Llegó casi al final del turno de preguntas. "Sabía que se hablaría de este tema hoy", reconoció Rafael Zornoza, que no rehuyó hablar ayer en su intervención en el Foro de Cádiz de lo ocurrido en Granada con los tres sacerdotes y el profesor de Religión acusados de abusos sexuales a menores. "Es un tema dolorosísimo para cualquiera que tenga no solo sensibilidad cristiana, sino yo diría que hasta sensibilidad social. Son realidades tan penosas...", reconoció Zornoza, que aseguró que ante el secreto de sumario decretado no tiene más información "que la que leo en la prensa, como ustedes", por lo que no se pronunció sobre los supuestos hechos que se están investigando.

No obstante, y en respuesta a la pregunta lanzada por el director de Diario de Cádiz, Rafael Navas, Zornoza apoyó la actuación de su 'compañero' el arzobispo de Granada, Javier Martínez, del que dijo que "ha obrado rectísimamente y está en un momento de dolor y sufrimiento, como lo está toda la Iglesia".

Ante lo ocurrido en Granada, el obispo de Cádiz y Ceuta confesó que "en estas circunstancias siempre pienso que la Iglesia es mi madre", de la que "siempre recordamos las cosas buenas, lo que no evita que reconozcamos sus defectos". "La Iglesia es santa, pero está formada por pecadores", afirmó Zornoza, que invitó a todos "a hacer examen de conciencia" y a "acompañarnos unos a otros en la oración en estos momentos".

También hizo una valoración el obispo durante el turno de preguntas sobre la realidad política y social que vive el país, sumido en la crispación. "Lo más que puedo apreciar, y no soy un analista político ni pretendo serlo, es que hay necesidad de una renovación moral en la sociedad y hay un cansancio, que unido a los casos de corrupción en medio de unas necesidades tan grandes como las que existen hoy hace que la sociedad reaccione a estos escándalos con crispación", respondió Zornoza, que no obstante valora que la situación actual "puede ayudar a tocar fondo y reencontrarnos como personas".

"La sociedad necesita ideales, necesita ejemplos que seguir, emular las virtudes de otros. La historia está llena de grandes gestas, y ahora se nos abre una oportunidad para la gran conversión", afirmó el obispo diocesano, que ve una necesidad en el mundo "del evangelio" después de una vida basada demasiado en la opulencia y falta de valores.

También tuvo oportunidad Rafael Zornoza de ahondar en algunas de las cuestiones ya abordadas en su conferencia o de puntualizar o matizar otras cuestiones relacionadas con esa labor que desde la diócesis y en virtud de ese plan pastoral 2013-2016 ya se está desarrollando en comunión con lo que pide el Papa Francisco. "He notado un gran entusiasmo y deseo no de romper con lo que hasta ahora se hace, sino de buscar salida a una situación que se nos puede ir de las manos. Pero no estamos rompiendo tanto con lo que hay, procuramos no hacerlo", explicó el obispo al ser preguntado por la versión gaditana de esa ruptura con el "siempre se ha hecho así" al que hacía referencia en su conferencia. Y sobre este asunto, precisamente, recordó Zornoza que en la Iglesia "no sobra nadie"; "no hay que oponer, sino que se trata de unirnos todos y buscar aquello que nos beneficia a todos. Y esta Nueva Evangelización nos aúna en una misión, respetando el carisma de cada uno".

Precisamente, en relación a esto último, quiso apuntar el obispo otra clave en esa labor que está llevando a cabo la Iglesia actual: la unión entre los cristianos. "El individualismo es una de las cosas que más condena el Papa. Hemos vivido una manera de ser cristianos excesivamente individualista. Hoy eso es insostenible. Se evangeliza con la Iglesia", expresó en el atril de la Casa Pemán, donde también defendió que a pesar de todos estos cambios que buscan un nuevo modelo de Iglesia, prácticamente, el Papa Francisco "es el que guarda la tradición de la Iglesia, por lo que está en total continuidad con el magisterio de todos los Papas anteriores".