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Cádiz

Rodríguez de Castro, condenado a un año y medio por un delito fiscal

  • También tendrá que indemnizar con 587.000 euros a Hacienda Ocultó casi medio millón de euros al fisco en el año 2003

Manuel Rodríguez de Castro, ex delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz entre los años 1996 y 2001 con el Partido Popular, ha sido condenado a un año y medio de prisión por un delito fiscal y al pago de 587.000 euros a Hacienda por fraude.

Esta es la segunda condena que recibe Manuel Rodríguez de Castro después de que la Audiencia Provincial también estipulara que tenía que cumplir ocho años de prisión por el caso Rilco, donde el resto de los imputados quedaron absueltos.

En esta ocasión ha sido el Juzgado de lo Penal número 4 de Sevilla y el delito fue cometido una vez que Rodríguez de Castro ya había abandonado su puesto en la Zona Franca de Cádiz, después de que se viera obligado a dimitir por una serie de gastos que habían quedado sin justificar en el Consorcio.

En esta ocasión los hechos se circunscriben a la declaración de la renta que presentó en el año 2003, una vez que estaba trabajando ya en el ámbito privado y donde tenía algunos negocios con Iberoamérica. Esta denuncia de la que ahora ha sido juzgado data del año 2008 cuando la Fiscalía de Sevilla lo denunció por un delito contra la Hacienda pública. Ya en ese momento se encontraba imputado por el caso Rilco, el portal iberoamericano de comercio que había puesto en marcha en la Zona Franca de Cádiz y por el que al final fue condenado por fraude, prevaricación y malversación. Esta sentencia se encuentra recurrida ante el Tribunal Supremo.

Por su parte, en la del delito fiscal todo se remonta a cuando creó la empresa Iberian Reits España, que al final y según lo que aparece en la sentencia, sólo tenía como objetivo ocultar al fisco los ingresos de las operaciones que llevaba a cabo en el extranjero. Así, Rodríguez de Castro era el administrador único y la firma autorizada de todas las cuentas bancarias vinculadas a esta empresa.

Hasta ahí todo es normal, pero el truco es que la propiedad de las participaciones sociales de la empresa estaba a nombre de otra que también estaba bajo el control del ex delegado de la Zona Franca pero cuyo domicilio social radicaba en el estado norteamericano de Delaware, considerado como uno de los grandes paraísos fiscales.

En 2003 Rodríguez de Castro recibió divisas procedentes de Estados Unidos y Perú por importe de 446.623 euros en cada una de las remesas. Este dinero sirvió para que el ex delegado comprara dos casas en Pozuelo de Alarcón (Madrid), una por 514.650 euros y la otra por 363.650. Estas compras se hicieron a través de su sociedad. Además de ello, el empresario obvió en el año 2003 los ingresos que había obtenido tanto en el IRPF como en el impuesto de sociedades como administrador único de Iberian Reits.

Según la sentencia, el juez cifra en 665.685 euros los ingresos como persona física que tuvo aquel año pero como lo ocultó al fisco, generó un perjuicio al erario público de 292.722 euros. Además tampoco declaró los rendimientos de la empresa dentro del impuesto de sociedades, por la que dejó de ingresar 292.722 euros.

El empresario, además de la prisión tiene que indemnizar a Hacienda con 292.722 euros y otros 295.000 de multa, que si no es satisfecha, sumará otros seis meses más de prisión.

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