Cádiz

Profetas en su tierra

  • El Palacio de Congresos acoge la entrega de las medallas y distinciones de la ciudad a un total de 16 entidades y gaditanos de nacimiento y adopción

Mucha emoción se vivió ayer en el Palacio de Congresos, donde el Ayuntamiento entregó las medallas y distinciones de la ciudad a personas e instituciones que, según indicó la alcaldesa, Teófila Martínez, son los que realmente "distinguen y premian a nuestra ciudad con su esfuerzo, compromiso, valores personales y profesionales, y con su humanidad".

Los homenajeados eran 16 en total y el secretario general del Ayuntamiento fue el encargado de presentar a cada uno de ellos.

El periodista y editor Federico Joly Höhr recibió el título de Hijo Predilecto de la ciudad a título póstumo. Esta distinción la recogió su hijo José Joly Palomino, quien dio las gracias en nombre de sus hermanos. Calificó a su padre como "un gaditano cabal, que es sinónimo de cultura, liberalismo, tolerancia y progreso", y evocó su figura en su doble vertiente, la de periodista y la de bibliófilo. Destacó su labor en Diario de Cádiz y su colección de libros de historia de la ciudad, que se convirtió en una de las más importantes de carácter privado de toda Europa. "Para la familia, es un enorme honor que nuestro padre pase a formar parte de un selectísimo club de gaditanos célebres", indicó.

El pintor Hernán Cortés también recibió el título de Hijo Predilecto. Declaró que Cádiz es una ciudad que le ha dado "casi todo". Por eso, deseó que "el destino me dé muchas obras de pintura para poder devolverle a esta ciudad una pequeña parte de lo que ella me ha dado a mí".

"Hace muchos años que me considero gadita, pero ahora puedo decir que soy un gadita con papeles", afirmó el médico brasileño Fernando Souza tras recibir su título de Hijo Adoptivo de Cádiz. Aseguró que, desde que llegó, los gaditanos le han acogido "con los brazos abiertos".

Por su parte, el urólogo Manuel Romero Tenorio, otro de los Hijos Adoptivos, dijo que sentía un gran "honor y satisfacción" por poder ser "de una ciudad mágica y trimilenaria". Destacó que cuando llegó, "Cádiz me acogió con cariño y generosidad. Me siento gaditano desde el primer día". Agradeció a la ciudad el poder desarrollar aquí su trabajo y servir a los demás, el permitirle sentir el olor a mar las tardes de bajamar y formar una familia gaditana. "Gracias Cádiz, me siento orgulloso de ser tu hijo", concluyó.

El alemán Hans Josef Artz también recibió el título de Hijo Adoptivo y agradeció "este premio que es inmerecido pero me llena de orgullo y satisfacción". Quiso dar gracias asimismo al Ateneo de Cádiz, a través del cual conoció la cultura y sociedad gaditana. Afirmó que, cuando llegó, "me enamoré de Cádiz y hasta el día de hoy no he parado de captar su belleza y singular luz con mi cámara".

Luis Gonzalo nació en Jerez y, por este motivo, dijo que titularía su sentimiento por el nombramiento de Hijo Adoptivo como "agradecimiento por bulerías". Afirmó que lleva más de 40 años en la ciudad y "he luchado por este Cádiz de mi alma año tras año". Aseguró que no iba a defraudarlo.

El colegio San José-Las Esclavas, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la cofradía de la Vera-Cruz recibieron la Medalla de Oro de la ciudad. José Manuel Verdulla Otero, hermano mayor del Nazareno, recogió la Medalla y dijo que se le impondría a la imagen en el Pontifical que se celebrará por el aniversario de la llegada del Nazareno al barrio de Santa María. Así, solicitó la presencia del mayordomo de la cofradía "para que custodie fielmente la medalla hasta el día de su imposición". Verdulla agradeció a los "devotos, hermanos y fieles que cada Jueves y Viernes Santo hacéis que el Nazareno forme parte de nuestras vida".

