Era una premisa autoimpuesta por cada partido. Un pacto de 'no agresión' no escrito ni firmado pero acatado por todas las partes, teniendo en cuenta la gravedad de la situación y lo accidental (en principio) del problema. Pero justo al cumplirse una semana, la politización de lo que ocurre en Loreto se evidenció en el día de ayer. Las tímidas críticas que se cruzaron durante el fin de semana terminaron por estallar durante la jornada de ayer, sobre todo a raíz del encuentro que el PSOE organizó a primera hora de la tarde con los vecinos.

Ya por la mañana, hubo un primer elemento de confrontación entre administraciones. La documentación que desde el viernes viene anunciando el Ayuntamiento sobre la posibilidad de restablecer el agua por sectores diferenciados asegura la Junta que no se recibió hasta la una y media de la tarde. "No se recibió porque se negaron a recogerla el sábado", esgrimió luego Teófila Martínez en la rueda de prensa convocada por la tarde. A lo que, a su vez, López Gil contestaba que la entrega de la documentación necesita de un registro y de un proceso regulado "para que exista garantía jurídica".

"Han tardado una semana en decir cuál es el origen del problema", decía López Gil antes de comenzar la asamblea vecinal, en otro toquecito al gobierno local, maquillado previamente con la "máxima colaboración" que la Junta estaba prestando.

Y si los cargos de la Junta y del PSOE convocaban una asamblea con los vecinos para informar de la situación, el Ayuntamiento respondía más tarde con una rueda de prensa a la que asistía Martínez acompañada de Ignacio Romaní y en la que se cargó contra los socialistas. "No voy de ninguna manera a dar un paso en la politización de este asunto", avanzó la alcaldesa, que no escondió su malestar "por que les digan a los vecinos lo que todavía no sabemos en el Ayuntamiento". Y es que a la hora en que Martínez decía esto, aún no había sido informado el Consistorio de los planes de la Junta de restablecer el agua en el sector 3 de Loreto esa misma tarde. "No es de recibo. Es lamentable. No tengo calificativo para esta actitud", denunciaba Teófila Martínez, sorprendida de que "la ex alcaldesa de Sanlúcar anuncie lo que yo como alcaldesa de Cádiz no sé".

"Hemos intentado hasta el último momento no politizar, pero esto es una agresión política a un trabajo de lealtad institucional", indicaba al respecto la alcaldesa, quien no obstante agradecía de nuevo públicamente la mediación que en la tarde del domingo hizo la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio. "La consejera conmigo ha sido impecable", dijo.

Y por si estos 'ataques' de uno a otro lado no fueran suficientes, otra muestra de politización del asunto fueron las valoraciones que ayer empezaron a llegar. Así, por la mañana la secretaria general de los socialistas, Irene García, criticó la "pataleta" de la alcaldesa, en referencia a la rueda de prensa que ofreció el domingo. García dijo que Martínez estaba "empeñada en buscar culpables y no en hacer su trabajo". "Después de una semana la alcaldesa no ha visitado el barrio y tiene tiempo para visitar a otros y no a los vecinos", afirmó.

Además, el PSOE local enviaba nota de prensa sobre la presencia de Fran González en la asamblea con los vecinos de la tarde de ayer y criticando la gestión municipal; y Unión Reformista Ciudadana también hacía público un comunicado para apoyar a los vecinos y "lamentar el comportamiento de la alcaldesa" y de Ignacio Romaní, que "no han estado a la altura de este suceso". UPyD, por su parte, mostraba su temor en otra nota precisamente a "una nueva disputa institucional entre PP y PSOE" que perjudicara a los vecinos de Loreto.

"Ustedes dicen que si la Junta solo puede hacer esto, que si lo otro es competencia del Ayuntamiento... Lo que tienen que hacer es trabajar codo con codo para solucionar esto", dijo ayer un vecino durante la asamblea en Fermín Salvochea, palpando quizá la politización que todos rechazaban.