Un creativo en un espacio diseñado para compartir ideas. El polifacético psicólogo José Manuel Aguilar, autor de novela negra y especializado en psicología jurídica, reflexionó ayer sobre la creatividad y el sistema educativo en el marco de las jornadas TEDxBaluarte celebradas en el Castillo de Santa Catalina. La multidisciplinar iniciativa llevada a cabo por primera vez en la ciudad contó con Aguilar, columnista del Grupo Joly, entre sus prestigiosos ponentes. Con formato de monólogo el psicólogo se planteó la creatividad -bandera de las jornadas TED- como previo paso a la productividad. Aguilar explicó que en psicología "hace tiempo que nos fijamos en que el 90 por ciento de los niños de cinco años tienen conductas creativas. Haciendo un seguimiento, ese mismo grupo de niños con 7 años ya baja al 10 por ciento de creatividad. Y si el grupo se sigue hasta los 40 años, el descenso es hasta el 2 por ciento. Algo está pasando. El sistema escolar encaja a los niños, cuando hay inteligencias múltiples". Para Aguilar, "destrozar la creatividad tiene otro dolor: cargarse la motivación. Si de una reserva de 100 tigres quedaran al cabo de los años once vivos, sería un escándalo mundial. ¿Por qué no lo es con la creatividad que se pierde?".

Expuso el papel de los padres en la educación actual: "Somos la generación que aprendió a obedecer: a obedecer a nuestros padres y a nuestros hijos". Aguilar señaló que "nuestros padres, sin supernannys, psicólogos ni libros de autoayuda nos educaron. Y nos enseñaron a frustrarnos y a darle valor a las cosas. Nos prometían un balón de reglamento a final del curso si sacábamos buenas notas. Fin de curso nos sonaba al más allá, pero valorábamos lo conseguido con nuestro esfuerzo".

¿Hay soluciones para este problema? Según el psicólogo "si esperamos a que el sistema educativo cambie, podemos desesperarnos", por lo que planteó "que los padres tomenla iniciativa y que vuelvan a ser héroes para sus hijos". Resumió su intervención con una frase que provocó una ovación entre el público: "Nos instruimos para trabajar, pero nos educaron para ser felices".