El comercio de la ciudad trasnochó para aprovechar el trasiego propio del verano. Las tiendas de las zonas comerciales ampliaron anoche su horario de cierre habitual hasta la medianoche confiando en que la iniciativaLa Noche Abiertarepercutiese positivamente en sus ventas.

La campaña coral contaba, además de con la parte comercial, con actividades de ocio y la adscripción de algunos museos de la ciudad, que al igual que los comercios, acogieron visitantes hasta altas horas de la noche.

Durante las últimas horas de la tarde y primeras de la noche, las calles tradicionalmente más concurridas de la ciudad presentaban una estampa bulliciosa. Columela, Compañía, Ancha o San Francisco acogían a muchos gaditanos y turistas. Para muchos, una imagen propia de cualquier noche de verano en Cádiz, más aún siendo viernes. Para otros, síntoma de la iniciativa. "La tarde-noche ha estado movidita", comentaban desde ISI. Aunque la responsable de la tienda tenía sus dudas sobre si esa tendencia se prolongaría al resto de la jornada, confirmaba su apuesta por la campaña: "Si no, no estaríamos abiertos. Creemos que es positivo". Esta tienda, ademas de ampliar su horario ofrecía descuentos especiales con motivo de la Noche Abierta.

Una tendencia que fue compartida por otros establecimientos. Muchos ofrecían desde descuentos hasta regalos o promociones espaciales. Unas propuestas que se veían recompensadas con una mayor presencia de clientes. Otros, optaron por fórmulas más alternativas como el reparto de flyers por la calle.

Sobre las nueve y media de la noche, las tiendas no adheridas bajaban sus cancelas mientras que las participantes mantenían sus puertas abiertas. El cierre de las grandes franquicias deslucía un poco la imagen que hasta ese momento reinaba en el centro de la ciudad. Junto a ellas, algunos comercios locales decidieron no sumarse a la iniciativa.

"Prácticamente como un viernes normal", afirmaba la propietaria de un pequeño establecimiento de la calle Columela. "Si no vendemos a las siete de la tarde, no vamos a hacerlo a las doce", decía otro comerciante para explicar las razones de su cierre.

Al margen de las compras, los gaditanos pudieron disfrutar de espectáculos como el concierto de flamenco en la plaza de Candelaria, que congregó a un buen número de aficionados; el de jazz en Palillero o el bossa-nova en las inmediaciones del Mercado Central.

Una noche donde el que quiso pudo comprar a horas no habituales, y el que no, distraerse con actividades culturales y de ocio en una apetecible velada veraniega.