Cada vez que se celebra una fiesta, la presencia del alcohol es una constante sea del tipo que sea. Más si cabe si hablamos de Carnaval. No tiene por qué ser el botellón, sino una copa de vino o una cerveza escuchando a una agrupación en cualquier esquina. El problema llega cuando se unen el consumo de bebidas alcohólicas y la conducción por el peligro que suponen tanto para el propio conductor como para el resto por la pérdida de reflejos al volante. El riesgo aumenta, sobre todo, cuando a la ciudad llegan millares de visitantes desde distintos puntos.

Sin embargo, los conductores son cada vez más conscientes de que deben coger el coche sin consumir ni una gota de alcohol. Durante el pasado Carnaval, la Guardia Civil de Tráfico solo registró 179 positivos por alcoholemia entre los 5.200 test realizados durante toda la semana, según los datos remitidos por la Subdelegación del Gobierno. Esto supone que un 3,44% de los conductores que fueron sometidos a un control no consiguieron superarlo. Desde el instituto armado se han tramitado las correspondientes diligencias para sancionar a estos conductores tanto por vía administrativa como por la vía penal, según la tasa de alcohol alcanzada.

Esta cifra supone una reducción del número de positivos que se registraron en el 2014. En el pasado año, el dispositivo montado por el Subsector de Tráfico de Cádiz de la Guardia Civil realizó más de 5.000 test de alcoholemia, de los cuales dieron positivo 223 personas. De estas, fueron sancionadas por la vía administrativa 210 conductores, mientras que las 13 restantes fueron trasladadas a la vía penal al superar la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado, siendo ya considerado como delito. Estas cifras suponen en 2015 un descenso de la cifra de positivos por alcohol en 44 personas, lo que supone un pequeño descenso dentro del afán de la DGT por intentar alejar la bebida de las carreteras.

Junto a las pruebas de alcoholemia, también se realizaron controles de drogas a los conductores que presentaban síntomas de haber consumido este tipo de sustancias. Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico abrieron diligencias en el pasado Carnaval contra 45 personas que dieron positivo. Este dato supone un importante aumento respecto a 2014, año en el que solo se dieron seis positivos en los test selectivos realizados.

Para realizar estos controles, el Subsector de Tráfico de Cádiz de la Guardia Civil organizó un dispositivo para vigilar especialmente los dos accesos a la ciudad durante el Carnaval, tanto desde San Fernando -en la Vía Augusta Julia- como desde Puerto Real -a la entrada del puente Carranza-. Para ello, en los 33 controles que se establecieron durante los 11 días de fiesta participaron un total de 231 efectivos, contando con el apoyo de 87 vehículos y 11 motocicletas.

La Ley de Seguridad Vial establece una tasa máxima permitida de alcohol de 0,5 gr/l en sangre o 0,25 mg/l en aire espirado para conductores en general, mientras que para profesionales y noveles es de 0,3 gr/l en sangre o 0,15 mg/l en aire espirado. Tanto conducir bajo la influencia de las drogas como superar la tasa de alcohol de 1,2 gr/l en sangre o 0,6 mg/l en aire espirado es considerado como delito, lo que puede acarrear una pena de tres a seis meses de cárcel, multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, además de la retirada del carnet de uno a cuatro años.