Cádiz

Los hosteleros alertan de un aumento de la agresividad entre los sin techo

  • Horeca va a pedir al nuevo concejal de Seguridad Ciudadana que tome cartas en el asunto para frenar "el acoso al que se ven sometidos los clientes de las terrazas de bares y restaurantes"

El presidente de la patronal hostelera gaditana, Antonio de María, va a ponerse en contacto con el nuevo concejal de Seguridad Ciudadana, David Navarro, y con responsables de la Policía Local, para solicitarles una mayor vigilancia de las terrazas de bares y restaurantes ante el "acoso al que se están viendo sometidos en los últimos meses trabajadores y clientes por parte de algunas personas sin hogar que no sólo se dedican a mendigar sino que incluso han llegado a protagonizar agresiones en locales del casco histórico".

El dirigente de Horeca comentaba ayer a este diario que hay "auténticos profesionales de la mendicidad", en su mayoría extranjeros, y que en los últimos meses han elevado tanto el nivel de agresividad como la frecuencia de sus acciones.

Así, R.G., responsable del bar Muelle 1, situado frente a los jardines de Canalejas, aseguraba ayer que lleva "años sufriéndolos" y que incluso uno de sus camareros "resultó herido cuando una de estas personas rompió un vaso de cristal y le provocó un corte en el brazo que necesitó siete puntos de sutura".

R.G. afirma que al caer la tarde muchos sin techo, en su mayoría rumanos, aunque también los hay belgas, alemanes, franceses y algún español, "abandonan los jardines y se dedican a molestar a mis clientes y a los de otros establecimientos hosteleros de esta zona". Cuenta que recientemente, al intentar expulsar a un hombre que pedía limosna de manera airada a un cliente en su terraza este le dijo "que no le molestara porque estaba trabajando. Eso me dijo. A mí me cuesta 600 euros tener la terraza y todos los permisos en regla pero viene cualquiera y puede ahuyentar a los clientes. Ayer (por el martes) sin ir más lejos tuvimos que intervenir porque un cliente casi es agredido por una de estas personas".

La responsable de Muelle 1 cuenta que en ocasiones han llegado a ayudar a personas sin hogar, como a una chica alemana que se quedó en Cádiz sin dinero. "Pero era una muy educada, no dio problemas. La cuestión es que muchos de ellos mienten sobre sus minusvalías, lo sé porque los conozcos y al que veo cojeando aquí lo veo luego andando perfectamente en los jardines de Canalejas. Además el nivel de agresividad está aumentando mucho en los últimos meses".

El restaurante Bajamar, situado en la calle Libertad, también ha sufrido el acoso de algunos sin techo. Antonio de María relata que un camarero llegó a ser agredido con un punzón y que sobre el agresor "pesó durante un tiempo una orden de alejamiento".

El dirigente de la patronal hostelera va más allá en sus reivindicaciones y denuncia auténticas mafias dedicadas a la mendicidad. "Me consta que hay un grupo perfectamente organizado que opera en la zona de Jerez y cuyos miembros viven en dos chalets de Arcos. Se han llegado a hacer hasta reportajes del asunto en los medios de comunicación. Tienen furgonetas y los jefes los colocan en puntos estratégicos de la provincia hasta que cae la noche, cuando los vuelven a recoger. Alguno llega a recaudar hasta 600 euros en un día, dicho por hosteleros de la calle Larga en Jerez que los han visto cambiar monedas hasta tres veces al día".

Raúl Cueto es uno de los empresarios de la hostelería más reputados de la ciudad, con establecimientos como el Nahú Beach, Arsenio Manila o el Bebo los Vientos. Ayer reconocía también que había notado un aumento de gente pidiendo y acosando a los clientes de sus locales. "Normalmente este tipo de comportamientos se daban más por el centro histórico de la ciudad, pero de un tiempo a esta parte también los estamos sufriendo en el Paseo Marítimo".

Algunos sin techo son conocidos en la ciudad por su agresividad, como es el caso de una alemana con brotes sicóticos que sufre manía persecutoria contra los niños pequeños y que ya ha sido detenida varias veces. Tanto Raúl Cueto como Antonio de María relataban ayer un suceso protagonizado por esta mujer, que lanzó una colilla encendida contra la cara de un bebé de dos años. "El padre se la quería comer, normal. Podría haber acabado en la Comisaría".

"Y lo peor de todo es que si son detenidos al día siguiente vienen a cachondearse de nosotros. Llegan a decirnos que ellos ganan más dinero que nosotros", comenta un camarero del centro de la ciudad que prefiere mantenerse en el anonimato.

La última moda, según denuncian los hosteleros, es que mientras pasean por las terrazas van metiendo las manos en los platos de comida para llevarse lo que pueden. "Además esto también es un perjuicio para nosotros porque nos vemos obligados a cambiarles los platos a los clientes", comenta Raúl Cueto.

Antonio de María relata que las quejas de sus asociaciados son constantes. "En estos últimos días me han llegado decenas de mensajes de watsapp quejándose del acoso que están sufriendo los bares con terraza. Algunos propietarios me dicen que están tan cansados que temen que algún día suceda algún altercado y sean ellos los que acaben detenidos por perder los nervios". Por ello, Horeca espera que el Ayuntamiento y la Policía Local pueda hacer algo al respecto.

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