"Yo no soy una persona que habla por hablar. Me creo lo que digo, y cuando digo que quiero ser el alcalde de todos los gaditanos, de verdad que es mi intención. Quiero ser el alcalde de quienes me votaron y de quienes no lo hicieron. El alcalde de los del PSOE, de los del PP, de los de Podemos, de todos... Ahora tengo una responsabilidad con todos los gaditanos y eso es muy importante para mí. Es sumamente estimulante ser alcalde de Cádiz. Me parece una responsabilidad y un honor, y tengo claro que me debo a todo el mundo". Con esta carta de presentación acudió ayer José María González al desayuno informativo al que fue invitado por Diario de Cádiz y que se celebró en la hemeroteca de este medio de comunicación.

Antes de entrar en materia y contestar a las preguntas de los periodistas, el regidor saludó y conversó con el director general del Grupo Joly Tomás Valiente, con el gerente de Diario de Cádiz, Jaime Tovar, y con el director del periódico, David Fernández. También dedicó unos minutos a contemplar uno de los tomos que conforman la vasta colección de este periódico, fundado en 1867. Concretamente tuvo la oportunidad de hojear un ejemplar de 1873 que anuncia la proclamación del cantón de Cádiz, presidido por Fermín Salvochea. González leyó la noticia y echó mano de su teléfono móvil para inmortalizar esa portada formato sábana.

"Me da un poco de angustia ver la mesa del despacho desordenada", confesó de entrada. "Tengo ganas de ordenarla ya, de poner en orden todas las prioridades". El establecimiento de un programa para proporcionar comida a los niños en riesgo de exclusión durante el verano era su primer objetivo, y ayer se congratulaba de haberlo logrado. El Plan de Continuidad Alimentaria se pondrá en marcha mañana. Ahora está diseñando, junto a los miembros de su equipo, un protocolo antidesahucios, y con el fin de dotarlo no sólo de contenido sino también de soluciones tienen intención de sentarse en los próximos días con la Junta de Andalucía y con el Juez Decano de Cádiz. Y ya está dándole vueltas a su tercer gran reto, la creación de un Plan de Empleo Municipal.

"Ya hemos solucionado el tema de la alimentación de los menores y ahora estamos centrados en la elaboración del protocolo antidesahucios. Una vez listo, nos pondremos a trabajar en el Plan de Empleo". "Pero claro, será limitado", advirtió. "No podemos darle trabajo a todos los parados de la ciudad. Como Ayuntamiento, somos conscientes de nuestras limitaciones en determinadas materias, como la del empleo". Y agregó: "No cabe duda de que el futuro de Cádiz pasa por un cambio en las elecciones generales. Si Podemos gobierna este país, se solucionarán más problemas de esta ciudad. Nosotros formamos parte de un proyecto más amplio, que es Podemos".

El primer edil radiografió el estado de la ciudad. Lamentó su elevado índice de desempleo, con 17.000 parados. Denunció sus 6.866 viviendas vacías y reflexionó sobre la lacra de los desahucios. Criticó la deuda municipal, de unos 250 millones de euros, "una auténtica barbaridad". Y enfatizó sobre la situación de extrema emergencia social que están viviendo muchas familias gaditanas.

"Es que Cádiz arrastra un problema de partida impresionante", espetó. "Recuerdo que cuando yo era chico existían los mismos problemas... En mi casa siempre he visto fatiga. Mis padres han pasado fatiga toda la vida. La crisis del petróleo y la reconversión industrial han sido puntillas para esta ciudad, llevándola a los vagones de cola del desarrollo". "El problema de Cádiz es que en los años 70 nos dan esa puntilla de la que todavía no nos hemos recuperado. Aún no hemos sido capaces de equilibrar la balanza", lamentó.

González rechaza hablar de conformismo por parte de los gaditanos. Para él pesa más la existencia de "un enorme ambiente de resignación" en esta ciudad. Lo explica: "En Cádiz no llevamos siete años de crisis, llevamos 40. En 40 años de crisis uno acumula resignación, una actitud de derrota. Pero no es conformismo. Los años van pasando y te acostumbras a perder, a que te quiten, a estar siempre detrás y por debajo del resto...".

Pero hasta ahora. El alcalde mantiene que hay un antes y un después del 13 de junio de 2015. Las cosas están cambiando, según se destila de sus propias palabras: "El día de la investidura ocurrió algo muy importante. En la plaza de San Juan de Dios se vio ilusión, ganas, esperanza... Esa esperanza que la gente había perdido tras 40 años acumulando derrotas". "Lo importante -valoró- es que los ciudadanos han salido de ese letargo. Está claro que sólo con ilusión, con buenas ideas y con voluntad no se consiguen las cosas, pero en la situación en la que estamos si no contamos con esos ingredientes de partida es imposible. Para poder, primero hay que creerse que se tiene que poder. Si no, no se puede hacer nada".

En este punto, el gestor indicó que las puertas del Ayuntamiento "están abiertas" para "recibir buenas propuestas", y se mostró convencido de que llegarán, "porque a todos nos une algo: Cádiz y la casi necesidad de rescatarla".