Septiembre. Comienza el curso político sin que éste venga acompañado de novedades para la Escuela de Hostelería de Cádiz. Sus empleados acumulan ya cuatro nóminas sin cobrar -contando con la paga extra de verano-; y a menos de un mes para que dé comienzo el hipotético inicio de curso desconocen cuándo se va a abrir el plazo de inscripción del alumnado. Desde la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía no han autorizado aún la realización de este trámite. Y no sólo eso. Los estudiantes que acaban de concluir el primer curso de las dos especialidades que se imparten en el centro formativo -Cocina-Repostería y Servicio de Sala, Restauración y Bar- no saben a estas alturas si van a tener que cursar un segundo año o no. Todo un despropósito.

Igualmente, hay que recordar que no sólo se les adeuda dinero a los trabajadores de la Escuela, sino también a proveedores de la misma. Y sin noticias de los profesionales que deberán sustituir a los tres docentes que están de baja, dos de las cuales son definitivas.

Incógnitas que no hacen más que acrecentar la desesperación e indignación de la plantilla, que mañana miércoles regresará a la Escuela tras el periodo vacacional.

Este medio preguntó ayer a la Delegación territorial de Educación por todos estos asuntos, y la respuesta fue escueta: "A fecha de hoy no hay novedades". Por tanto, sigue sin conocerse si la Consejería de Hacienda y Administración Pública ha autorizado la petición de un préstamo con una entidad financiera para poder hacer frente al pago de las nóminas y garantizar así el funcionamiento de la Escuela, tal y como aprobó solicitar el Consejo Rector del centro a inicios del pasado agosto.

La incertidumbre también envuelve a otros Consorcios Escuela de Hostelería de Andalucía, como el de Islantilla (Huelva). Su plantilla lleva siete meses sin cobrar, y el centro tampoco ha recibido luz verde por parte de la Administración educativa para abrir el plazo de inscripción. Además, no cuentan con estudiantes para este curso, ya que todos los que realizaron estudios en dicho centro el año pasado han completado su proceso formativo.

Nada que ver con lo que ocurre en la Escuela de La Cónsula (Málaga). En julio, la Junta solicitó un préstamo de 700.000 euros a Unicaja para normalizar los pagos a los proveedores, y el Ayuntamiento de Málaga realizó en junio una transferencia de 213.000 euros con los que se abonaron los salarios de los últimos cuatro meses que se les debía a la veintena de empleados. Además, ya se ha desarrollado el proceso de admisión de alumnos.