Borja, uno de los 'socios' de la cooperativa carnavalesca 'Hermanos Romero Castellón', representa el espíritu de un cuarteto que ha irrumpido con la fuerza y el descaro propio de la juventud hasta alcanzar dos primeros premios seguidos. El conocido como cuarteto de Los Niños prepara 'Los cansinos' para 2015. Borja, además, colabora con grupos juveniles y sale en la comparsa de su hermano Iván, 'Qué penita de comparsa'.

-¿Qué podemos esperar de 'Los cansinos' en el Carnaval 2015?

-Sin salirnos de nuestra línea buscamos darle un toque diferente. Que los personajes no se parezcan a los anteriores, sobre todo. No queremos caer en la trampa de repetirnos, pero sin perder nuestro estilo. Nos ha ido bien con lo que hacemos y no tenemos porqué cambiar. Es un cuarteto al que, como cada año, le estamos poniendo muchas ganas e ilusión.

-Llevan ustedes dos años en la elite. Y han conocido lo que se cuece a este nivel. ¿Era la Champions como se la imaginaban?

-Nosotros hemos tenido mucha suerte. Parece que hemos caído bien y los compañeros nos han acogido de lujo. Han sido muchos los autobuses compartidos viviendo grandes ratitos. Sí, nos gusta, por ahora, estar ahí. En cuartetos no hay la pasión de otras modalidades, hay menos mala leche. Después de ganar dos veces, que no ha sido fácil, sabemos que ahora va a ser más complicado todavía. Pero no nos presionamos. Llevamos años haciéndolo de la misma manera. No hemos cambiado a pesar de los premios.

-¿Cómo trabajan el día a día, cómo son los ensayos? Mucha gente aportando, ¿no?

-No echamos más de hora y media de ensayo, pero cuando nos ponemos, una hora intensa sí que aprovechamos. Nos conocemos bien y aprendemos las letras con rapidez. Ya cuando se acerca el Concurso y durante el mismo apretamos, porque aunque hayamos ganado estos dos años, seguimos preparando a conciencia el estreno de preselección, para nosotros muy importante. Luego, escribimos mucho durante el Concurso. No lo preparamos pensando en la final. Vamos por etapas. En cuanto a los autores, mi hermano Iván se encarga de darle forma a la historia, al guión, y Dani Fopiani hace los cuplés y aporta sus cosas. Dani es una parte muy importante por su constancia y por sus ánimos en los malos momentos. Luego, los componentes del cuarteto (Yerai, Carlitos, Pedro y un servidor) nos encargamos de aportar nuestras locuras. La mayoría son nuestras. Nadie es imprescindible porque somos una piña. Si la cagamos, la cagamos todos y no le echamos la culpa a los autores.

-¿En qué cree que se basa el éxito del cuarteto?

-Es un conjunto de muchas cosas. Que esté bien ensayado, que le guste al jurado, caer en gracia, la hora en la que cantes, cómo esté el público ese día... Yo tengo claro que el día clave para conseguir algo es el de preselección. Y sobre todo, como hemos comprobado, es la afición la que te lleva en volandas.

-¿Qué estilo de cuarteto proponen Los Niños?

-Creo que tiene un aire nuevo, que va con estos tiempos. Pero gracias a la presencia de Carlitos hay un toque clásico. Con puntos en la parodia que suenan a añejo. Y clásico es también cómo hacemos los cuplés, bien cantados, añejos...

-Para 2015 regresa el cuarteto de Ángel Gago. Hay, en principio, cuatro grupos para tres puestos en la final. ¿Cómo se afronta desde el punto de vista del cuarteto que defiende el primer premio?

-Me encanta competir. Si quedamos cuartos, es que la modalidad será un escándalo. Me gustaría que hubiera una buena pelea. Con buenos cuartetos compitiendo no podemos confiarnos, y eso es bueno para ponernos las pilas.

-¿Cuáles son sus referentes en el cuarteto?

-A nosotros nos ha cogido la época de Manolo Morera. Flipábamos con él cuando estábamos en la cantera, era el espejo en el que mos mirábamos y nos seguimos mirando. Cuando empezamos en adultos nos parecíamos más. Ahora creo que tenemos un sello propio que nos hemos currado y nos encanta.

-Se habla mucho de cambios en el Concurso. ¿Usted haría alguno?

-Se habla mucho de dinero, de que las agrupaciones no reciben lo que merecen. No estoy muy al tanto del tema, pero sé que está ocurriendo y que no me gusta cómo se organiza el Concurso desde el Patronato. Lo que pasa es que a mí se me olvida todo lo malo los 25 minutos que estoy en el escenario. El estreno en el Concurso es lo más bonito del año.