¿Qué hemos bebido en la Plaza de la Fuente entre el 30 de septiembre y el 13 de octubre? ¿Qué va a ocurrir si la situación se dilata? ¿Cumplen los bares las medidas sanitarias para seguir abiertos? Estas son solo algunas de las preguntas que ayer se lanzaron al aire en la improvisada asamblea que celebraron los vecinos en el salón de actos del colegio Fermín Salvochea con el delegado del Gobierno de la Junta, Fernando López Gil; la delegada de Salud, Miriam Alconchel; el jefe de Consumo del servicio de Salud Pública, Andrés Rabadán, a la que también asistieron los concejales Gonzalo Pando y Aurelia Morales. "No tenemos bulla por que nos den agua si no hay seguridad para ello, sino por tener información real sobre lo que ocurre". Esta intervención de una vecina en esa asamblea bien puede reflejar el estado de incertidumbre que se manifiesta en Loreto.

Ayer se cumplía una semana del corte del abastecimiento de agua en todo el barrio, y siguiendo con lo que ya ocurriera el sábado, levemente, y el domingo con mayor contundencia, los vecinos afectados por la ausencia de agua potable protagonizaron nuevas movilizaciones para reclamar información y para exigir la vuelta del suministro. A las diez y media de la mañana se concentraba alrededor de un centenar de personas en la puerta del Ayuntamiento, que rápidamente se blindó cerrando las puertas de acceso y con varios agentes de la Policía Local custodiando la zona. A ellos se unían otros efectivos de Policía Nacional que, algo más alejados, también estaban en San Juan de Dios.

"¡Queremos solución!", fue uno de los gritos que corearon los vecinos mientras un grupo de representantes aguardaban para ser atendidos por el equipo de Gobierno. Tras un primer intento fallido, finalmente los nuevos representantes de los afectados -que anunciaban ayer haber roto cualquier relación con la asociación de vecinos "porque no está a nuestro lado", protestaba un vecino-, se reunieron con los concejales Juan Antonio Guerrero y Juan José Ortiz. Ese primer encuentro quedó suspendido cuando la alcaldesa citó a los cinco representantes de los vecinos a las tres y media de la tarde para analizar lo ocurrido e informar de la situación.

Los ánimos ayer se notaban tensos. La desesperación de aquellos que hace una semana ya que no utilizan el agua de los grifos de sus viviendas, o que comen y beben en platos y vasos de plástico, entre otras muchas incomodidades y dificultades para hacer una vida normal. Eso volvía a ponerse de relieve en la asamblea de la tarde. Cuando el técnico del SAS anunció la primera de las direcciones a las que iba a volver el agua (la Plaza de la Fuente) hubo un sonoro aplauso de los residentes de esa plaza que estaban en el salón de actos del Fermín Salvochea. Les había tocado la lotería, o eso creían a esa hora de la tarde.

En un afán de colaboración, los vecinos plantearon ayer nuevas medidas al Ayuntamiento. Por un lado, pedían que en lugar de abastecerse en los camiones-cisterna repartidos por el barrio se llenaran los depósitos de las comunidades (que se limpiaron desde el viernes) para coger agua allí directamente; y por otro, solicitaron la presencia de miembros de Protección Civil y sanitarios en el barrio.

A la espera de conocer las últimas novedades, y con ese mar de dudas que muchos vecinos mantienen, en el día de hoy volverán a producirse asambleas, de las que podrían salir nuevas movilizaciones.