-'Los hombres de negro' usaba el metacarnaval. O sea, hablar de Carnaval dentro de una agrupación. ¿Seguirá esa línea 'La comparsa rosa'?

-No, lo justo nada más. El tema es más abierto y damos un giro en temática y estética. Sería un error caer en lo mismo.

-¿Está el Carnaval actual de color de rosa?

-Muy rosa. Rosa chillón, para ser más exactos. Hay mucha cobertura, mucha atención puesta en el Concurso. Eso trae consigo lo bueno y lo malo del género humano. Es bueno porque mucha gente nos conoce, pero hay un punto 'friki' muy acentuado.

-¿Qué sensaciones le quedaron tras 'Los hombres de negro'?

-La sensación de que quizás lo podíamos haber hecho un poco mejor. En lugar de quejarnos, hemos intentado escuchar las críticas hasta de los enemigos, que son, muchas veces, las que más te enseñan. Estamos dispuestos a aprender de los errores. Por ejemplo, llevábamos demasiadas letras hablando de Carnaval. Para 2015 llevaremos temas más abiertos. Pasodobles de 'mojarse', que eran los que decían que nos faltaban.

-Tras la marcha de José Manuel Cardoso, queda usted con más responsabilidad creativa

-Se puede decir que llevaré más el peso del mensaje, pero tendré un alivio en los cuplés, que los harán Alvarado, Del Pino y El Bizcocho, tres autores sevillanos. Raúl Cabrera se encarga de la música. Por el momento hemos metido ya el popurrí. Y está hecha la presentación y siete pasodobles, aunque metidos solo tres.

-¿En qué medida cree que afectarán a la modalidad la ausencia de Martín y el regreso de Aragón y Bienvenido?

-Está claro que los regresos aportan novedad, aunque sean tras descansos de solo un año. En cuanto a Martín, es una baja importante. Pero el Concurso será igual de reñido. Hay entre seis y ocho grupos con las mismas expectativas.

-¿Cómo llevan sus dos grupos, la comparsa y el coro que hace junto a Julio Pardo, que usted haga doblete?, ¿hay celos?

-Ninguno. Las temáticas del popurrí y la presentación son distintas, así como la manera de plantear los tangos y los pasodobles. Nunca un grupo me ha presionado para que abandone el otro.

-Ha compuesto usted con muchos grupos y autores desde que empezó en los años 80. ¿Con cuáles nunca colaboró y estaría dispuesto a hacerlo?

-Hay muchos autores y grupos. Me hubiera gustado escribir junto a Bustelo y El Noly. Y poner letra a tangos de Antonio Martín. También me hubiera encantado escribir para comparsas dirigidas por Ángel Subiela y Faly Mosquera.

-Usted ha escrito en cuatro décadas distintas. ¿Con cuál se queda?

-Los carnavales vividos entre los 15 y los 30 años siempre son los carnavales de tu vida. Le ponías más pasión, le echabas más tiempo. Hombre, supongo que estoy en la edad esa en la que uno piensa que lo de antes era mejor que lo de ahora. Antes el Carnaval era más sencillo, ahora es más técnico y tiene una amplitud de temas que tratar que no tenía antes.

-¿Hacia donde va este Carnaval?, ¿es su evolución la idónea?.

-Es complicado vaticinar hacia dónde va. Creo que hay muchos carnavales, para todos los gustos. El de la calle que acaba el Domingo de Piñata, el del Concurso, el de la radio, el de la televisión y el de discotecas, que dura todo el año, que es más técnico, más profesional. Que cada uno elija.

-¿Cree que actualmente en la comparsa mandan los componentes por encima de los autores?

-No, lo que pasa es que antes los autores tenían un mando y un liderazgo sagrado. Era raro e impensable contradecirles. Hoy en día los componentes están más preparados en todos los sentidos, en música y en conocimiento. Por eso aportan y opinan. Y eso es bueno para los grupos y los autores, que aprovechan las ideas. Antes era difícil que los autores aceptaran ideas o letras enteras compuestas por los componentes. Ahora, al menos en mi caso, bienvenido sea todo lo que enriquece a la agrupación.