Cádiz

Todos con el patrimonio gaditano

  • ADIP e Investigadores del Subsuelo reúnen a unas 200 personas en la ruta de protesta contra el abandono que sufren algunos monumentos y edificios históricos de la ciudad

Existen luchas por motivos laborales, sociales, educativos o políticos. Ayer se incluyó el patrimonio como una nueva causa de protesta para pedir que las administraciones trabajen por la rehabilitación, conservación y puesta en valor de los monumentos e inmuebles históricos de la capital gaditana. La Asociación para la Difusión y la Investigación del Patrimonio de la Provincia de Cádiz (ADIP) y la Asociación de Investigadores del Subsuelo de Cádiz consiguieron reunir ayer a unas 200 personas para protestar contra el abandono de los bienes culturales.

La manifestación comenzó con la lectura de un manifiesto en la plaza del Fray Félix, ante las puertas de la iglesia de Santa Cruz. Margarita Fernández, de ADIP, exigió, con la lectura del texto, "un cambio de perspectiva" de las instituciones para que "la ciudad vuelva a brillar por sí misma, por su historia y por su esencia".

El paseo reivindicativo salió en dirección hacia el Campo del Sur. En apenas 100 metros se concentran varios puntos críticos. Uno de los más claros es la unión entre la Casa del Obispo y el espacio Entre Catedrales. Por un lado, las disputas judiciales entre el Ayuntamiento de Cádiz y Monumentos Alavista mantienen cerrado el yacimiento arqueológico. Por el otro, el monumento funerario situado bajo el mirador se encuentra en mal estado, además de ser usado el callejón trasero como lugar de cobijo para indigentes. Al otro lado de la avenida se mostró la desidia al encontrarse tiradas en el suelo de la trasera de Santa Cruz las cuatro columnas de mármol del siglo XVII de Andrea Andreoli que completaban la portada de esta iglesia. Este paseo de los horrores se completa con el Teatro Romano, que permanece cerrado al público desde junio de 2010.

La bajada por la calle San Juan de Dios condujo al Patio Medieval de El Pópulo. Aunque no es de los lugares que motiva más quejas entre los colectivos, sí consideraron que la restauración no se ha realizado de manera adecuada al utilizarse ladrillos modernos en la muralla, que además corre el peligro de que sufra el desprendimiento de cascotes.

La ruta se dirigió irremediablemente hacia la Casa del Almirante, en la plaza de San Martín. Este inmueble parecía destinado a convertirse en un pequeño hotel de cinco estrellas. Un auténtico lujo para el desarrollo turístico de la ciudad, pero los problemas económicos de su promotor, el arquitecto sevillano Honorio Aguilar, hicieron que la finca esté ahora en manos del BBVA, que está a la espera de poder tener la potestad para buscar un nuevo propietario.

De ahí, la protesta cogió rumbo hacia la capilla de Nuestra Señora del Pópulo, situada en el arco del mismo nombre. Aquí, más que abandono, que no es el caso, el problema está en las dificultades que existen para poder ser visitada a pesar de estar en un magnífico estado de conservación. Una muestra del patrimonio oculto al público. Esto también sucede con la Casa Consistorial, que no puede ser contemplada por los turistas.

Una vez fuera de El Pópulo, el paso se aligeró para llegar hasta el penúltimo punto clave, como es el palacete de Sagasta, 1, propiedad del Banco Sabadell que se encuentra a la venta. Además del estado, la reivindicación señaló el expolio del mobiliario del inmueble, otro de los graves problemas del patrimonio gaditano si no se cuida. Por el camino, también se hizo un repaso a la situación de otras fincas de la ciudad que merecen una nueva vida o una rehabilitación para mantenerlas.

El punto y final lo pusieron en la escalinata del Museo Provincial de Cádiz para solicitar que no se cierre durante las tardes de los meses de verano. Una decisión que ya se viene repitiendo en el tiempo, pero que resulta difícil de comprender al ser la época del año que más visitantes llegan a la ciudad.

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