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Cádiz

Zona Franca calcula que su expansión por Altadis costará unos 30 millones

  • Espera cerrar las negociaciones antes de final de año Jorge Ramos ya dijo hace meses que era el espacio natural de crecimiento Navalips, primera operación en el polígono exterior

La hoja de ruta de la Zona Franca está marcada por dos proyectos de calado, ambiciosos por el coste que suponen su desarrollo y por el propio diseño de los mismos, dentro de su plan de expansión en la ciudad que le vio nacer que le da su nombre: Cádiz.

La primera operación está en marcha desde hace apenas unos años y supone la remodelación integral del viejo y desaprovechado polígono exterior, hoy denominado Polígono Industrial Ciudad de Cádiz; la segunda comienza a definirse ahora, aunque de ella se viene hablando desde hace meses: la expansión del recinto fiscal por el único espacio natural posible, los terrenos que deja libre la fábrica de tabacos tras la marcha de Altadis.

Esta operación, ya adelantada hace meses por Diario de Cádiz, se ultima ahora en la mesa de negociación abierta entre el Consorcio y la multinacional británica Imperial Tobacco, propietaria de Altadis. Las dos partes ya han hablando del coste económico de la operación que desde la Zona Franca se estima que puede rondar los 30 millones de euros. Es cierto que la tabaquera valora el suelo del que dispone, algo más de 140.000 metros cuadrados, en una cifra notablemente superior, hasta duplicarla con creces, pero también es cierto que la compañía incluye todas las naves y edificios que en las últimas dos décadas han funcionado como fábrica de tabacos y cuyo aprovechamiento futuro, para usos ajenos al original, no sólo no están claro si no que supondría un coste añadido al nuevo propietario.

Lo cierto es que no todo el suelo de Altadis es propiedad de esta firma. Unos 38.000 metros cuadrados forman parte del patrimonio del Consorcio, que los tiene alquilados a la tabaquera. Técnicos de la Zona Franca están estudiando uno por uno todos los edificios que conforman el complejo de la antigua Tabacalera por si alguno de ellos pudiese habilitarse para nuevos usos.

Si finalmente se logra cerrar con éxito esta operación, que la Zona Franca espera que pueda culminarse a lo largo de este mismo año, el terreno comprado y recuperado se integraría en el suelo del recinto fiscal, por lo que el Consorcio dispondría con esta calificación económica más de 470.000 metros cuadrados. Se destaca que si se compra, su puesta en valor podría ser muy rápida por cuanto este suelo ya tiene, dentro del Plan General de Ordenación Urbana, la calificación de industrial lo que evitaría nuevos trámites administrativos para un cambio de uso.

Curiosamente se cumplen ahora diez años desde que el Consorcio ofreció en 2004 a la entonces propiedad de Altadis la inclusión de la fábrica en el recinto fiscal de la Zona Franca, en un intento por rebajar el ERE que la tabaquera negociaba en aquel momento, lo que finalmente no se llevó a buen término.

Este incremento de suelo tan considerable sería el primero en salir adelante de los que se plantea el actual equipo directivo de la Zona Franca, encabezado por el delegado del Estado Jorge Ramos.

El objetivo de Ramos es que la Zona Franca Fiscal pase de sus actuales 330.000 metros cuadrados de extensión, limitados hoy a la capital, a más de 1,3 millones de metros cuadrados una vez concluida su expansión por distintos territorios de la provincia. Este plan de desarrollo, que de cumplirse debería de tener un papel referente en la recuperación económica de la provincia, ya se refleja en el documento que elabora el Consorcio para justificar las inversiones previstas dentro del Plan de Reindustrialización, que impulsa el gobierno central. La prioridad es Cádiz, como lugar de nacimiento de la Zona Franca y que ya tiene ocupado más del 97% de su suelo fiscal, para continuar por Los Barrios, La Línea (considerado un proyecto de Estado) y Algeciras, metiendo Jerez si es posible en esta primera fase. Cabe recordar que existe un compromiso estatal de poner 200 millones de euros para este proceso de expansión, a los que habrá que añadir lo que en su momento pongan las empresas privadas que se radiquen en estos suelos. Jorge Ramos, en conversación con este diario, afirmó que ya había firmas interesadas en ubicarse en la provincia, dejando claro que el Consorcio no proyecta nuevos suelos si antes no cuenta con empresas "importantes" para instalarse en estos.

