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Cádiz

La Fundación Casa Museo del Carnaval está embargada por no pagar a De Giles

  • El arquitecto presentó la demanda en 2013 y sólo ha podido cobrar una mínima parte de la factura de 50.000 euros Exige al Ayuntamiento que aclare cómo solucionará su situación

Olvidar al arquitecto Rafael de Giles y a su proyecto de construcción del Museo del Carnaval no va a resultar tan fácil. La intención del Ayuntamiento de disolver la Fundación 1884 Casa-Museo del Carnaval y de renunciar al ganador del concurso convocado en 2006 para levantar este edificio tiene aún algunos frentes abiertos. Quizás el más importante es que Rafael de Giles aún no ha cobrado la cantidad que se le adeuda por el trabajo que ya ha realizado en relación a este equipamiento. Una situación que ha derivado incluso en el embargo judicial a la propia fundación, algo que se ha conocido ahora.

Según denunciaba ayer el propio Rafael de Giles, su trabajo después de ganar el concurso convocado por la fundación Casa-Museo del Carnaval aún no ha sido abonado. La factura, emitida en julio de 2012 (después de que firmara la redacción de un avance de proyecto básico en noviembre de 2011, según relata el propio De Giles) asciende a 48.645,18 euros. Una cantidad "que no solo no se me ha pagado, sino que me he visto abocado a interponer demanda contra la fundación tras varias interpelaciones por mi parte a su presidenta (la alcaldesa de la ciudad) por vía burofax y por conducto notarial sin respuesta", explica el arquitecto que ganó el concurso en 2006.

Esa demanda la interpuso el afectado en diciembre de 2013, resolviéndose a su favor. Resultado de esto, el pasado mes de julio se publicó un auto del Juzgado de Primera Instancia número 3 de la capital por el que se acordaba la ejecución de los 48.645,18 euros correspondientes a la factura emitida por la redacción del avance de proyecto básico y otros 14.500 euros en concepto de intereses y costas. Y en base a este auto, el 8 de julio se decreta el embargo a la Fundación 1884 Casa-Museo del Carnaval de los "saldos positivos, depósitos y demás cantidades que por cualquier concepto pueda disponer a su favor la parte ejecutada en entidades bancarias y de ahorro". Además, se requería entonces a la fundación que manifestada los bienes o derechos de su propiedad "para cubrir la cuantía de la ejecución".

Este embargo que desde entonces arrastra la fundación sólo ha servido "para pagar el IVA de la factura que ya declaré en su día y para los gastos de los honorarios de los abogados a los que he tenido que recurrir para reclamar el pago de mi factura", asegura De Giles, que a día de hoy sigue sin haber liquidado con la fundación el trabajo realizado en ese museo que diseñó en 2006. Además, en relación a este impago hay que tener en cuenta que los intereses calculados en su día (julio de 2014) se han incrementado en estos meses, por lo que la cantidad adeudada es cada vez mayor. "¿Quién se hará cargo de ello?", se preguntaba ayer el arquitecto. Sí conviene reseñar a este respecto que el Ayuntamiento sí ha anunciado que se hará cargo del pago a Rafael de Giles en caso de que no se hubiera satisfecho aún.

Y a la espera de resolver finalmente el cobro de esa factura emitida en 2012, Rafael de Giles advierte también que su labor en el Museo del Carnaval no ha finalizado aún. El arquitecto entiende que su participación en el concurso iba ligada "a un encargo formal de proyecto básico, proyecto de ejecución, dirección de obras y dirección de ejecución de obras"; y por tanto, exige al Ayuntamiento que aclare de qué manera va a solucionar con él este cambio de planes. "El Ayuntamiento no ha aclarado de qué manera tiene pensado solucionar los compromisos que tiene conmigo" y que entiende que "por derecho" le corresponden al haber ganado aquel concurso. "¿Cómo se resuelve mi compromiso? ¿Con una indemnización?", se preguntaba De Giles, que ha anunciado que emprenderá las acciones judiciales que sean necesarias para dirimir esta cuestión, considerando una "tomadura de pelo para los candidatos que se presentaron al concurso de ideas" que después de todo el trabajo realizado el Ayuntamiento vaya a encargar finalmente el museo a su equipo técnico municipal.

A la espera de que se solucionen estos asuntos, Rafael de Giles no escondía ayer su malestar con el Ayuntamiento por no resolver la deuda pendiente y por, de alguna forma, no contar con él en el nuevo giro que ha dado el proyecto. "El peor cliente que tengo es el Ayuntamiento de Cádiz", llegaba a afirmar este arquitecto, que espera desde 2006 que su proyecto de museo salga adelante y que aún tiene pendiente de cobro más de 50.000 euros.

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