Con la llegada del primer Pleno de 2015, el Ayuntamiento de Cádiz dio un carpetazo definitivo a las cuentas de 2013. En una sesión más sosegada que la que cerró el pasado ejercicio, el Consistorio gaditano aprobó un superávit de 25,5 millones de euros y un remanente en la tesorería de 7,6 millones de euros. Un debate, el económico, que volvió a sacar a relucir las diferentes lecturas que realizan el Gobierno local y la oposición.

En primer lugar, el portavoz de IU, Martín Vila, denunció los problemas que tiene el Ayuntamiento para cumplir con el pago a sus proveedores, tardando 126 días cuando la media nacional es de 26 días. Vila aseguró que las cuentas municipales son "una obra de ingeniería económica con partidas que entran y salen" y "un superávit que no se corresponde con la realidad". El edil de la formación de izquierdas cifró en "casi 300 millones de euros" la deuda del Consistorio al incluir las empresas municipales y los entes, a diferencia de "los casi 120 millones de euros de cuando entró" el PP.

Por parte del PSOE, Fran González puso en duda "la imagen idílica" que defiende el Gobierno local sobre la situación del Consistorio, al asegurar que "las formas evidencian el fondo" al aprobarse ayer las cuentas de 2013. El edil socialista destacó la deuda de 212 millones de euros, llamando como "método Martínez o Fernández" la manera de hacer las cuentas y destacando entre las curiosidades la compra de 204 bolas de golf para el Trofeo Carranza.

En la defensa de estos números, el teniente del alcaldesa, José Blas Fernández, señaló que no ha habido "ni una sola intervención de los ciudadanos" durante su exposición pública e indicó las bondades de decisiones como el fraccionamiento en el pago de los impuestos o la creación del plan de pago a proveedores. La alcaldesa, Teófila Martínez, recordó que para entender la liquidación hay que tener en cuenta los 100 millones de euros que le deben al Ayuntamiento, de los que 10 millones pertenecen a la Junta y cinco millones a la APBC y a la Zona Franca.