Si todo sale según lo previsto, la comunidad universitaria más numerosa del Campus de Cádiz, la de la Escuela Superior de Ingeniería, abandonará en octubre la sede que venía ocupando en el casco histórico y se trasladará a su nuevo equipamiento, en Puerto Real. Este cambio de ubicación de aproximadamente unas 3.000 personas -entre alumnado, profesorado y personal de administración y servicios- viene acompañado de una reflexión sobre la propia Universidad de Cádiz y sobre el estado del Campus de la capital.

El rector de la UCA, Eduardo González Mazo, no sólo resalta el notable descenso de estudiantes, unos 2.500, que sufrirá el Campus de Cádiz y que beneficiará al de Puerto Real, convirtiéndolo en el primero en cuanto a número de alumnado, con más de 7.650. También recuerda que la Facultad de Enfermería y Fisioterapia está situada en extramuros, muy alejada del cinturón universitario del casco histórico de Cádiz, así como que un considerable número de alumnos de Medicina no acuden diariamente al edificio universitario, ya que reciben la docencia en los hospitales de Cádiz, Puerto Real y Jerez. En concreto, los alumnos de sexto no tienen clases en la Facultad y los de cuarto y quinto no van a diario. El primer grupo recibe las clases teóricas en el edificio de la plaza Fragela los lunes, los martes y los miércoles, y el segundo, los jueves y los viernes. Así, teniendo en cuenta todos estos matices, la UCA hace una diferenciación y estima que serán 4.900 los universitarios que estudiarán este curso en el casco histórico, una cifra que alcanza los 5.650 incluyendo a todo el Campus, es decir, también a los 750 de Enfermería y Fisioterapia. El Campus de Jerez, con 5.050 estudiantes, supera por tanto al de Cádiz si se restan los alumnos emplazados fuera del cinturón universitario del casco histórico. Y en Algeciras la cifra ronda los 2.300 matriculados.

"La UCA está constituida por cuatro campus. Es una singularidad que tiene nuestra Universidad, y los cuatro son igual de importantes con sus características especiales. Pero sí es cierto que la vida universitaria en el casco histórico de una ciudad revitaliza ese espacio; no sólo repercute económicamente, sino también social y culturalmente", expone el rector. Y añade: "La ciudad de Cádiz reúne unas condiciones inmejorables como ciudad universitaria, pocas ciudades españolas tienen un cinturón universitario tan excepcional por su ubicación junto al frente marítimo. Cádiz es una ciudad universitaria y debemos intentar que siga siéndolo. Debemos evitar la pérdida progresiva de alumnado, y para ello es necesario el esfuerzo conjunto de todas las instituciones y, por supuesto, inversiones".

En este punto, sale a relucir la propuesta planteada por el equipo rectoral de trasladar la Facultad de Ciencias de la Educación del Campus de Puerto Real al de Cádiz. Una propuesta que el pasado año recibió el respaldo de la Junta de Facultad de Ciencias de la Educación. "Si finalmente se produce la reversión de Valcárcel a la Diputación Provincial y todas las administraciones -Diputación, Ayuntamiento y Junta- apoyan nuestra propuesta, sería una de las últimas oportunidades que habría para darle dinamismo, vida y homogeneidad al Campus gaditano. Podría ser una buena oportunidad para otorgarle más vida universitaria y revitalizar esa zona de la capital".

No obstante, el máximo responsable de la institución académica aclara que esta propuesta de traslado no sólo la motiva la marcha de Ingeniería, como contrapartida por la pérdida de alumnado. "Responde también -explica- al objetivo de la UCA de otorgarle homogeneidad al Campus de Cádiz, donde se imparten los estudios de Humanidades, Ciencias de la Salud y Ciencias Sociales, mientras que el Campus de Puerto Real es el Científico-Tecnológico. Y ello entraña también una razón académica, ya que su cercanía a Filosofía y Letras, Empresariales y Ciencias del Trabajo posibilitaría en un futuro cercano el establecimiento de titulaciones conjuntas, esto es, dobles títulos y másteres, entre Ciencias de la Educación y esos otros centros".

Y otro motivo que esgrime es la necesidad de proporcionar unas mejores instalaciones a esa Facultad. Recuerda que su actual sede fue construida a inicios de los 80 "y desde entonces no se ha incrementado sustancialmente su espacio, pero sí el número de ocupantes. Se edificó pensando en unos 500 alumnos y en medio centenar de docentes, y actualmente cuenta con más de 2.500 estudiantes y más de 150 profesores". Es por ello que ha sido necesario reordenar espacios y habilitar otros, como el Aulario del Campus de Puerto Real. La mitad de esta instalación se destina actualmente a impartir docencia a las personas matriculadas en Ciencias de la Educación.

A todo ello, González Mazo suma que Valcárcel es el "único" edificio del casco histórico que en estos momentos reúne las condiciones para albergarla, tanto por los metros cuadrados del edificio como de su parcela, ya que para la impartición de grados como el de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte se precisa de pistas deportivas al aire libre. "No podemos plantearnos traer esta Facultad a Cádiz y repartir sus titulaciones entre tres o cuatro edificios. Un flaco favor le haríamos a su comunidad trayéndola para dividirla".

Si finalmente el bien patrimonial volviera a manos de Diputación y se apostara por el traslado de la Facultad a este histórico inmueble, el Consistorio tendría que modificar el PGOU para volver a otorgarle al edificio un uso educativo, y la Junta debería aprobar una partida económica que permitiese su rehabilitación y adaptación.

En la reflexión sobre el Campus gaditano también hay que recordar que el Colegio Mayor Beato Diego y el Olivillo llevan años pendientes de rehabilitación, y que tanto la sede principal de Ingeniería como los otros centros que venía ocupando su comunidad -la antigua Escuela de Enfermería y Fisioterapia y el Aulario Simón Bolívar- se quedan ahora vacíos. La UCA no ha determinado aún el nuevo uso de estos inmuebles. Dependerá, indica el rector, de la disponibilidad financiera.