A Jesús Díaz Gutiérrez, fallecido ayer a la edad de 82 años, se le puede recordar por el bar Las Banderas, situado en la calle San Pablo; también por su vinculación a la archicofradía de La Palma; o por su afición a los toros, algo que se podía ver claramente en las propias Las Banderas. Pero si hay algo que resume la vida de este hombre es el barrio de La Viña que conjunta casi todo lo anterior.

Jesús Díaz, que estaba casado y tenía dos hijas, fue secretario de la junta de gobierno que en los años 60 cambió la historia de la hermandad con personajes tan relevantes como Ángel Gutiérrez de la Mora o Fernando Bablé. Aquel grupo de personas fue el que por ejemplo trajo a la hermandad viñera el antiguo paso de palio de Los Negritos de Sevilla y la que le convierte en una de las cofradías señeras de la capital gaditana.

Las Banderas ha sido la sede para la celebración de multitud de reuniones y negociaciones relacionadas con La Palma, como por ejemplo las que hubo con el imaginero Francisco Buiza para que éste interviniera en el Cristo de la Misericordia.

Los que le conocían dicen que era una persona a la que siempre le gustaba estar en un segundo plano y ni siquiera quiso ser protagonista cuando le impusieron la insignia de la hermandad. Nunca faltaba a la misa que cada viernes celebra la cofradía en la Iglesia de La Palma.

Jesús Díaz era un viñero de pura cepa porque siempre vivió en ese barrio, tuvo su trabajo allí y la que se convirtió en su esposa también era vecina del establecimiento. Descanse en paz.