Una parte de las ayudas que el Consorcio va a recibir de la Orden de Reindustrialización se destinará a mantener el proceso de compra de suelo en los terrenos del viejo polígono exterior en Cádiz.

Una vez que culminó el proceso de análisis y documentación del estado actual del polígono, con el número de empresas radicadas en el mismo, su grado de actividad, el suelo ocupado, el nivel de propiedad de las naves y las perspectivas de futuro de las mismas, desde hace unos meses se está trabajando, por una parte, en la compra de suelo y, por otra, en el realojo de las viejas naves para la obtención de terreno sobre el que actuar.

Entre el Consorcio y el Ayuntamiento ya se ha logrado que cerca de la mitad del suelo sea de propiedad pública. En cuanto a los realojos, las naves construidas para este fin en el edificio Europa ya están casi ocupadas en su totalidad, aunque a este edificio también se ha ido la Escuela de Hostería de la Diputación, evitándose con ello su marcha de la ciudad tras el obligado desalojo de las instalaciones que tenía en el antiguo colegio Valcárcel.

En todo caso, Jorge Ramos reconoce que la crisis económica está dificultando un desarrollo más ágil de la parte de la remodelación del polígono exterior que corresponde a las empresas privadas, pues muchas no cuentan con fondos suficientes para seguir adelante con este proceso industrial.

Ante esta situación, se mantiene el liderazgo público como motor del plan.

Atendiendo al trabajo ya realizado y a las previsiones más inmediatas, Jorge Ramos considera que el primer proyecto que se podrá ejecutar dentro de toda esta reforma integral del polígono se centra en el previsto en los terrenos de la antigua Navalips, junto a la glorieta de la Zona Franca. Ahora se ultima el cierre de la compra de este solar, aunque el proceso se ha alargado más tiempo del previsto ya que las negociaciones con la propiedad actual, la empresa estatal Infoinvest, se iniciaron cuando al frente del Consorcio estaba el anterior equipo gestor.

Ramos asume que, por las características de esta operación, la misma no aportará beneficios de forma inmediata. Por lo pronto hay que ejecutar actuaciones complementarias de realojo de algunas dependencias que funcionan en la misma parcela donde, en su momento, se levantará el Centro Metropolitano de Espectáculos. Sin embargo, el delegado del Estado considera que el plan es el adecuado pues se convierte en la puerta de entrada a la nueva Zona Franca exterior, a la vez que conecta con el suelo ya habilitado en el nuevo estadio Carranza.

"Navalips es el claro ejemplo de lo que se plantea para el renovado polígono exterior. Se quiere huir de una zona de la ciudad que queda muerta a determinada hora del día, cuando concluye la actividad laboral. Aquí, sin embargo, hay espacio para zona comercial, para el ocio y, también para nuevas viviendas, lo que permitirá que la ciudad, aquí, siga viva", destaca Jorge Ramos.

La segunda prioridad se localiza en la manzana donde se levanta un centro comercial de la cadena Supersol. Buena parte de este suelo, aproximadamente el 60%, ya es de propiedad de la Zona Franca, que recientemente adquirió al Ayuntamiento las naves de Talleres Faro, así como de dos propietarios privados. Aquí se ha dibujado un edificio en altura con oficinas y comercios que, a modo de hito, marque el inicio de la zona exterior de la Zona Franca según se entra en la ciudad por el puente.

La tercera prioridad para la administración pública se sitúa en las antiguas dependencias de Abelló-Linde, también en manos del propio Consorcio. Los técnicos ya tienen muy avanzado el diseño de las naves que se van a levantar y cuya estética se pretende quede muy alejada de lo hasta ahora habitual. Esta zona, además, compatibilizará el uso comercial con el residencial, dentro de la idea de mejorar la integración del polígono con el resto de la ciudad.

Ramos asume que la época en la que se ha iniciado la reforma del polígono exterior, con una profunda crisis económica, dificulta su desarrollo en lo que a la iniciativa privada se refiere.

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