Por su parte, el hermano mayor de Vera-Cruz, Miguel Ángel Morgado, dedicó la distinción "a todas las cofradías gaditanas, porque entendemos que al otorgarla a la más decana, es también un homenaje de la ciudad a todas sus cofradías". Afirmó que el Lunes Santo, la alcaldesa "prenderá esta medalla de la ciudad y así el maridaje entre la ciudad y la Vera-Cruz se extenderá in aeternum".

En representación de Las Esclavas, habló Ángeles de la Torre, quien agradeció a todos los que han colaborado en estos 125 años que lleva la congregación en la ciudad. "Esto es para nosotros un compromiso y desafío para seguir trabajando", señaló.

La empresa familiar Limpiezas El Sol recibió una Medalla de Plata, que recogió Salvador Moreno Fernández. Éste explicó que El Sol es "más que una empresa de limpieza", ya que realiza trabajos muy especializados. "Todo esto no sería posible sin nuestro gran activo y patrimonio: nuestro personal, que es el pilar" de la empresa. Recordó emocionado a su padre, fundador de Limpiezas El Sol, y a su hijo, que "tiene el reto de continuar con la empresa".

Otra Medalla de Plata fue para la Fundación José Félix Llopis, con la que el Ayuntamiento tiene un convenio de colaboración para fomentar la cultura iberoamericana en esta ciudad. La sobrina de José Félix Llopis y presidenta de la Fundación, Ana María Llopis Rivas, recogió el galardón y recordó emocionada cuando su tío "se enamoró de esta ciudad". También, la primera exposición de arte colonial en el Castillo de Santa Catalina y la sala que existe actualmente en la Casa de Iberoamérica. Hizo referencia a las palabras que dijo Vargas Llosa: "Cádiz posiblemente sea la ciudad más iberoamericana de Europa. Yo pienso lo mismo".

La Casa de Cádiz en Barcelona recibió otra Medalla de Plata, que recogió Sebastián López Penedo, uno de los fundadores. "Los socios de la Casa de Cádiz tenemos una gran responsabilidad: mantener el nombre de la ciudad si no más alto de lo que le corresponde, no menos de lo que merece. Estamos obligados a ejercer con dignidad el papel de embajadores". La emoción le hizo interrumpir su discurso y terminó su intervención entre lágrimas.

La última Medalla de Plata se entregó a Cornelis Zitman, artista holandés afincado en Venezuela. Por motivos de salud no pudo viajar hasta Cádiz y la recogió su hijo Lorenzo, quien también se emocionó leyendo unas palabras de su padre, en las que prometía viajar a la ciudad esta misma primavera para agradecer personalmente esta distinción. "Los hijos de Cornelis Zitman nos sentimos orgullosos de que Cádiz haya adoptado a mi padre", concluyó entre sollozos.

La primera en recoger su Medalla de Bronce fue María del Carmen Llovet Muñoz, conocida como María La Yerbabuena, quien dio "muchas gracias al Ayuntamiento por esta distinción que me ha dado".

La otra Medalla de Bronce de la ciudad se entregó al flamencólogo Félix Rodríguez Gutiérrez, fundador de las dos grandes peñas flamencas gaditanas: Enrique el Mellizo y La Perla de Cádiz. Félix Rodríguez comentó que en su vida ha recibido numerosos reconocimientos pero "este para mí tiene gran valor, porque viene del Ayuntamiento de la tierra que me vio nacer y me verá morir". Dijo que para él, el flamenco "es una cosa que lo siento porque no sólo es cante, baile y guitarra, es también compás, quejío y sentimiento. Y ese sentimiento es el que llevo divulgando por toda España durante 50 años".

La Medalla del Trimilenario se otorgó a Habana Café por su 25 aniversario. La recogió Ricardo Ochoa, uno de los socios del establecimiento, quien destacó la dificultad que tiene un negocio pequeño como el suyo para subsistir. "En estos momentos no tan buenos, hemos encontrado un gran apoyo en nuestros clientes, que tienen caras, nombres y apellidos, y son muy queridos. En ellos hemos basado nuestro trabajo", dijo Ochoa.

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