Albino Pardo, natural de Aguilar de Campoo (Palencia), ha sido director de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC). Se jubila después de culminar su último servicio al Puerto de Cádiz, la nueva terminal de contenedores. Un proyecto por el que, incluso, ha retrasado su marcha.

-¿Cómo llega a la dirección de la Autoridad Portuaria?

-Estudié en Valladolid y Madrid. Después de trabajar en la Confederación Hidrográfica de Málaga pasé al Puerto de Santander, donde estuve 18 años. En el año 1999 llego a Cádiz, supongo que debido a mi trayectoria profesional.

-¿Con cuantos presidentes ha colaborado durante la ocupación de su cargo?

-En la etapa de Cádiz con dos. Fundamentalmente con Rafael Barra, que fue nombrado presidente un año antes de llegar yo. Consideró conveniente tener un nuevo director elegido por él y que formara un nuevo equipo. Desde que se jubiló en 2013 he estado trabajado con José Luis Blanco.

-¿Cómo ha sido su relación con estos dos presidentes?

-Muy buena. Hay que tener en cuenta que el puesto de director es un cargo de confianza y de colaboración, por lo que tiene que haber sintonía.

-¿Recuerda a alguno con más apego?

-Con Rafael Barra, al ser una etapa más prolongada. La sintonía y la confianza la dan los años, y al estar 14 de los 15 años que he estado aquí con esa persona hemos vivido una etapa de mayor de desarrollo y de colaboración. José Luis Blanco es nombrado en un momento en el que mi jubilación estaba ya próxima. Yo, incluso, pensaba jubilarme antes, pero el tema de la terminal de contenedores me hizo pensar que convenía dar el último empujón y dejarlo resuelto en su mayor parte.

-¿Con qué se queda en estos 15 años al frente de la dirección de la APBC?

-Lo más importante ha sido la colaboración para impulsar la actividad portuaria. En un periodo tan dilatado se han ejecutado actividades, impulsado obras, mejorado cosas... Creo que la principal apuesta ha sido la potenciación de La Cabezuela, que ha tenido en estos 15 años un gran impulso: se han ampliado los muelles oeste y sur, así como la rampa ro-ro. En Cádiz, podemos destacar, además de la terminal de contenedores, la de tráfico ro-ro con Canarias, y los cruceros, que se han seguido impulsado con la nueva estación marítima. En El Puerto de Santa María se ha potenciado el tema de la pesca y la acuicultura con nuevas instalaciones.

-¿Es difícil convencer a un político sobre lo que es realmente bueno para el Puerto aunque esto conlleve pérdidas de rédito político?

-No creo que exista ese antagonismo entre lo bueno para el puerto y el coste político de la decisión. Lo que puede haber son distintas opiniones, y lógicamente con los ayuntamientos siempre hay un cierto conflicto donde cada uno defiende sus intereses, pero no creo que haya ninguna decisión importante de la Autoridad Portuaria que vaya en detrimento del coste político.

-¿Cómo era el Puerto que se encontró y como cree que lo deja ahora?

-El Puerto en 15 años ha sufrido transformaciones, lógicamente. Creo que cuando llegamos tanto Rafael Barra como yo, el Puerto era menos especializado y contaba con instalaciones menos actualidades que hoy día. Se han modernizado instalaciones como en La Cabezuela, en Cádiz con la nueva terminal de contenedores y la del tráfico ro-ro, etc.

-¿Goza el Puerto de Cádiz de buena salud ?

-Yo creo que sí, pero estamos en un momento complicado y delicado. La competitividad de los puertos está relacionada con su salud financiera, y la del puerto está regular. No tenemos una gran actividad portuaria que genere ingresos. Los puertos de Algeciras y Huelva, que gozan de muy buena salud, pueden abaratar las tasas portuarias que cobran a los clientes del puerto, cuestión que aquí no podemos hacer por tener mucha menor actividad. El problema es que no hay una industria que nos demande o que esté muy vinculada al puerto. La única de importancia es la Azucarera de Guadalete, que por proximidad utiliza la de La Cabezuela.

-¿Qué le diría a los que aún piensan que la terminal de contenedores no se levanta en el lugar adecuado?

-Creo que el análisis se debe hacer desde como está la situación actualmente. Las críticas sobre la ubicación hablan sobre si debería estar en la zona de La Cabezuela en lugar de Cádiz. Hay que pensar que no es compatible un tráfico de contenedores con un tráfico de graneles, se necesitan unas longitudes de muelle, una superficie, unas instalaciones que no es posible compartir. El tráfico de contenedores es un tráfico de línea regular, donde tiene que estar asegurada la operatividad de la terminal, por tanto, no es posible ubicar la terminal de contenedores en Cabezuela sin quitar el tema de los graneles, no hay vuelta de hoja. Entiendo que allí existe una mejor conexión, eso es evidente, pero creemos que con el nuevo puente la afección a la ciudad de Cádiz va a ser muy pequeña. El reto ahora es conseguir que tenga actividad, no buscarle las dificultades de ubicación.

-¿Cómo ha vivido esa incertidumbre creada a raíz de que se empezara a publicar que peligrara la cofinanciación europea?

-Con preocupación. En el tema de los fondos europeos hemos tenido un poco de mala suerte. Nos han ocurrido determinadas circunstancias que han desembocado en esta tardanza. El tema de la compatibilidad como ayuda de Estado nos retrasó un año y pico. Luego hemos tenido demora en la toma de decisión, tras las reuniones en Bruselas y Cádiz, tuvimos que enviar documentación actualizada. Las últimas referencias que tenemos tanto desde Hacienda como desde Puertos del Estado es que no hay ningún problema y que está todo preparado, solo faltaría la firma. Ahora solo espero que no haya problema con el cambio de comisario a raíz de las últimas elecciones al Parlamento Europeo.

-¿Se está embarcando Cádiz en un proyecto a su medida o, tal vez, es demasiado ambicioso?

-Yo creo que siempre hay que ser un poco ambicioso. Pero entendemos que la terminal hay que ponerla en su justo término, es una instalación de tipo medio-pequeño. Se dice que se ha hecho con un calado muy grande, pero queríamos que la nueva terminal estuviese en consonancia con los nuevos tipos de buque. Entendemos que tenemos que posicionarnos en un mercado internacional con posibilidad de tener tráfico. No vamos a competir con Algeciras, estamos en otra división.

-¿Cómo es la convivencia con el Puerto de Algeciras? ¿Y el de Sevilla?

-Buena. Dentro de un sistema de competencia, siempre pueden existir reticencias, pero las relaciones son de colaboración y sin problemas dignos de mención.

-¿Ha visto alguna vez que se acercara la posibilidad de que desapareciera el Puerto de Cádiz?

-Dificultades económicas sí que ha tenido, pero desaparecer no creo que esté dentro de un escenario razonable. De España siempre se ha criticado que existen demasiados puertos en comparación con otros países, pero estos deben considerarse generadores de actividad económica y de riqueza. Eso sí, el Puerto de Cádiz tiene que espabilar para tener presencia continuada en el mundo marítimo .

-¿Cómo se presenta el futuro tras la esperada jubilación?

-Espero que muy bien, aunque con un poco de incertidumbre ante una situación nueva. En principio me voy a Santander, pero con los años que he pasado aquí espero volver pronto a Cádiz.