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Cádiz

"Ha sido un acto vandálico"

  • Algunos antiguos okupas de la promoción de Los Chinchorros y vecinos de la zona creen que el fuego que se produjo el pasado jueves en el edificio abandonado fue intencionado

Las manchas negras que han quedado en la fachada del edificio abandonado de la promoción de Los Chinchorros harán que tarde en olvidarse el incendio que se produjo allí el pasado jueves. Un fuego que tanto vecinos de la zona como antiguos okupas del bloque medio construido creen que fue provocado.

"Ha sido un acto vandálico", comentaba Beatriz, quien ayer por la mañana se acercó con su compañero José María a recoger algo de ropa que les quedaba en el edificio. Ella lloraba mientras saltaba el muro que separa la promoción de la avenida Ana de Villa, en el Pasaje San Leonardo. "Me ha dado mucha pena ver así el edificio porque he pasado aquí momentos inolvidables de mi vida. Lo he considerado mi casa", relataba Beatriz, quien hasta hace unos días ocupaba una de las estancias de la tercera planta, donde se encontró uno de los tres focos del incendio. Ahora comparte una habitación con otras personas porque carece de recursos para alquilar un piso. "Esto nos ha quitado mucha lluvia y mucho frío", señalaba.

La pareja contó que ahora hay pocos okupas allí, pero "se meten críos a hacer graffitis y otros a hacer el golfo. También entra gente a robar y otra a fumar y a drogarse, porque ha cogido fama este sitio". Decía que ya no van a volver a Los Chinchorros porque tienen miedo de que les pase algo: "Esto te da libertad pero con un precio muy alto. Es peligroso. Nos llega a coger el fuego ahí durmiendo y perdemos la vida", afirmaba Beatriz, quien opinaba que el incendio podía haberlo provocado "algún vecino para llamar la atención para que quiten esto de aquí. Es normal porque está dando muchos problemas a los vecinos".

Cabe destacar que el edificio abandonado está a escasos metros de los bloques de viviendas que dan a la avenida Ana de Viya. La promoción abarca desde la calle San Bartolomé hasta Marqués de Cropani, y entre las más afectadas están las familias que residen en los números 4 y 6 de la avenida, que tienen el edificio justo detrás y a escasos metros, "los mínimos permitidos", apuntaba ayer una vecina. Están tan cerca las dos fincas, que hay personas que nos aseguraron que desde sus casas escuchan discutir a los okupas. "Hemos visto peleas y también a algunos arrojar sus necesidades por las ventanas", contaba una mujer. Otra señalaba que a ella le habían tirado piedras a su casa y "en el mes de agosto tengo que estar con las ventanas, las persianas y las cortinas cerradas. Es que no es normal que nos construyan tan cerca".

Estos ciudadanos entienden que personas que no tienen hogar se refugien allí, pero lo que no pueden comprender es la suciedad que se está acumulando, algo que consideran que es un peligro. "Puede pasar una desgracia porque basta una colilla para que prenda fuego y se produzca un incendio que se lleve tres manzanas", lamentaba uno de los inquilinos del número 4-6 de Ana de Viya.

Vecinos y comerciantes de los alrededores contaban que no es raro ver fuego en el edificio de Los Chinchorros porque algunos okupas lo utilizan para hacer la comida, otros duermen con velas y en invierno encienden hogueras para calentarse. Pero todos coincidían en que nunca habían visto "un fuego tan grande" como el del pasado jueves.

Otra de las consecuencias de la acumulación de basura de la que se quejan son "los bichos que genera". Esto supone "lo peor" para una de las vecinas del 4-6 de la avenida, quien contaba ayer que en su edificio habían puesto mosquiteras en las ventanas para evitar la entrada de mosquitos y roedores. "Las ratas las vemos desde las ventanas de nuestras casas en pleno día", aseguraba, añadiendo que en varias viviendas habían encontrado crías de ratas y ratones.

Algunos nos enseñaban ayer fotos del incendio realizadas con teléfonos móviles desde sus casas. Se veía fuego en las tres primeras plantas del edificio. Los bomberos que fueron a sofocarlo encontraron tres focos diferenciados, por lo que los vecinos piensan que fue provocado. "Tiene toda la pinta, pero no sé con qué intención ha sido", apuntaba una vecina de la zona.

Un inquilino de la calle Marqués de Cropani relató que cuando se produjo el incendio, pensó que había sido en su casa porque la tenía llena de humo. Pero cuando vio que era en Los Chinchorros, subió a la azotea "y vi cosas ardiendo cayendo de arriba abajo, desde el tercer piso". Otra vecina del mismo bloque señalaba que en los bajos también se veían unos tubos ardiendo y el suelo lleno de escombros.

"Es una vergüenza como está esto: lleno de basura, de mosquitos, ratas, entrando y saliendo gente...", comentaba ayer por la mañana un cliente del bar Sol y Mar. Otra mujer se quejaba del abandono de la zona y de que se sentían inseguros, cuando pagan unos impuestos "horrorosos". Sugería que por lo menos pusieran alguna vigilancia.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Afectados de Los Chinchorros daba "gracias a Dios" porque no se habían producido daños personales. Veía bien que entrasen personas en el edificio abandonado porque "por lo menos tienen un sitio donde refugiarse" y declaraba que lo que había ocurrido demostraba el abandono que sufre la zona. Consideraba que "la culpa de lo que está ocurriendo es de la ley concursal que hay en España, que favorece la estafa y el engaño, que ampara a los poderosos y perjudica a los más débiles porque cuando llega la fase de liquidación favorece que el primero en cobrar sea el banco y los últimos, los pobres desgraciados que han puesto su dinero y sus ilusiones".

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