Cádiz

Diez pilares básicos

  • Hay una serie de sectores y proyectos sobre los que se debe de asentar el desarrollo de Cádiz tras las elecciones del 24 de mayo

Elegimos diez claves, aunque podrían ser más. Son, en todo caso, las fundamentales para que la ciudad pueda salir de la crisis y pueda fortalecerse ante los retos que se le presentan a corto y medio plazo.

1 TRABAJO. La gran oportunidad de crear empleo en la ciudad se centra en el polígono exterior de la Zona Franca. El PP prometió la creación de 5.000 puestos de trabajo en este recinto a lo largo de un decenio. Los primeros cuatro años, sin embargo, han pasado sin que se haya puesto en marcha ninguna nueva empresa. Incluso la operación en la antigua Altadis sigue sin cerrarse. Astilleros y el muelle son dos patas esenciales de nuestra economía, aunque el desarrollo de puerto sigue siendo una incógnita respecto a la idoneidad o no del nuevo muelle de contenedores. Con todo, el sector terciario, el comercio y la hostelería, se mantienen como los únicos capaces de crear empleo a corto plazo. La crisis de estos años, sin embargo, no se ha aprovechado para mejorar el nivel de formación de quienes están en el desempleo, como se está viendo en muchos de quienes forman parte de los planes de empleo para menores de 30 años, cuyo nivel formativo y ganas de trabajar está quedando en evidencia. Que la Junta deje morir centros como el de la Escuela de Hostelería, creadora de empleo muy bien formado, nos lleva al pesimismo.

2VIVIENDA.Asumiendo que el suelo que tiene Cádiz disponible es insuficiente para atender a las necesidades de vivienda que tiene la capital, no se debe olvidar el elevado número de viviendas vacías que hay. A falta de un estudio pormenorizado del parque de la ciudad, cuya inexistencia resulta incomprensible, el último dato estadístico data de 2011 y elevaba a unos 7.000 los pisos sin utilizar. Una cifra disparatada que obliga a adoptar medidas (como elevar el IBI, ya de por sí muy alto en la ciudad) que obliguen a sus propietarios a ponerlas en el mercado de alquiler o venta, asumiendo que legalmente cada uno es libre de utilizar sus propiedades a su gusto. El Ayuntamiento y la Junta disponen además de numerosas fincas y solares en la ciudad que han sido urbanizadas, lo que significan varios cientos de viviendas, mientras que la administración regional tiene paralizado el Plan de Rehabilitación del Casco Antiguo. La iniciativa privada parece que comienza a recuperar bríos con nuevas promociones, aunque sigan paradas las dos mayores de la ciudad: Chinchorros y Abárzuza. El suelo en Cádiz, sin embargo, sigue siendo caro y mal planificado, como pasa con la inmensa parcela destinada a una Ciudad de la Justicia que nunca se construirá y que podía destinarse a viviendas.

3COMERCIO.El pilar de nuestra economía. Tras la sangría provocada por los años de crisis, vuelven a abrir nuevas tiendas, pero es necesario reforzar aún más la promoción exterior de este sector y, sobre todo, buscar la fórmula más adecuada para mejorar la implicación del comercio con el turismo de cruceros. También es necesario aplicar nuevas normas municipales que eviten en la medida de la posible la permanencia durante años de locales cerrados, debido a los elevados alquileres que se siguen pidiendo por ellos. La hostelería ha mejorado de forma muy sustancial su oferta en estos años. Hay que facilitar este negocio, tan relacionado con el turismo y el verano, ampliando horarios de apertura.

4Cultura. Otro de los pilares de nuestra economía, aunque aún quedan muchos pasos que dar para que Cádiz sea uno de los referentes en el sur. Hay que planificar de forma adecuada los nuevos espacios culturales, como el castillo de San Sebastián y los Depósitos de Tabacos, sobre todo para evitar que sean meros contenedores de exposiciones y sí generen empleo y visitas a la ciudad. Es esencial definir una programación más atrayente para el Teatro Falla, donde abundan los espectáculos musicales; apostar por el Teatro del Cómico y terminar algún día el Teatro Pemán. E igualmente es necesario potenciar los centros de barrio para llevar la cultura a la puerta de los ciudadanos.

5turismo- patrimonio. El gran recurso ciudadano aún por explotar. Que estemos en los puestos de cabeza en llegada de cruceros marítimos no significa que hemos llegado a la meta. El objetivo es atraer al turismo de calidad, aquel que pernocta en la ciudad y que gasta más allá de un refresco en una cafetería o la compra de un par de zapatos. Ya llegan a la ciudad grupos de estos turistas, atraídos más por empresas del sector que por la publicidad que puedan recibir de nuestra ciudad en su lugar de residencia. Y si la gran mayoría de ellos se marcha elogiando la ciudad, y descubriéndola, cabe apostar por políticas más agresivas de promoción. Todo ello unido, claro, con una sustancial mejora de la planta hotelera (hoteles de cinco estrellas, hoteles con encanto), y un mayor mimo a nuestro patrimonio (desde el religioso a las fortificaciones pasando por una red adecuada de museos (entre ellos el Museo de la Ciudad) o de rutas especializadas (como la del Bicentenario, para lo que sólo habría que seguir la propuesta en su día por el catedrático Alberto Ramos).

