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Cádiz

El izado de la última dovela une los tableros de Cádiz y de Puerto Real

  • Las dos localidades, conectadas desde ayer por un nuevo acceso El secretario de Infraestructuras de Fomento asistió a la elevación de la estructura, de 1.000 toneladas

Desde el paseo marítimo de la barriada de la Paz se tiene una perspectiva privilegiada del segundo puente, ese que empezó como un sueño, apenas unos pocos pilotes allá por 2007 y que ahora luce majestuoso. Ayer tarde comenzó a izarse la última dovela del tramo atirantado del viaducto, lo que en la práctica supone que Cádiz y Puerto Real están unidos por otra vía. Para asistir a este acto visitó la capital gaditana el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Manuel Niño, que primero pisó sobre el terreno el nuevo puente en compañía de responsables del proyecto y luego se desplazó hasta un punto en la avenida de la Bahía donde se pudo comprobar como la última dovela del tramo atirantado, de 50 metros y con un peso de 1.000 toneladas, se iba elevando gracias al carro de izado descendente de la pila 11 y a la grúa colocada en su día sobre la pila 10 para ayudar a la colocación del tramo desmontable. Esta dovela es la mayor de las 63 de que consta el tramo atirantado del segundo puente y al tener que soldarse por sus dos extremos tardará como un mes en estar completamente fijado al tablero.

Manuel Niño, que compareció junto al director general de Carreteras, Jorge Urrecho, el jefe de la demarcación de Dragados y Javier de Torre, subdelegado del Gobierno, manifestó que el de ayer era "un día muy importante para este gran proyecto porque asistimos a la colocación de la última dovela que falta para cerrar el tramo atirantado".

La principal ausencia vino de la mano de la alcaldesa Teófila Martínez, que no acudió a la cita un día después de sufrir un varapalo en las elecciones municipales.

En palabras del secretario general de Infraestructuras los plazos fijados en el cronograma "se están cumpliendo", y recordó que desde el año 2012 "cuando la ministra vino por primera vez se le ha dado un impulso muy importante a esta obra". Al igual que ya dijera Ana Pastor en su última visita para comprobar cómo la rotonda de El Corte Inglés ya había entrado en funcionamiento, Manuel Niño aseguró ayer que "es posible que en el mes de agosto pueda estar finalizado el puente, si no se producen contratiempos derivados de los propios trabajos, porque en materia presupuestaria no va a haber ningún contratiempo".

El representante de Fomento destacó la envergadura de la obra, "la mayor que está ejecutando nuestro ministerio en estos momentos y un emblema para los ingenieros de nuestro país", y ofreció algunas cifras de esta megaconstrucción, como "sus más de cinco kilómetros de longitud, con más de tres kilómetros de puente, 1.180 metros de tramo atirantado y una luz entre los pilonos de 540 metros, la mayor de España. Los pilonos tienen una altura de 185 metros y sirven de anclaje de los tirantes de acero que sustentan el tablero. El gálibo vertical bajo el tablero es de 69 metros para permitir el paso de grandes embarcaciones, el segundo más grande del mundo, sólo por detrás de uno existente en EEUU y que tiene 72 metros de gálibo".

Manuel Niño destacó que cuando entre en funcionamiento este puente "aparte de mejorar la conectividad de Cádiz se conseguirá tener un acceso más rápido, como lo demuestra el hecho de que esté previsto que 25.000 vehículos pasen al día como media".

A su modo de ver, el reto más importante que le quedaba a la construcción del viaducto era el tramo atirantado, y una vez finalizado "lo que queda, aunque complicado también, debe ser menos dificultoso".

Y es que tras el cierre del tablero del tramo atirantado queda pendiente de terminar el hormigonado que se está realizando con un carro de encofrado en el tramo puertorrealeño, la finalización de la colocación de las juntas, el asfaltado, afirmado, señalización, ejecución de pruebas de carga y la instalación de barreras e iluminación.

Con la llegada del verano los técnicos de Fomento consideran que lo peor de la obra ya ha pasado y que la buena meteorología favorecerá que no haya parones en los trabajos, máxime cuando tras el izado de ayer de la última dovela sólo quedará finalizar de soldar sus extremos. El final del proyecto inicia su cuenta atrás.

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