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Carnaval

La despedida de un mito

  • Numerosos autores y componentes de agrupaciones dijeron adiós a Enrique Villegas recordando anécdotas y momentos de su trayectoria.

"Cuando se va un gaditano, Cádiz en el alma lo siente...". Si Enrique Villegas escribía esto para el popurrí de 'Quince piedras' en honor a Bartolomé Llompart, periodista de esta casa fallecido meses antes de que esa comparsa debutara en el Falla, ahora es este periódico el que le devuelve la copla para contar que en su despedida, ayer en el tanatorio de la glorieta de Zona Franca, numerosos familiares, amigos y compañeros de coplas acompañaron en su último adiós al 'Don' del Carnaval. En una de las dos maletas del señor que cogieron en la frontera, Villegas se llevaba, en lugar de las piedras del Peñón, las de La Caleta junto a los faroles de la Alameda y el ficus del Mora, como presagiaba su hijo Paquico cuando le pusieron a su padre la calle no hace ni un mes. Dos generaciones de carnavaleros, los que con él compitieron y los que al son de sus pasodobles crecieron, se juntaban ayer para recordar lo que para ellos representó quien fue Dandy hasta sus últimos días.

Y entre ellos la bandera de sus comparsas de los 80, el carismático Antonio 'Alemania'. "Con Enrique no sólo se va un icono, a mí se me va mi padre carnavalesco y mi profesor en la vida. Me enseñó el camino a seguir en la vida y en el Carnaval", declaró el que fuera director de algunas de las míticas agrupaciones del coplero. Carmelo García, otro de los habituales de aquel grupazo, incidía en la caballerosidad de un autor que siempre les pedía, en la derrota, "que saliésemos del Falla después del veredicto con buena cara y felicitando a los ganadores".

Rival directo de Villegas fue Pepito Martínez, quien, como referente actual de la música carnavalesca, reconocía que el creador de 'Braceros de pueblo' "dejó un legado para que los demás aprendiésemos. Era, según tengo entendido, muy persistente en los ensayos, pero luego ese trabajo se veía reflejado en el escenario". Otro histórico de la fiesta como José Sibón 'Purri' explicaba que "se preocupó siempre por llevar espectáculo a las tablas y siempre trajo preciosos pasodobles a Cádiz cuando venía de Madrid con los Beatles".

Dos grandes aficionados antes que autores, El Canijo y Vera Luque, mostraban sus respetos a quien puso la banda sonora de sus infancias. El autor sevillano recordaba que la de 'Los hijos de la noche' fue su primera cinta de cassette. "Si deja un legado de grandes coplas, también deja un modelo de comportamiento en el Carnaval. De su saber estar deberíamos aprender todos. Sus hijos han heredado esa buena conducta", manifestó. Vera, tan ochentero como la época dorada de Don Enrique, destacó que era "villeguista" de pequeño "y en los autobuses, cuando vamos a cantar con la chirigota, siempre caen algunos de sus pasodobles". El ganador de chirigotas 2015 añadió que "gustó a varias generaciones. A la mía en los 80 y a la de nuestros padres cuando 'Los gitanos errantes' y 'El oro de Andalucía'".

"La Medalla de Andalucía demuestra que su arte trascendió las fronteras de Cádiz", decía Enrique Carrillo, integrante de su antología, mientras que el presidente del Aula de Cultura, Eugenio Mariscal, coincidió en que "muchas generaciones han bebido de sus coplas".

La alcaldesa, Teófila Martínez, también quiso sumarse a la despedida de un hijo adoptivo de Cádiz. "Le vamos a echar mucho de menos porque fue una figura difícilmente sustituible. Elevó el respeto de la sociedad por el Carnaval y el nivel artístico de las agrupaciones. Hoy, que se cuida la calidad del Carnaval y los detalles de las agrupaciones al mínimo detalle, conviene recordar que Villegas fue en esto una punta de lanza", señaló.

Y fue Paco Villegas, Paquico, uno de los doce hijos del legendario autor, quien en nombre de los suyos agradeció las muestras de afecto recibidas. "Es un orgullo para los familiares comprobar el respeto y el cariño con el que Cádiz le despide. Estaría muy contento si pudiera ver a tantos amigos juntos. De eso presumía mucho, de tener buenos amigos", concluyó.

Los tenía. La masiva despedida sirvió para comprobarlo.

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