6servicios sociales.Mientras que sigamos en una situación de alarma social, es esencial mantener unos servicios públicos de atención adecuados y con fondos suficientes para evitar el colapso del sistema familiar. Una sociedad no puede permitir que haya niños que acudan al colegio sin desayunar o que sólo hagan una comida al día, al igual que sobrevivan familias en la miseria. Una vez solventadas las principales urgencias (estrechamente unido con la falta de trabajo), habrá que introducir los mecanismos de control para que la existencia de estas ayudas no se convierta en el modo de vida de muchos ciudadanos y que sólo llegue a quienes de verdad lo necesitan, evitando así la picaresca que hoy existe.

7economía. El Ayuntamiento solo podrá funcionar si dispone de una Hacienda saneada, y hoy no lo está. Una deuda que supera los 200 millones de euros no es asumible, aunque hoy se pague de forma religiosa los intereses que se generan cada año. El de Cádiz es uno de los municipios que más tarda en pagar a sus proveedores, y cuando éstos son de la ciudad se toca de lleno a la economía general. Gastos desmesurados como el del campo de fútbol y partidas de los presupuestos innecesarias no ayudan a mejorar una situación que acaba dificultando otros proyectos, como el de la mejora y ampliación de equipamientos. La utilización de las empresas municipales para convertirlas en generadoras de ingresos extras puede acabar incluso por poner en riesgo la supervivencia de éstas. Y no olvidemos la necesidad de rebajar impuestos y tasas municipales, tanto a particulares como a empresarios que apuestan por crear empleo en la ciudad.

8universidad.Aunque pueda quedar relegada con un plato secundario para muchos, el carácter de ciudad universitaria es esencial para el futuro de Cádiz. A pesar de que aquí nació la UCA, el Campus de la capital está en el aire ante el silencio o la ignorancia de las administraciones y de buena parte de la comunidad educativa. El nuevo Ayuntamiento debe exigir a la UCA y a la Junta, encargada de su financiación, celeridad en la construcción de nuevos equipamientos. Comenzando con la Facultad de Medicina en Puntales, lo que liberaría a la actual sede de Fragela que podría destinarse a sede de la Facultad de Ciencias de la Educación (destinando el vecino colegio mayor a pistas deportivas); el espacio disponible en la antigua sede de Ingeniería más Náutica y el Olivillo se podían convertir en sedes de la nueva residencia de estudiantes y de la nueva Facultad de Psicología. La ciudad, por su parte, debe potenciar las actividades de ocio y culturales más cercanas a este colectivo de estudiantes que siempre ayudarán a dinamizar a la vida de la capital.

9infraestructuras. El Ayuntamiento ha incrementado en los últimos años su siempre reducido patrimonio inmobiliario. Muchos edificios que suponen un elevado coste de mantenimiento y, sobre todo, la necesidad de tener claro qué se quiere hacer con ellos y, sobre todo gestionarlos de la forma más adecuada. Centros como el de Tabacalera y fortificaciones como el baluarte de Santa Elena necesitan de una buena pensada antes de lanzarse a una apertura prematura. Aunque no dependen del Ayuntamiento, éste sí debería de presionar a las administraciones correspondiente para dar ya el uso adecuado a edificios como el Valcárcel (un hotel de cinco estrellas, tan necesario para la ciudad), la antigua sede del IES del Rosario (ubicado en pleno centro histórico y cada vez más degradado) o la obligada construcción del Hospital Regional. A la vez, entre las mismas administraciones cabría sentarse para asumir que no son necesarios edificios de nueva planta, de inversión millonaria, para dar cabida a centros judiciales y oficinas como las de la Subdelegación del Gobierno, cuando se acumulan cientos de metros de oficinas vacías en el estadio Carranza y en la Zona Franca.

10la marca cádiz. Con tantos problemas es lógico que a muchos les cueste creer que Cádiz puede tener futuro como ciudad. El puente de la Constitución de 1812, una reordenación bien pensada de los muelles portuarios, la apuesta hostelera en la estación de 1905, el acuerdo entre el Ayuntamiento y la Junta sobre el desarrollo de determinados equipamientos, el afianzamiento como ciudad turística. Todos son buenas noticias que no se deberían ni de ignorar ni de despreciar. Hay tiempo, y más que motivos, para el lamento. Pero pensar que hay posibilidades de futuro significa que se está dispuesto a luchar por la ciudad y no sentarse frente al edificio administrativo correspondiente esperando a que te solucionen los problemas.

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