El trabajador social es el profesional que se enfrenta en su quehacer diario cara a cara con los problemas de las familias. La crisis ha provocado el aumento de casos de desahucios y desalojos, por lo que estas personas, adscritas principalmente a las administraciones, deben ayudar a los afectados como guía para poder encontrar una solución.

Pilar Tubío es la presidenta del Colegio Oficial de Trabajo Social de la provincia de Cádiz. Con una perspectiva muy amplia por la gran cantidad de funciones que desarrollan en esta profesión, Tubío destaca al analizar el problema de la vivienda que, a cuenta de la crisis, "hemos notado un incremento en el número de familias con dificultades en el pago de las hipotecas, el alquiler o el mantenimiento de los pisos".

Un aspecto que evidencia la actual situación social es que el tipo de personas que acuden a los servicios sociales ha variado frente a los modelos típicos que se asociaban con la exclusión social. "Es verdad que hemos atendido a familias con carencias más arraigadas, pero en los últimos años el perfil es de familia trabajadora con trabajos eventuales que habían podido hacer frente a las necesidades básicas, pero con el incremento del desempleo no han podido hacerlo. Estas familias, cuando acuden a las instituciones, lo pasan realmente mal", señala la representante de los trabajadores sociales.

En cuanto a su acción, Tubío resalta que los procedimientos "están bastante regulados" y que su trabajo "es valorar las situaciones de exclusión social", por lo que si la reglamentación "se respetara, no habría problemas".

Al enfrentarse directamente con las dificultades de las familias, la trabajadora social apunta sobre la relación que se establece que "saben que nosotros vamos a seguir los requisitos establecidos. Generalmente, si se sienten bien informados de todos los procesos, no solemos tener problemas con ellos. Lo que les enfada es que haya arbitrariedades en el acceso a los recursos. Se sienten indignados cuando observan que los procedimientos se saltan". A esto, se une las acciones de protesta de los ciudadanos para conseguir una vivienda, aunque considera Tubío que el efecto llamada "va directamente al poder público".

Entre las soluciones a los problemas de vivienda, Tubío se muestra clara: "Lo que tienen que hacer los poderes públicos es incrementar el número de viviendas públicas, agilizar los procesos y que todos los ciudadanos puedan acceder en igualdad de condiciones". Junto a esto, está la necesidad de la mejora de los recursos, mermados por los recortes. "Es importante para que una sociedad sea avanzada que tenga buenos servicios sociales. Cuanto menos recursos tengamos, menos atención se podrá dar a las familias", cierra.