Uno de los asuntos del Pleno de ayer que sí consiguió el acuerdo unánime fue la propuesta del PP de rechazar la ejecución del dragado del río Guadalquivir por los perjuicios económicos y medioambientales que puede suponer para la provincia de Cádiz. A este punto se une también la aprobación de la instancia al Gobierno de la Nación a facilitar la financiación del dragado de la nueva terminal de contenedores y la finalización de la conexión ferroviaria con el muelle de la Cabezuela.

Un punto de encuentro entre todas las fuerzas políticas que no estuvo exento de polémica por el trasfondo de la creación de la Zona Franca de Sevilla. Así lo hizo Sebastián Terrada, por parte de IU, al asegurar que no entendía "la debilidad de la moción" contra el dragado del Guadalquivir.

Terrada denunció la intención del Gobierno central de "potenciar" el puerto de Sevilla y la consolidación de la Zona Franca sevillana, lo que "deja a Cádiz a los pies de los caballos".

La concejala del PSOE Aurelia Morales señaló sobre la moción que "nos suena a justificación barata de quien no ha hecho sus deberes" al no haberse opuesto al recinto fiscal de Sevilla.

Por ello, aseguró que el Ayuntamiento "tenía que haberse anticipado y haber negociado con Sevilla y con el Estado" para ver de qué "manera los intereses son compartidos" a partir de "una sola Zona Franca".

El edil de Fomento, Bruno García, utilizó en su ataque al PSOE la firma del convenio entre Zona Franca, la Cámara de Comercio de Sevilla y la Autoridad Portuaria de Sevilla por parte del exdelegado de Estado del recinto fiscal gaditano, José de Mier, como punto de partida del Consorcio sevillano. Con todo, la alcaldesa, Teófila Martínez, aseguró para establecer diferencias entre Cádiz y Sevilla que "el espacio franco sevillano es un espacio fiscalmente exento, pero no una zona franca".