses: los cruceros. Ahora se dan con un canto en los dientes por recibir una veintena de cruceros al año con esloras no demasiado importantes para Cádiz, pero una de las más fieles con Cádiz, la naviera Holland America Lines (HAL), ha cerrado con Huelva un acuerdo por el que la naviera de los buques de casco oscuro escalarán en el puerto de Huelva en siete ocasiones a lo largo del año que viene. Por suerte, en Cádiz que tiene bastante más que una veintena de escalas de buques turísticos, los de la HAL han señalado 24 escalas.

Estas fugas de los roro de Canarias, de los contenedores con el Norte de Europa y de los cruceros parecen estar alentadas por empresarios del puerto de Cádiz que se han dedicado a organizar fam trip (viajes de cortesía que se organizan para vender las bondades de un puerto) para dar a conocer el puerto de Huelva, actitudes que podrían ponérselo difícil a Cádiz, al menos hasta que no se ponga en funcionamiento la nueva terminal de contenedores que significará un antes y un después, o al menos así se espera, en el futuro del puerto gaditano.