Cádiz

La peor herencia del PP

  • El Ayuntamiento ha duplicado en tres años su deuda viva hasta dejarla en 214 millones de euros y lo peor es que no hay perspectivas de que pueda producirse un descenso de la misma

Dentro de un año, cuando se celebren las nuevas elecciones municipales, el gobierno del Partido Popular dejará a su sucesor, que seguramente serán ellos mismos aunque nunca hay que descartar una sorpresa, siempre muy ajustada, un herencia entre la que se encuentra un elevado endeudamiento con las entidades bancarias. A finales de 2013 esta cifra se disparaba y alcanzaba los 214 millones de euros. Nada hace prever que esta cantidad se rebaje por lo que se llegará a la convocatoria electoral incluso con un dato aún superior.

Esta deuda, además, se ha duplicado en apenas tres años, los que van del actual mandato del equipo de Teófila Martínez, pues en 2011 se llegaba a poco más de 110 millones de euros.

Este dato sitúa a Cádiz en el puesto 219 de todo el país por deuda por habitantes, con 1.740 euros y en el veinte de la deuda global. Un puesto preocupante pues en España hay más de 8.000 localidades. Muy lejos de Bilbao, que apenas tiene 7 millones de euros de deuda con las entidades bancarias, y eso que hace apenas tres años estaba a cero. Además, habrá que tener en cuenta lo que hoy se adeude a los proveedores, pues se siguen acumulando impagos a la pequeña y mediana empresa de la ciudad.

Evidentemente si se gasta más de lo que se tiene se acaba debiendo dinero. Una parte de este capital se debe a los más de 96 millones que se han destinado al pago de proveedores, y a los más de 40 millones de euros que ha costado terminar el nuevo estadio Ramón de Carranza, y que supone una importante carga financiera, inesperada para el Ayuntamiento que pretendía implicar en la operación a la Zona Franca, algo que finalmente no ha logrado. En el haber, el gobierno del PP menciona los 44 millones de euros que, afirman, les dejó de pagar el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero... aunque no se habla para nada de la ausencia de aportaciones a los municipios por parte del gobierno popular de Mariano Rajoy, que desde 2012 bien podría haber solventado este agujero socialista.

Los 214 millones de euros, cantidad suficiente para terminar la rehabilitación del casco histórico de la ciudad y afrontar varios proyectos de viviendas públicas en el conjunto de la ciudad, es una cifra récord para las arcas municipales. Cuando el PSOE dejó el gobierno local en 1995 la deuda proporcional era muy inferior, aunque, eso sí, se mantenían débitos con la Seguridad Social, algo que no ocurre hoy.

Desde el gobierno municipal se resta importancia a la elevada deuda indicando que el Ayuntamiento tiene tesorería suficiente como pagar estar al día en el pago de las mensualidades bancarias, a la vez que es un municipio que no debe nada a la Seguridad Social y a Hacienda.

Sin embargo, los 214 millones tienen otra lectura y no es, mi mucho menos, tan complaciente.

Por lo pronto, por mucho que se generen fondos para hacer frente a los préstamos, el Ayuntamiento no deja de deber más de 200 millones de euros que supone una factura millonaria en el pago anual de los intereses. Y todo ese dinero se resta de posibles inversiones que se podrían realizar si la deuda fuese cero o, por lo menos, estuviese a una niveles más asumibles. Desde potenciar aún más las aportaciones sociales hasta afrontar la construcción de promociones de viviendas públicas hoy paralizadas por falta de fondos en Procasa, hasta operaciones urbanísticas muy necesarias, como la reforma del Paseo Marítimo o la puesta en uso de los Depósitos de Tabaco.

Puede aducir el gobierno del PP que una parte importante de estos 214 millones se han invertido en la ciudad. Aquí incluimos los 70 millones del coste total del nuevo estadio de fútbol, que tantos beneficios sociales y económicos han generado a la ciudad. No olvidemos tampoco que el crecimiento del patrimonio inmobiliario público va parejo de un incremento del gasto en el mantenimiento y en la gestión, que hoy apenas si se tiene.

No olvidemos tampoco que en los años de bonanza el Ayuntamiento popular ha ingresado grandes cantidades de dinero gracias a operaciones urbanísticas como la de los terrenos del antiguo cuartel militar o la de Astilleros, que generaron importantes beneficios. Y las aportaciones extras que la ciudad recibió del Estado por su peculiar estructura urbana. Fueron tiempos en los que se podría haber puesto a cero los indicadores de deuda con los bancos y de deuda con los proveedores para, a partir de ese momento, gastar con mesura.

Con todo, el aspecto más alarmante de estos 214 millones es que en apenas tres años se haya duplicado la deuda viva y que no existen perspectivas de un descenso de la misma. El Ayuntamiento no tiene patrimonio (suelo) para vender y generar plusvalías, a la vez que asume en esta pequeña ciudad un papel relevante en su desarrollo diario, lo que dificulta que recorte gastos en determinadas áreas. Tampoco hay mercado inmobiliario para incrementar los ingresos ni posibilidad de subir los impuestos municipales, muchos de ellos muy elevados para una sociedad tan empobrecida como la gaditana.

Mientras que haya que devolver este dinero, y evidentemente los bancos no lo van a perdonar, estos 214 millones, que ya serán más, serán una loza en la propia gestión del Ayuntamiento y en la propia vida de los ciudadanos que, al fin y al cabo, somos los que pagamos Y será la peor herencia que ponga sobre la mesa el Partido Popular de aquí a un año, cuando se celebren las próximas elecciones municipales.

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